Capítulo 5.

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Con Sonic.

—¿Y eso?

—¿Y eso qué? —pregunto confundido mientras acomodaba unos libros en una estantería.

—Estabas hablando con el Alpha, y que yo recuerde dijiste que no querías ni acercarte a el.

—P-Pues se me acerco su mascota y el se acerco a saludarme, no podía negarme —dijo con rapidez.

—Ajá te creeré, no se porque siento que nos ocultas algo a mi y a los chicos.

—No como crees, aparte tú sabes que tengo mis propias cosas personales pero fuera de eso, ¿dónde está Silver?, no lo vi en toda la mañana.

—Jaco lo mando a las montañas por una misión.

—¿Fue solo? —pregunto enojado mientras sus pupilas se hacían rasgadas.

—Si... —dijo mientras bajaba sus orejas.

—Jaco sabe que las montañas son peligrosas para alguien que va solo, los Peths lo atacarán sin dudarlo.

—Lo se Sonic, pero no puede hacer nada. Además no tiene de otra, es el único dragón blanco de la Isla recuerda que Cristal falleció hace unos meses.

—Si lo se, solo que me parece injusto. Pero se que Silver podrá lograrlo solo, esa es una habilidad de el que lo hace especial —comentó dejando el último libro en su lugar.

—Te voy a sacar más plática cuando estemos haciendo esto, así sí terminas rápido —mencionó riendo recibiendo una mirada de enojo por parte del otro —. Okey ya paro.

—¿Y Manic? Pensé que también vendría.

—Tuvo un problema y se quedo a arreglarlo pero dijo que no te salvabas de haber llegado tarde anoche —comentó comenzando a caminar hacía la casa del cobalto.

El cobalto paso una de sus manos detrás de su cabeza rascándose con nerviosismo y lo siguió alcanzando a ponerse a su lado.

—Pero aún así, ¿qué hacías en el bosque? Se supone que no te gusta ir allí.

—P-Pues quise salir a pensar después de lo que había pasado con el Fénix del Alpha. Admito que sí me asuste y estaba un poco mal de la cabeza.

—Ah pues espero y solo sea eso muchachito.

—Claro, te lo aseguro.

El lobo lo miro por un momento y volvió su vista al frente. Sonic solo suspiro y rápidamente algo paso por su cabeza.

¿Sería bueno salir a dar un paseo en la noche?

—Y por cierto —comentó recibiendo la atención del cobalto —. ¿Por qué hay supresores en la cocina de tu casa?

—A-Ahh porque, pues no lo se. Los encontré y pues decidí dejarlos allí por si se llegaban a necesitar —explico con nerviosismo mientras sentía la mirada pesada del lobo.

—Haré como que te creo pero por si las dudas le preguntaré a Manic.

—¡No!

El lobo lo miró confuso por su repentina respuesta.

—D-Digo, no hay necesidad de que le preguntes, yo se lo diré cuando llegue a la casa.

—Ésta bien, confiaré en ti.

El cobalto dio una sonrisa.

—Bueno, tengo que ir a ayudar en el ganado pero después hablaré contigo jovencito.

—¡Si claro no te preocupes, te estaré esperando bueno me tengo que ir adiós! —sin darle tiempo a terminar se fue corriendo dejando al lobo con la palabra en la boca.

—Ay Sonic, ¿qué haremos contigo? —pregunto a la nada y tomo su camino.

El secreto de mi dragón ||Shadonic||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora