Hola, soy Ethan Miller. Siempre fui una persona muy diferente a las demás, por esta razón andaba solo la mayoría de las veces. Recuerdo que en la escuela tenía muy pocos amigos. Podía contar con los dedos de mi mano los pocos amigos que tenía. Los niños de mi escuela me veían raro porque me asustaba de las personas sin sentido, pero yo si tenía razones para tener miedo. A veces veía gente que tenía partes de animales patas de caballo, cuernos de toro, ojos de gato, etc. Mis padres me llevaban al psiquiatra todos los fines de semana, pero era en vano, nunca iba a dejar de ver estas cosas. En ocasiones veía sujetos que desprendían un gran calor de su cuerpo, estaban en llamas.
Siempre fui un chico muy inteligente la mayoría de la veces recibía honores, eso era algo que le molestaba mucho a mis compañeros. Cuando estaba en octavo grado y tenía 14 años las cosas se salieron de control. De alguna forma se enteraron que yo no era normal, todos sabían que yo tenía visiones, pero no creían que fueran reales. A pesar de esto tenía dos amigos incondicionales; Erick García y Liam Smith, los dos tenían mi edad. Todo el tiempo andábamos juntos en la escuela, los demás decían que parecíamos novios, pero que más da, éramos los mejores amigos. Erick era un chico muy despistado, no le ponía demasiado interés a las clases, a veces le iba mal en algunas asignaturas por esto. Cuando Erick decidía ponerle interés a las cosas era totalmente distinto, en ocasiones investigaba temas por sí mismo, parecía un científico loco dándonos sus propias teorías. Liam era alguien que le gustaba leer libros de todo tipo, decía que era mejor saber poco de muchos temas, que mucho de un solo tema. Muchas veces no hablaba con nosotros por estar leyendo alguno de sus libros. De todas formas era muy callado, hasta con sus propios amigos. Sentí que nunca lo llegué a conocer del todo.
Cuando salíamos de clase nos gustaba ir a la biblioteca. En el vestíbulo de la biblioteca siempre estaba el señor Williams, un sujeto muy elegante siempre con traje y sombrero, su mirada era penetrante, sentías que sus ojos oscuros te seguían a todos lados. El señor Williams nos recibía con un saludo muy cordial y de ahí en adelante no hablaba más con nosotros, hasta que nos íbamos en la noche. Liam iba a leer cualquier libro que se encontraba en la estantería. Yo hacia los deberes, si me quedaba tiempo leía un poco. Liam era todo lo contario, primero terminaba de leer su libro y después hacia los deberes. Cada uno tenía sus prioridades. A Erick por su parte no le gustaba hacer los deberes, Liam y Yo lo ayudábamos a terminarlos, siempre le explicábamos el tema para que cuando tuviera que hacer el examen no le fuera tan mal.
Erick no le veía interés alguno a ir a la biblioteca. Un día cuando había acabado mis deberes buscaba algo que leer en la biblioteca, me di cuenta que un libro estaba en el suelo, se calló de la estantería. Se llamaba "El libro oscuro" por Dante García. Llamé a Erick y le dije.
-Mira, Erick es tu hermano. Era solo una broma, Erick no tenía hermanos.
-No seas tonto, si tuviera hermano no fuera tan idiota como para escribir un libro.
-Deberías leerlo, tal vez sea tu hermano perdido. –Dije mientras puse mi mano en su hombro.
-Lo leeré 5 minutos y si no me gusta no vuelvo a tocar un libro en mi vida
Dejé a Erick con el libro mientras fui a buscar uno que ya había empezado hace un tiempo. Se me pasaron las horas, el libro me sumergió y olvide a Erick. Él ya había leído el libro por más de una hora.
Fui donde Liam y le dije que Erick estaba leyendo un libro. No me creía, tuvo que ir a comprobar con sus propios ojos, en efecto aún seguía leyendo. Lo dejamos tranquilo para que seguiría en lo suyo y en la noche cuando tuviéramos que ir nos contara.
Ya eran las 9 de la noche e iban a cerrar la biblioteca. Salimos a la calle, nos miramos las caras, estábamos sorprendidos por Erick.
-¿Y? ¿Te gustó? –Dije con una sonrisa de oreja a oreja en mi cara.
-Ahora si eres uno de nosotros. –Dijo Liam de forma sarcástica.
-Creo que a alguien le gustó un libro –Afirmé.
-Después hablamos, tengo muchas cosas que hacer –Dijo Erick y salió corriendo.
Al día siguiente en la entrada de clases Erick no dejó que nos sentáramos, nos gritó diciendo que leyó algo muy importante.
-¿Qué leíste? –Dije entre muchas risas.
-Científico loco –Murmuró Liam.
-¿De qué era el libro? –Pregunté sin que pudiera hablar Erick, estaba muy intrigado.
-Era de demonología –Afirmó Erick.
-Pero ya di que es lo que leíste, idiota –Dijo Liam agarrándose la cabeza.
-Resulta que las visiones de Ethan no son ningún juego, las personas que él ve en realidad son demonios que están camuflados en la sociedad. Dependiendo de las partes que tenga y el número de ellas define el poder que tienen. Se dividen por clases, pero aún no encuentro el libro adecuado que me lo explique con claridad. Las personas como Ethan son llamados videntes y son muy peligrosos para los demonios. Aún no logro saber por qué los demonios se encuentran en la sociedad, ni que consecuencias traen.
-No sé qué decirte –Dije con voz temblorosa.
-Quiero que sepan que hoy es mi último día en la escuela, saben que esto nunca fue lo mío. Si es necesario me iré de mi casa para dedicarme a esto tiempo completo, no me importa si tengo que trabajar y vivir en la calle, al fin y al cabo ir a la biblioteca es gratis.
-¿Qué estás diciendo? ¿Estás loco? –Dije con un tono muy fuerte.
Liam por su parte solo escuchaba.
-¿Qué es lo que quieren? ¿Qué esté en algo que no me gusta? –Preguntó Erick.
-Entiendo, cuando eres un científico loco llegas a esos extremos –Dije entre lágrimas.
-Seguiremos en contacto, me pueden encontrar en la biblioteca.
Nos dimos un abrazo grupal y nos despedimos. Liam y yo entramos a clases como todos los días.