Capitulo 5

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Narra Hunter <3

Cuando ví a mamá tirada en el piso toda maltratada tuve miedo, mucho miedo, papá le pegaba y veía lo mucho que ella estaba sufriendo, cuando me dijo que me fuera le obedecí de inmediato, corrí a la calle gritando por ayuda, con lágrimas recorriendo mis mejillas y sin alejarme mucho de casa para no perderme le pedí a una señora que me ayudara —¡Van a matar a mí mamá! ¡Porfavor ayúdeme! Mí papá se puso violento y la está golpeando ¡Tiene sangre! ¡Mucha sangre! Porfavor haga algo...! ¡Es en ese lugar de allí!— Exclamaba mientras tiraba de su ropa. Esa señora se asustó, e inmediatamente llamó a la policía, me ayudaron a tranquilizarme y me dijeron que los condujera al departamento, por suerte mamá me había enseñado como llegar.
Tiraron la puerta y me dejaron afuera con uno de los policías —¡Llamen a una ambulancia ahora mismo!— gritó uno de los policías...¿Habré llegado a tiempo?.

Narrador común~~

— Mami...porfavor no mueras, te necesito conmigo, Snowy también te necesita, mira...! Hasta vino a visitarte— Decía Hunter mientras sujetaba la mano de su madre, quien estaba recostada en la camilla del hospital. —Mami es fuerte, muy terca ¿Recuerdas? No me iré tan fácil cariño— Respondía Annette con una sonrisa a la vez que acariciaba la mejilla de su hijo, para luego saludar alegremente a Snowy con la patita. El peligro había pasado al fin, aquella mujer podía ver la luz del sol, la esperanza, y tenía las fuerzas suficientes para salir adelante junto a Hunter. Nathan obviamente terminó en la cárcel como debía ser y estaba pudriéndose allí, pagando por todo lo que había hecho, Annette pasó por un proceso de recuperación física y psicológicamente, pero aún habiendo pasado por tantos psicólogos le quedaron ciertas secuelas, ahora sufría de una enorme fobia a los hombres y no dejaba que ninguno la tocara o le hablara mucho.
Terminó orgullosamente sus estudios y comenzó a trabajar como mesera en un pequeño restaurante familiar, cosa que no funcionó porque golpeó en la entrepierna de uno de los clientes que sólo tocó su hombro para pedirle la cuenta; pero no todo iba tan mal, ya que luego fue a una gran editorial, y especificamente entró a la sección de novelas con el género de romance, en la cual prácticamente no habían hombres. Disfrutaba de su trabajo como editora, ya que de vez en cuando podía leer todo lo que le diera la gana; Hunter seguía asistiendo al jardín de infantes (kinder, no sé cómo le dirán), Annette de vez en cuando se permitía comprar un balde pequeño con pollo del KFC o dos combos de hamburguesas, y las disfrutaba con Hunter mientras leían juntos algún libro prestado de la editorial. Poco a poco ella fue tomando más confianza sobre sí misma, pero aquella fobia aún seguía allí, y algunas noches las pesadillas atormentaban su felicidad, los recuerdos de ese bastardo seguían vivos, rondando por ahí y acechandola.

En el cumpleaños número 24 de Annette, Hunter quiso hacer algo especial, se levantó temprano en la mañana y corrió a la cocina, buscó un saquito de té verde, el favorito de su madre y puso a calentar agua en la tetera eléctrica (bueno yo le digo pava eléctrica, no sé cómo le dirán ustedes), había estado observando cómo se hacía un té durante unos días y ya se lo tenía de memoria. También hizo pan tostado y le puso mermelada de naranja, con tres rebanadas pensó que sería suficiente; buscó una taza y colocó el té con mucho cuidado para no quemarse, junto con tres cucharaditas de azúcar y ya estaba todo listo...pero faltaba algo.
El niño salió al patio trasero y divisó un rosal, y alegremente fue a cortar una de las rosas que crecían allí, la más grande y la más hermosa, tan hermosa como su madre, pensaba; pero sin darse cuenta se pinchó con una de las espinas, terminó con una de esas heridas que todos nos hemos hecho sin darnos cuenta alguna vez.
Entró a la casa dando saltitos y eligió un vaso para poner la rosa, todo estaba listo, sólo faltaba despertar a mamá —¿Eh?— Dijo Hunter a la vez que miraba su dedo con un poco de sangre, pensó por un momento y corrió hasta el bolso de su madre, buscó una de las curitas con dibujos de animales y se la colocó rápidamente.
Luego de quedarse admirando por un momento los dibujos fue hasta la habitación de Annette, quien estaba desparramada sobre la cama con las sábanas totalmente desordenadas —¡Maaaaaaaaaaamiiiiiiiiiiiiiiii! ¡¡¡Feliz cumpleaños!! Despiertaa~!— Exclamaba el niño mientras la movía de un lado a otro. —¿Por qué este amanecer tan repentino?— respondió ella a la vez que reía levemente al acariciar la cabeza de Hunter. Él la condujo hasta la mesa de la cocina, en donde la esperaba un bonito desayuno decorado, le sorprendió el hecho de que a pesar de su edad, un niño de seis años fuese capaz de hacer un desayuno, pero mas importante, se alivió de que no decidiera usar la cocina o al menos intentarlo.
Annette le agradeció enormemente, hacía mucho tiempo ya que no disfrutaba de su cumpleaños; aspiró la fragancia de la rosa no sin antes preparar un vaso con leche chocolatada para Hunter, y se sentó a disfrutar de la sorpresa. Compartieron las tostadas con mermelada mientras veían algún que otro capítulo de Los Imaginadores (Imagination Movers) que encontraban por Netflix.

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Por fin es felíz mí querida Annette ;-; no crean que yo no sufrí cuando escribía las escenas violentas

Y por cierto, hoy estuve muy activa ¿Vieron? Dos capítulos de cada novela está bastante bien creo.

Si les pareció entretenido no se olviden de darle a la estrellita de acá abajo que no cuesta nada y hace muy feliz a su escritora que tantas ganas le pone :''

Nos leemos luego~

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⏰ Última actualización: Jan 29, 2019 ⏰

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