Érick mira a Joel después de haber escuchado las notas finales. Quiere ayudarlo pero sabe que eso es casi imposible.
Joel es una persona solitaria. No tiene amigos. Todos dicen que anda metido en las drogas.
- hola- dice sentándose a su lado.
El mayor lo mira examinándolo para luego voltearse ingnorandolo como lo hace con todos que quieran acercarse a él. No quiere a alguien que solo lo juzgue. Suficiente tiene con su familia.
-quieres un poco- le ofrece un poco de sus papitas fritas. No recibe respuesta y eso lo esta haciéndo sentir mal.
- se que lo que dicen de ti no es verdad - suelta dando un suspiro.
-¿y que se hace pensar eso? - contesta por fin el rizado Sonriendo irónicamente
- la gente suelen hablar muchas cosas y no necesariamente tiene que ser cierto.
- ¿que es lo que quieres? Nadie se acerca a mi por que si.
- quiero conocerte - responde mordiendose los labios. Tiene miedo.
Joel agarra su mochila levantándose de su asiento y empieza a caminar hacia la salida.
Érick tarda un poco en reaccionar y se para también para ir tras él, parandose delante
- por favor
Joel mira a su alrededor asegurandose que nadie los este mirando. Érick le parece un chico lindo y quizás se pueda divertir con él.
- bien- saca un papel de su bolsillo - te espero en mi casa hoy a las 4 de la tarde - dice dándole el papel, saliendo inmediatamente de ahí.
Érick tiene una gran sonrisa, no creyó que fuese tan fácil tratar con él.
