• Ojo por ojo, diente por diente •
✖ Violencia
✖ +18El líquido caliente bajaba en un hilo rojo por sus piernas y su lengua estaba sangrando por completo pues en busca de sedantes mordió ésta. El arma entraba y salía sin cuidado de sus paredes vaginales. Sus lágrimas podían formar un pequeño charco al rededor de su mejilla derecha en la que estaba apoyada.
Asui sólo suspiraba ante el mórbido escenario, y Ashido cerraba los ojos con fuerza tratando de aislar el aterrador sonido que creaba el acto.
—Gravedad-chan ¿Por qué cooperaste con el ganado? —decía victimizandose.
Ardía, dolía de sobre manera, se suponía que no debía sentir dolor alguno, pero eso funcionaba externamente.
Era un maldito infierno.
—Detente, por favor —chilló en un hilo. Era aberrante, estaba siendo penetrada por la punta de una metralleta quizá, ni siquiera había puesto atención a las armas de los guardias.
—Claro —dijo Asui tronando los dedos.
Ahogó un alarido cuando el metal salió de su vagina, dejando correr un gran hilo de sangre por sus piernas.
Mina miró aterrada por el rabillo del ojo, ellos se acercaban a ella.
El guardia sonrió bajando la pantaleta de Ashido.
—Por favor, no, no ¡Por favor, no! —berreó intentando moverse.Preparó el arma limpiando la sangre residual de la castaña.
—Momo Yaoyorozu —masculló Uraraka llorando. —Ella, el arma es de ella, su Quirck es creación y el aroma que emite es el de ella. Por favor no le hagan nada —chilló.
Mina miró atónita a Ochako, las lágrimas corrían rápido por sus mejillas rosadas.
El arma sólo la rozó y el hombre miró a Tsuyu.
—Momo Yaoyoruzo —dijo pensativa. —Ya veo, esa información es muy valiosa, Ribbit —suspiró. —Pero, jamás he visto a alguien de piel rosada siendo bendecida por plomo.
—Deja de decir mierdas —masculló Ochako. —Te he entregado a mi amiga de infancia, te he dicho su nombre, Quirck, todo —su voz se entrecortaba. —Sólo déjala, ya viste conmigo.
—Tu piel es linda, pero no rosa, sólo será menos tiempo —dijo restándole importancia.
—Por favor —imploró Uraraka llorando más fuerte. —Por favor, déjalo así, no te cuesta nada.
El corazón de Ashido estaba como loco, miraba el rostro de Ochako, tratando de analizar todo lo que dio en un segundo por ella.
El arma presionó en su entrada, Mina se puso más ansiosa.
—¡Detente! ¡Detente! —comenzó a gritar Ashido moviéndose duramente. Los demás guaruras la inmovilizaron.
—¡Asui, déjala! —Ochako intentó levantarse pero el ardiente dolor la inmovilizaba. —¡Déjala!
La peliverde se levantó de su asiento y caminó frente a Uraraka ignorando su pedido. Pisó con fuerza la cabeza de Uraraka contra el suelo, colocando el tacón sobre su cien.
—Mira castaña, soy la dueña de éste mundo, todos aquí son de mi dispocisión —dijo amable— ribbit.
—Ojalá te pudras en el maldito infierno, perra de mierda, ojalá y te pudras en vida —gruñó Ochako apretando los dientes.
Los alaridos eran ensordecedores, las clemencia y gritos eran desgarradores.
—Por mi maldita existencia, juro que te voy a hacer sufrir —masculló Uraraka exahusta.
Las tomaron por debajo de los hombros y arrastraron por los pasillos a vista de todos. Coloreaban el suelo con matices rojos, mientras sus miradas se apagaba momentáneamente.
Las caras llenas de lástima, de empatía y de horror no faltaron.Kaminari miró el estado de ambas, y sin dudarlo abrió las puertas de su zona.
Asustado miró sus estados, se echó hacia atrás y cubrió sus labios sin éxito. El líquido salió por sus labios mezclándose con lágrimas.
Ochako estaba llorando amargamente, la culpa engullía su empatía y el deseo de venganza extinguia su humanidad.
—Perdoname, hice todo lo que.. —Su corazón era estrujado. —Por favor, perdóname. —Chilló acercándose a rastras hacia Ashido, quién daba pequeños espasmos quizá por el shock.La abrazó fuertemente, Mina producía ácido como loca, quizá como autodefensa estancada, su piel se fundía y ardía momentáneamente.
—Perdón. Te juro que la haré pagar.
Denki informó del estado a Bakugou, quién de inmediato fue a ver el estado de sus presas.
Apretó los dientes indignado.A Mina le tomó tres días salir de aquél transe, Ochako no podía siquiera dormir, a pesar de que inyectaban sedantes a cada instante en ellas; ambas habían salido con los esfínteres dañados, lo que significaba que no podían controlar sus vejigas y terminaban orinandose.
Debían esperar a que todo dentro se reconstruyera y sanara.—Ochako —llamó.
La castaña sólo movió un poco el cuerpo haciéndole saber que la escuchaba.
—Nos vengaremos ¿Verdad?
—Si.
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Gʀᴀᴠᴇᴅᴀᴅ ɪɪ
Fanfic[ᴘᵒʳᵗᵃᵈᵃ ʸ ˢᵉᵖᵃʳᵃᵈᵒʳᵉˢ ʰᵉʳᵐᵒˢᵃ ᵖᵒʳ ᵉˡ ᵃᵐᵒʳ ᵈᵉ ᵐⁱ ᵛⁱᵈᵃ @ᵃⁿʲʰᵉˡᵃ₉₇] 2do libro de Gravedad. Ochako Uraraka ha sido inculpada del atentado contra el enjambre y la regidora, por consecuencia fue arrastrada con Mina Ashido hacia las garras de Asui Tsuyu...