Siempre he sido alguien observador. Me di cuenta que los lunes a las 7 de la mañana siempre llegaba un camión de suministros a la escuela, dejaban los encargos y se iban, se demoraban entre 25 y 27 minutos. Esto dependía si el vigilante de la puerta tenía su café, a veces salía a las 7:20 AM a buscarlo y regresaba a las 7:25 AM para abrir la puerta. Cada 15 días el vigilante llamaba a su madre a las 7:20 AM y hablaba entre 2 a 3 minutos con ella, por esto salía a buscar su café a las 7:22 AM y regresaba para abrir la puerta a las 7:27 AM. Me di cuenta que los que operaban el camión eran unos irresponsables nunca usaban el espejo retrovisor.
Henry siempre ha sido alguien muy ambicioso, no le importaba lo que tenía que hacer para conseguir dinero, había rumores que robaba a estudiantes al salir de la escuela.
En esos días estaban arreglando la entrada de la escuela, terminaron la obra un domingo. Se me iluminó la bombilla.
Entrabamos a la escuela a las 6:20 AM. Llegué lo más temprano posible, a las 6:15 AM. Fui a revisar la entrada, me di cuenta que el cemento aún estaba fresco, la obra fue terminada en la madrugada. Introduje una moneda en el suelo y me fui a las clases. El cambio de clase era a la 7:20 AM. Recordé que el vigilante no había llamado a su madre hace 15 días. Cuando sonó el timbre de cambio de aula, fui lo más rápido que pude a la cafetería y compré un café. Se lo lleve al vigilante y le dije que se lo enviaron por hacer muy bien su trabajo. Hice esto para que el vigilante no tuviera que salir a comprar el café y así abra la puerta a las 7:25 AM. A las 7:23 AM. Me dispuse a llamar la atención de Henry, fui donde él estaba, me hice a su lado y le sonríe.
-¿Qué te pasa? ¿Ya sabes que animal soy? –Dijo con una sonrisa en la cara.
-Creo que decirte animal sería un halago para ti. Corrí lo más rápido que pude a la entrada y me escondí detrás de un coche.
Mientras el me buscaba se dio cuenta que había una moneda en el suelo, ya estaba seco el cemento, pero el idiota intentaba sacarla. Eran las 7:24 AM. Me escabullí detrás de Henry, fui donde el vigilante y le dije que en la cafetería estaba el rector Connor muy enojado porque no encontraba las llaves de su despacho. Por tal motivo el vigilante tuvo que dejar la puerta abierta un minuto e irse. Cuando eran la 7.25 AM. Henry seguía luchando por sacar la moneda del cemento y el camión ya estaba a punto de salir por la puerta, ¿Recuerdan que les dije que los que operaban el camión no usaban el retrovisor? Creo que esta es la mejor lección para Henry. Tenía que hacerlo entender que yo no era igual que él, por eso grité:
-¡Henry, ten cuidado con el camión!
Henry alcanzó a saltar a un lado y estar a salvo. Corrí donde él estaba y le di una mano.
-¿Estas bien? –Le dije mientras lo ayudaba a levantarse.
Me pegó en el estómago con la rodilla y salió corriendo.