CAPÍTULO 4 : Amablemente

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Habían pasado días desde que su Señor había entrado actuando tan extraño a la sala común y Leo estaba jodidamente asustado de Riddle, este después de pedirle la ubicación donde el club de fans de Evans se reunía, le exigió con una mirada cargada d...

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Habían pasado días desde que su Señor había entrado actuando tan extraño a la sala común y Leo estaba jodidamente asustado de Riddle, este después de pedirle la ubicación donde el club de fans de Evans se reunía, le exigió con una mirada cargada de rencor que se alejara del pequeño pelinegro, en ese momento solo asintió sin tomarle mucha importancia pero ahora después de ver como el club de fans ardía, literalmente, se empezó a tomar la amenaza enserio.

Todas las fotos que se comerciaban de Evans habían desaparecido antes de que el salón se consumiera en llamas, Leo tenia la sospecha de saber quien era el culpable de ambos hechos, tanto del robo de las fotos como del incendio pero primero muerto a decirlo en voz alta.

Nadie estaba contento con la nueva obsesión de su Señor, nadie excepto Abraxas, el rubio casi dio saltitos de felicidad cuando Leo, buscando consuelo, le conto que ya no podía acercarse a Evans, lo cual termino en una pelea entre ambos.

~♡~

Tom estaba feliz había logrado prenderle fuego a los idiotas que miraban demasiado a su Harry, con suerte eso los mantendría alejados, y aunque ese era un motivo de celebración su felicidad no provenía exactamente de este hecho. Había conseguido muchas fotos de Evans, en el estúpido club se comercializaban estas, algunas se vendían por unos cuantos galeones y otras, las "raras" eran usadas como moneda de cambio, Tom había encontrado la caja encantada donde todas las fotos se guardaban, fotos de Evans sonriendo, estirándose, corriendo, leyendo bajo un árbol, incluso una donde Evans dormía cerca del lago negro sin sus lentes puestos, parecía un ángel.

Las tomo todas y las colgó en las cortinas de su cama, ahora cuando se fuera a dormir estaría rodeado de fotos de su Harry que alimentarían su linda imaginación.

Sonrió por el recuerdo, eran altas horas de la noche y el iba en dirección a los dormitorios pero no a su dormitorio, gracias a que los Slytherin le respetaban y temían no había sido difícil para el encontrar al compañero de cuarto de Evans y hacer que este le diera acceso sin cuestionar nada.

Como se esperaba el chico estaba esperándolo en la puerta, al verlo hiso una reverencia y abrió la puerta para darle el acceso, hiso un gesto con la cabeza donde se insinuaba que se perdiera por el resto de la noche, poco le importaba si el chico tendría que dormir en la sala común mientras desapareciera.

Sus ojos fueron a la única cama ocupada viendo las cortinas cerradas y sintiendo los poderosos hechizos de privacidad, decidido levanto su varita, no los quitaría solo haría que estos le dieran acceso sin ser activados, después de unos 15 minutos lo logro, en su rostro se reflejo una sonrisa de satisfacción.

Corrió las cortinas verdes hacia un lado hasta que se relevo la figura de Evans durmiendo plácidamente, con cautela se quita la túnica revelando el pijama color esmeralda que llevaba debajo, levanto las colchas lo suficiente como para lograr acostarse y con un movimiento de su mano volvió a cerrar las cortinas y activar nuevamente los hechizos de privacidad.

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