Capítulo 8

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Aquel dragón volaba a su lado, se le notaba feliz y tranquilo. Shadow al verlo desapareció todo rastro de enojo u otra cosa parecida a lo anterior. Amaba cuando ese ser llegaba y lo hacía olvidarse de todo y de todos.

El dragón fue un poco más adelante y comenzó a volar un poco más rápido, el azabache no espero ni un minuto más y lo comenzó a seguir.

Fire contento los comenzó a seguir.

Fueron volando sin alejarse de la Isla, volaron hasta arriba y llegaron a un lugar donde todo estaba oscuro y solo se veía una luz blanca que iluminaba todo.

Lo sé, raro.

Pero para ambos era mágico, lograron llegar hasta la cima y se mantuvieron en el aire viéndose fijamente. Hasta que el azabache decidió hablar.

«Como no me has dicho tu nombre y no veo indicios de que me lo digas, te llamaré Morita» —dijo sonriendo.

El dragón se sonrojo por ese apodo, cuando el Alpha se lo proponía podía llegar a ser un reptil muy tierno.

Shadow le dio una lamida en la frente y Morita solo se sonrojo por ello, sonrió apenado por aquella muestra de afecto. Morita voló hacia otro lado seguido por Shadow y su mascota.

El azabache seguía de cerca a su pareja, aunque ahora se daba cuenta que no era su pareja oficialmente pero por ley él era de el. Todavía no era tiempo de pedirle formalmente que fuera su novio, pero lo haría muy pronto.

Después de un rato llegaron a la pradera donde se conocieron, Morita aterrizó de manera elegante mientras veía a Shadow aterrizar detrás de el.

«Supongo que es el momento donde tienes que irte» —comentó desanimado.

Morita solo asintió.

«¿Cuándo podré saber quien eres? ¿Cuándo sabré quien se esconde detrás de esa transformación? —pregunto con la esperanza de que Morita le dijera algo con su voz.

Morita se acerco a el y solo frotó su cabeza con la del contrario, Shadow frotó con un poco más de fuerza pero sin lastimar al otro y comenzó a chillar.

Como una cría después de ver a su madre por tanto tiempo que estuvieron separados.

Morita solo sentía lástima y pena, no quería herir a su Alpha pero no podía revelarle aún quien era. Le dolía en el pecho que se sintiera de esa manera pero no podía hacer más, no cuando el miedo no te deja avanzar.

Se separó de el y soltó un maullido, no quería dejarlo así pero si no regresaba levantaría sospechas y era lo que menos deseaba.

«Prométeme por favor, que algún día sabré quien eres» —pidió de manera suplicante mientras veía como su Morita dudaba.

Y este simplemente; asintió.

El azabache sonrió un poco, al menos ya sabía que algún día sabría quien era su mate.

Morita voló y desapareció.

Shadow volteó a ver a Fire que se encontraba en una rama observando todo. Se transformó para que este se pusiera en uno de sus brazos.

—¿Crees qué lo conozca en realidad?

Fire solo asintió con rapidez y emoción, oh si que lo conocía y ya había interactuado muchas veces con él.

—Espero y tengas razón Fire, no como la vez anterior.

Fire solo le gritó y le dio la espalda sacando una risa por parte del azabache.

—Hay que regresar, Knukcles me dijo que Infinite vendría hoy y tengo que ir a recibirlo antes de que se asusten como con Valentina.

Regresaron al pueblo y Shadow se dio cuenta que el chacal todavía no llegaba, mejor para el.

Se dirigió a la casa y observó a su hermano leyendo un libro y lo saludó pero este lo vio seriamente.

—Mephiles, ¿qué te sucede?, estás más serio de lo normal.

El grisáceo solo cerro el libro y se levanto quedando a la misma altura que Shadow.

—Tengo que decirte algo.

—¿Qué pasa?

Mephiles tomo aire y soltó una frase que el azabache no esperaba para nada, ni había pasado por su cabeza.

El secreto de mi dragón ||Shadonic||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora