Parte única

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Pareja: Ninguna

Palabras: 1345

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¿Cómo puede cambiar todo en un instante?

Si pudiese regresar en el tiempo, quizá, podría haber hecho algo al respecto.

Ichimatsu Matsuno, con el cuarto lugar entre los sextillizos es ahora un nini de mierda que no puede siquiera pensar en un futuro; las palabras suenan duras pese a estar hablando de mi persona, pero no hay nada que se le pueda hacer, llegué a un punto de mi vida en el que dejó de importarme el esforzarme. Quizá, si algunas experiencias hubiesen sido diferentes, ahora todo sería mejor.

Es nostálgico recordar la niñez, aquella época en que la vida era sencilla, día tras día de divertidas aventuras y travesuras lideradas por Osomatsu nii san, suelo extrañar esos días en los que todos éramos uno.

Es curioso, pero ni siquiera me di cuenta de los cambios en cada uno de nosotros mientras crecíamos, no podría identificar el punto exacto en que nos separamos, pero ocurrió, dejamos de ser uno solo para afrontar nuevas aventuras.

En la última etapa escolar fue cuando mejor se dio a notar nuestra individualidad y diferencias, con Todomatsu, por ejemplo, ya que no importó que creciéramos a la par, el terminó siendo el más bajo, sumado a su constante llanto lo hacía un blanco fácil para las burlas de algunos; por suerte Jyushimatsu siempre estuvo cerca, su sola presencia aterraba inclusive a los maestros, pero en el fondo siempre fue un chico alegre, muy en el fondo.

Choromatsu nii san en ese entonces pretendía ser un ejemplo a seguir, alguien a quien admirar, pero su objetivo realmente no fue alcanzado, al menos ahora es menos pretencioso; como suele ser en la actualidad es el opuesto a Osomatsu nii san, el mayor de nosotros nunca cambio, siempre con una actitud relajada y despreocupada, pese a ello era un líder nato.

Entre los que tuvieron un mayor cambio está el doloroso y yo... detesto recordar eso.

Él era tan diferente, tan frágil y necesitado de aprobación, no negare que era una de las cosas que me agradaba, no importaba que ocurriera él siempre venia hacia a mí, inclusive antes de Osomatsu nii san, yo era su pilar.

Ojala pudiese regresar el tiempo.

El cambio fue bastante repentino, era un día normal de clases en el que durante el almuerzo disfrutaba la compañía de mis amigos, porque sí, en ese entonces, yo tenía amigos; les deje un momento para ir al sanitario y ahí estaba él, Karamatsu nii san se hallaba frente a uno de los lavabos observando su reflejo, fue un instante, pero fue la primera vez que vi al "otro"; nunca olvidare el brillo azul que sus ojos reflejaban.

Cuando él se dio cuenta de mi presencia solamente me saludo antes de indicar que pronto continuarían las clases ante lo que salió de prisa; yo me quede en el baño sin siquiera haberle respondido, ¿Quién era el que se reflejó en el espejo?

No sé si el resto se habrá dado cuenta de la trasformación del segundo, comenzó a preocuparse por su apariencia, demasiado a mi parecer

- Vamos, es bueno que por fin se preocupe por verse bien – Choromatsu nii san continuó con un discurso sobre la importancia de cuidar el aspecto o algo así, apenas y recuerdo lo que decía, dejó de interesarme cuando concentre mi vista en Karamatsu nii san y el inicio de su inseparable unión con el espejo de mano.

Se inscribió poco después en el club de teatro.

- ¡Karamatsu nii san es asombroso en el escenario! – presumía Todomatsu con orgullo en la primer presentación del segundo. Todos parecían felices por su éxito.

¿A quién odia Ichimatsu?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora