#32: ¿La verdad?

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JUNGKOOK' POV:

—No— volvió a negar Taehyung.

—¿Por qué no?— preguntó Namjoon.

—Porque no— dijo frunciendo aún más el ceño Taehyung, poniéndose nuevamente en estado de negatividad.

Volqué los ojos. Estos chicos eran peores que unos niños pequeños. Llevaban casi quince minutos con la misma absurda pelea: Namjoon quería unirse al juego de las veinte preguntas, mientras que Tae se negaba rotundamente. Era cómo dos ratas pelando por un pan, o dos niños pelando por una paleta, la misma cosa.

¿Tan difícil le era aceptar a Tae que Namjoon se nos uniera y todos pudiéramos llevarnos bien por primera vez en la vida?

—Cuatro ojos— insultó el chico frente a mí, provocando que yo me pusiera a la defensiva, listo para atacar y salir en rescate del débil Namjoon.

—Idiota sin cerebro— contraatacó él chico de lentes.

Aguante, ¿vieron el tamaño de esos huevos? Y yo disque lo iba a defender.

Admito que también me asusté un poco pensar en que Namjoon podría estar convirtiéndose en algo que no era, pero me limité a suponer que ya sabía defenderse sólo, por lo que, prácticamente, ambos podían establecer una pelea relativamente uniforme.

En conclusión, Namjoon crecía más rápido que niño tomando Pediasure y por eso ya podía dejarlo solo, me podía ir de allí para dejar de escuchar sus estupideces.

Me levanté del pasto sin que siquiera se dieran cuenta de mi ausencia y me encaminé en dirección a casa, sin querer perderme de camino como unas muchas veces me había pasado antes.

La verdad, estar allí en la plaza con ese par de chicos no me ayudaba en nada. Desde que Taehyung me había dicho que me quería, para mí todo había sido extraño y diferente entre nosotros. Estaba acostumbrado a nuestra relación de odio, aquellos momentos en que quería golpearlo con un bate por ser tan bipolar y aquellos momentos en los cuales él era el que quería golpearme con el bate por ser tan cabezota.

¿Dónde mierda habían quedado esos momentos donde a mí no me interesaba lo qué él hacía y él no se interesaba en lo que yo hacía? ¿Se habían ido al mismo lugar donde estaba mi dignidad? Porque ya no los encontraba.

Ugh, ¿por qué rayos tenía que venir ese simio y arruinar todo?

Taehyung había estado romántico desde aquella mañana y se volvía irritante. No me gustaba que se comportara así conmigo, cómo si fuéramos novios o algo por el estilo. Finalmente yo... yo no lo quería.

¿Cómo se tomaría eso sí se lo dijera? Probablemente no muy bien.

Un chico con ropa deportiva que pasó a mi lado trotando me sacó de mis pensamientos. Y, sin darme cuenta, a mi cerebro se le dió por funcionar.

Ropa deportiva.

Deporte.

Chico.

Amigo.

Amigo deportista.

Campeonato.

¡Jimin!

Revisé la hora en mi reloj de muñeca y noté que eran las once de la mañana. Maldición, el partido de Jimin iniciaba a las diez y cuarto. Empecé a sacar las cuentas en mi cabeza y me di cuenta de algo:

Que si no corría en dirección a la escuela en ese mismo instante ni siquiera llegaría a ver a los tipos que limpiaban el desastre del partido.

Y sin pensármelo ni un segundo más, empecé a correr tan rápido que ni yo sabía que podía ir a esa velocidad.

Viviendo con el Nerd | vkook. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora