Capítulo 4

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Durante toda la noche no pegué ojo, obviamente no podía quedarme despierta, si alguno de los amigos borrachos de Nathan me encontraba no sé qué haría conmigo. Finalmente en la madrugada se fueron todos, pude tranquilizarme y esperar pacientemente hasta que saliera el sol para entrar al departamento.

Todo transcurrió normal, ayudé a Hunter a alistarse, desayunamos, lo llevé al jardín de infantes (kinder) y especialmente esa clase me quedé con él; al regresar cociné una sopa de verduras para mí y para mí hijo, ya que Nathan dejó una nota avisando que tendría un almuerzo con sus compañeros.

La comida fue bastante animada, Hunter relataba con emoción cómo había salvado a un pobre gusano de la tiranía de una de sus compañeras, al dejarlo sobre la tierra húmeda y entre algunas plantas del patio trasero en donde salían a jugar durante el receso; yo claramente le daba toda mí atención, habían veces en las que me llegaba a sorprender el cómo es capaz de narrar algo tan detalladamente.
Luego del almuerzo jugué con él durante toda la tarde, y al anochecer lo bañé y lo arropé en su cama junto a Snowy, su inseparable osito de peluche; Nathan nunca apareció si no hasta la mañana siguiente, en la que entró de improvisto totalmente borracho, tuve que atenderlo, darle agua, cuidarlo y demás porque el estúpido se la pasó bebiendo whisky con sus amigos la noche anterior según lo que me había contado entre otras anécdotas ocurridas en un reconocido cabaret en las afueras de la ciudad.

Los años pasaron, Hunter ya tenía cinco años y estaba dotado de una gran inteligencia, era un niño adorable, cariñoso y considerado, de cabello castaño claro y lacio con reflejos naturalmente rubios, un flequillo recto un tanto desprolijo y ojos negros, negros como la noche, y brillantes como las estrellas.
Las golpizas se intensificaron, y ahora al parecer me habían quedado algunas quemaduras permanentes... Okey, por lo menos sobrevivo y estoy sacando adelante a mí hijo cómo puedo; adelgacé un poco durante estos años, me fui pareciendo un poco a un saco de huesos por lo mal que me alimenté, culpa de Nathan que casi ni me da dinero para comer y me prohíbe trabajar, cosa que hace que tenga que reducir bastante mí ración para que Hunter coma bien, saludable y como tiene que ser.

Una mañana como cualquier otra, me levanté a hacerle el desayuno a Hunter, justo antes de que fuese a despertarlo entró Nathan dando un portazo detrás suyo y arrojando su portafolios al sofá. –Oh, volviste rápido...¿Qué fue lo que ocurrió?– Pregunté con tono calmado. –Me echaron del trabajo por golpear a mí estúpido ex amigo cuando me estaba insultando. Claaaro, porque el imbécil insulta e insulta, pero cuando llega el jefe se victimiza y actúa como una maldita perra sumisa– Respondió enojado y frustrado, mientras se sentaba en el sofá prendiendo un cigarrillo.

Me acerqué a él con un vaso de agua, ofreciéndolo con una sonrisa gentil para que no se enojara más, pero resultó todo lo contrario; aventó el vaso al suelo, el cual se rompió al caer. Comenzó a decirme que era igual que él mientras me apretaba la muñeca con una fuerza increíble; comencé a pedirle que me soltara. —Tu también eres una maldita perra sumisa, eres igual, pero más inútil y estúpida, inservible y repugnante— Al momento de decir lo último me lanzó al suelo, dejándome caer sobre los trozos de vidrio y cortando mis brazos; sacó su cinturón y comenzó a golpearme y a patearme en el estómago mientras me insultaba con más intensidad. —¿Mami...? ¿Qué está pasando?— preguntó Hunter mientras salía de su habitación en pijama mientras se frotaba los ojos y con Snowy en brazos.
Se quedó totalmente paralizado cuando me vió en el suelo, con sangre en mis brazos, manos y labios, moretones y raspones, con el rostro empapado en lágrimas y dolor. Nathan le dirigió una mirada asesina, llena de odio, desprecio, e inmediatamente comenzó a sollozar. —Estoy hablando con la zorra de tu mami ¿Okey? Así que no se te ocurra interrumpirnos ¡PORQUE NO ESTOY DE HUMOR!— Y con este último grito pateó una vez más mí estómago, haciéndome expulsar sangre por mí boca. Como pude le dije a Hunter que se fuera, no quería que me viera así, no quería que tuviera esta imagen tan violenta en su memoria.
Inmediatamente él corrió fuera del departamento cerrando la puerta detrás de él...

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Perdón!!!!! Ya sé que estuvo muy violento pero tranquilos, hoy mismo subo la siguiente parte y sin desesperación plz, todo va a mejorar ;-;

Si les pareció interesante denle a la estrellita de acá abajo que no cuesta nada y hace feliz a esta escritora que tantas ganas le pone :''

Nos leemos luego~

No Me Toques...No Te SoportoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora