Hoy me ha pasado una cosa muy graciosa que tengo que contar antes de que se me olvide.
Ocurrió durante la clase de historia. La profesora estaba explicando la segunda guerra carlista en España y yo estaba escuchando atentamente sus sabias palabras. En un momento dado, me da por mirar mi reloj, el cual tengo sincronizado con el que usan en el instituto para indicar el fin y el inicio de las clases. Mi reloj marcaba las 10:59 y faltaban tan solo nueve segundos para las 11:00, la hora a la que empieza el recreo.
La profesora ya estaba a punto de terminar su explicación, por lo que yo me quedé atento al reloj para ver el momento exacto en el que íbamos a poder irnos. Ocho, siete, seis... Miré a la profesora, la cual estaba se había ido a un extremo de la clase para captar la atención de los alumnos más alejados de su mesa. Volví a mirar el reloj. Tres, dos, uno...
Justo cuando se hicieron las 11:00 en mi reloj, precisamente el momento justo en el que la profesora terminó su explicación, exclamé.
- ¡Vámonos!
Sin embargo, el timbre no sonó al instante como tenía planeado. La profesora se tomó un segundo en girarse hacia mi.
- ¿A dónde? - Preguntó ella.
Justamente cuando termino de pronunciar la última sílaba sonó el timbre, y yo le hice un gesto con la mano diciendo "ahí tienes tu respuesta".
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Las Crónicas De Un Tipo Corriente
HumorAnécdotas de mi día a día que quiero contar por aquí (Aunque a nadie le va a importar).