Jinyoung no tenía una respuesta para Jaebeom. Ninguna explicación de por qué no había simplemente matado al hombre como se suponía que debía hacer ese día, que parecía tan lejano ahora, así que él no dijo nada en absoluto. 

Jaebeom lo dejó después de eso. Afirmó tener algunos negocios con su manada y dijo que regresaría pronto con más comida y ropa. Diciéndole también a Jinyoung que debería dormir más si lo necesitaba. 

Jinyoung se imaginó que él no iría a ninguna parte, no realmente, por lo tanto accedió a quedarse quieto. Vio, una sensación de tristeza abriéndose paso a través de él y pareció tragárselo entero, mientras Jaebeom dejaba la casa. La puerta no golpeó, pero él sintió como si lo hubiese hecho. 

Las persianas de madera de la ventana estaban abiertas, y Jinyoung miró a Jaebeom cambiar a su forma de lobo y huir. Su hambre no le dejaría mantener su mente en el lobo por mucho tiempo. Tenía que terminar su comida. 

Había demasiado, esperaba llenarse alguna vez, aunque no estaba seguro si  podría parar aun así.  El niño dentro de él era tan voraz como él. 

Solo esperaba que no saliera como un bebé de nueve kilos. Sería absolutamente lo peor. 

¿Cómo siquiera iba a darlo a luz? Tembló sólo pensando sobre ello.

Al menos la comida era deliciosa. Se hartó y bebió hasta que ya no quedaba nada. No estaba seguro de donde poner su bandeja, por lo tanto la dejó en el suelo al lado de su cama. Con suerte, no habría ratas o ratones que vendrían en busca de migajas.

 Jinyoung se dio vuelta en la cama, su nueva cama que olía vagamente a Jaebeom. 

Entrecerró los ojos al ver algo raro , extendió la mano y tiró de un pequeño pelo plateado de lobo de la manta. Quería reír. Jaebeom debía de haberse acurrucado aquí en su forma de lobo una vez o dos. Su pelo estaba en la ropa de cama. 

Eso estaba bien. Jinyoung inmediatamente decidió que no le importaba. Le gustaba. 

Sus pies se sentían un poco mejor al menos, aunque despertó ante la sensación de manos sobre él, y saltó un poco. Ni siquiera se había dado cuenta de que se había dormido. 

Un hombre estaba allí. Había un hombre en la cabaña con él, sentado en un taburete junto a su cama. Este hombre no era Jaebeom, y claramente se habían sorprendido el uno al otro cuando Jinyoung se movió. 

-¿Quién eres tú?-  Jinyoung preguntó, su voz calma a pesar de los latidos de su corazón. 

Si trabajara un poco más rápido, el músculo se paralizaría en su pecho y él probablemente moriría. El hombre con el suave cabello rubio se rascó la mejilla. 

-Oh, bien, uh, esto es un poco raro. ¡Jackson! - Llamó. 

Sonaron pasos, y otro hombre abrió la puerta. El rubio sonrió a Jinyoung, como si la presencia de este hombre se suponía que lo consolaría. No hizo nada para consolarlo. 

-¿Quién eres tú? ¿Dónde está Jaebeom?

 Jackson, que era mucho más grande y más aterrador que el hombre con el cabello rubio, caminó hacia adelante. Sus ojos eran severos y Jinyoung tenía la impresión de que el hombre estaba mirándolo. 

- Nuestro alfa tiene que cazar para la manada. Pidió a Mark que cuidara de tus pies y te preparara un baño hasta que vuelva.

-¿Mark?

El hombre que al parecer era Mark sonrió y saludó tímidamente hacia él. 

-Sí, él quiere decir yo.

NTS [BNIOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora