Mi Chico

Parte (2-3)

Estaba en la habitación de Stan junto a él, yo estaba sentado en su regazo, mientras nos besábamos.
Sus labios eran tan suaves, era como probar algodón de azúcar, dulce pero no empalagoso. Me daba un sabor a mentolados, cigarrillos y café.
El me cogía por la cadera, estaba seguro de que quedaría marca de sus dedos en mi piel, sentía la dulzura de su toque, era como si para esto hubiésemos sido hechos, para hacer una danza con nuestras lenguas y cortar nuestras respiraciones por segundos, quizá minutos, no lo sé. Me sentía en el espacio, flotando, pero a la vez, me sentía en el cielo, tocando las nubes extra suaves y siendo tocado por un angel, un ángel que me sacará del sufrimiento, elevándome a un punto donde no quiero tocar ni el piso, más que sus piernas, quedarme sentado en ellas por minutos, quizá horas o días. ¿Así se siente estar enamorado?
Es la pregunta que siempre me hago al estar con él.
El oxígeno se empieza a cortar y debemos dejar de besarnos, pero no evita que estemos desfalleciendo, yo toco su rostro con suavidad, viendo la pequeña barba que tiene, quizá de unos 3 o 4 días, pasó mis dedos por sus mejillas, luego a sus ojos, aquellos preciosos ojos azules, me dejan completamente embelesado, viendo que cada ojo está rodeado de espesas pestañas, negras y largas, y finalmente a sus labios, labios carnosos, color rojizo natural, veo que saca la punta de su lengua y remoja sus labios, dejándolos brillosos. Inconscientemente se muerde los labios y provoca que la erección del ojiazul palpite más.
Es sacado de su burbuja de pensamientos, soltando un leve jadeo, seguido de un gemido demasiado agudo, sintiendo como Stan lo presionaba para abajo, a su erección concretamente.
Tímidamente se mueve en pequeños círculos haciendo que Stan suelte un gruñido ronco más parecido a un gemido, duraron así unos minutos, con Kyle aguantando sus gemidos porque los padres de Stan estaban abajo, y con un Stan gruñendo o gimiendo de forma grave.
Harto de la misma posición, Stan da vuelta a ambos y deja a Kyle boca abajo, levantando su trasero, se acercó a la oreja del menor y le susurró.
"-¿Puedo quitar tu pantalón, pequeño?-"
El otro sólo sonrió y asintió, gimiendo cuando Stan rozó sus frías manos con su estómago.
Jalo lentamente el botón de los jeans, bajándolos e inesperadamente viendo unas bonitas bragas color rosa pastel, llenas de lubricante, el cual indicaba que el chico se divirtió antes de acompañar a Stan a su casa.
Terminó de bajar los jeans rápido, y se mojó los labios, sintiendo como quería sacar su polla y follarse al pequeño chico de bragas.
Le abrió las piernas con las manos, viendo que el trasero se levantaba mucho más, sonriendo cuando subió sus manos por los muslos y rozó la erección del menor.
Después le dio la atención que necesitaba a su culo, sobó, amasó, besó y mordió tanto como pudo el trasero del menor, comenzando a bajar las bragas, lo azotó un olor muy dulce y fuerte, y arrancará las bragas de un jalón, cuando vio el orificio del menor se lanzó automáticamente a lamer, morder y comer aquel culo. Sentía la necesidad de sacar su miembro y pasarlo por en medio de ambas mejillas.
Y eso hizo, sacó su erección, completamente roja de la punta, y la iba a pasar por el menor hasta que su mente reaccionó y le pregunto a Kyle:
"-Amor, ¿Estás completamente seguro?"-. Dijo el ojiazul antes de hacer cualquier otro movimiento. A lo cual el pelirrojo asintió con la cabeza.
El ojiazul sintió todo su cuerpo hervir, comenzando a sudar, quitó su playera y el pantalón que tenía, dejando solamente sus boxers, sus ojos se hicieron más oscuros y volteó el cuerpo de Kyle, el cual se hizo pequeño al ver como lo miraba Stan.
"-Eres completamente hermoso, pequeño y adorable. Dios, quiero joderte horrible, quiero marcarte Kyle-"
"-H-hazlo, márcame, s-soy tuyo desde el primer día-" Dio la última palabra Kyle y Stan lo hizo...
Empezó a dejar pequeñas marcas en todo su cuello, pasó a su espalda y enterró su miembro en el culo de Kyle, haciéndolo gritar de placer, comenzando a dar embestidas duras al pequeño cuerpo, jodiendolo como si no hubiera un mañana, lamió una que otra mordida recientemente hecha, e hizo más.
Tocó varias veces el punto dulce del menor, haciendo que este se retorciera e hiciera puños la sábana, dejando salir su voz, gimiendo en alto. De suerte que los papás de Stan habían salido a levantar un acta en contra de la familia de Kyle, si no, sería una completa pena el que los encontrarán haciendo esos actos de amor.
Sintió su miembro apunto de estallar y finalmente dio la última estocada antes de venirse dentro, en largas tiras blancas, llenando el interior del otro chico, el cual al sentir la corrida de Stan, se corrió también, gritando como una chica y doblando los dedos de los pies.
Se quedaron en esa misma posición otros 10 minutos, admirandose entre sí, Stan estaba completamente enamorado de Kyle, y de las marcas que le había hecho.
Kyle aún no podía creer que se lo había follado el chico que desde los 11 años le había gustado, y Dios que... ¡Fue buenísimo!.
Stan salió de Kyle cuando sintió sus músculos doler y se echó a su lado, jalando al menor para que se acostara en su pecho.
"-Te amo demasiado, Kyle. Eres lo único en lo que pienso, pequeño. Realmente no me arrepiento de haberte marcado, de haber unido nuestras vidas para siempre-"
"-Y-yo tampoco me arrepiento, para serte sincero, siempre quise esto, desde que tenía 11 años, quería estar junto a ti, pero tú nunca miraste a tu alrededor, sufrías por Wen y ella siempre me contaba de ti, de todo lo que hacían, y yo... No podía hacer nada, porque tú le gustabas a ella, y ella a ti, y-"
Fue cortado por un profundo beso, uno salvaje donde hasta ahora se había dado cuenta de la dura erección de su novio.
Rápidamente se sentó en ella y la introdujo en su interior, comenzando a cabalgar, sintiendo como se hacía mas grande dentro de él y como la sentía aún más profundo.
Subía y bajaba salvajemente, tragándose toda la extensión.
Finalmente ambos se vinieron por segunda vez.
Kyle volvió a caer en el pecho de su chico, cerrando los ojos del cansancio que sentía su cuerpo.
"-Amor, te prometo que jamás, nadie nos va a separar, lo juro-". Tomó el rostro del menor, quien abrió un poco los ojos y sintió unos labios dándole un beso en la frente, uno en cada mejilla, en la nariz, y uno en los labios, uno que decía "Amor" en toda su extensión, se besaban con un amor palpable, como si se tratara del primer amor.
Terminaron por pegar sus frentes y sonreírse mutuamente, haciendo un besito esquimal con sus narices.
Y se quedaron dormidos, debido al cansancio de tanta actividad física.

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Kyle despertó solo en la cama, se sentó y miró a su alrededor. Un olor delicioso vino a su nariz, salió de la cama y se puso la playera de Stan y los boxers del mismo, porque sus bragas estaban hechas mierda.
Bajó y escuchó una radio sonar en la cocina, fue hacia ella y vio a Stan con un pantalón de pijama y una sudadera, haciendo pancakes, y moviendo la cadera al ritmo de la canción.
Evitó soltar una carcajada y se acercó sigiloso al pelinegro, abrazándolo por detrás y levantándose en puntitas para besar la mejilla del contrario.
Stan se dio la vuelta y abrazo a Kyle, dándole muchos besos en los labios, haciendo que de pasos para atrás, y justo cuando estaba cerca de la isla, lo subió, sentando a Kyle en la recién dicha y poniéndose en medio de ambas piernas, abrazando al menor de la cintura, dejando varios besos en sus labios, mordiendolos y succionando, escuchando el timbre de su casa sonar, puede que sean sus padres, aunque ellos tienen llave. Dejó un beso en la frente de Kyle.
"-Ya vengo, iré a ver quién es, cariño-" Y dejó un beso final en sus labios, apretando los muslos del pelirrojo.
Kyle estaba completamente enamorado, ya lo sentía.
Escuchó una voz de chica decirle a su chico "amor". Stan le dijo que no eran nada y que por favor se fuera a la mierda.
"- Maldicion Lola, ya vete. Lo nuestro terminó hace dos meses, ya superalo -"
Dijo antes de ver a su pelirrojo caminar hacia ellos, mirando con desprecio a la chica, para después sonreír amablemente y aventarla para afuera, cerrandole la puerta en la cara.
Tomó la mano del mayor, el cual estaba en shook, y lo guío a la cocina otra vez. Se volvió a sentar en la isla y acerco al pelinegro a él, metiéndolo entre sus piernas, y volviendo a besarlo lentamente.
Quien diría que este adorable pequeño sería una perra completamente. Y así, me sigue enamorando cada día más y más.