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💫𝘼𝙡𝙞𝙨𝙤𝙣💫

La madre de Daisy me daba un poco de miedo, a veces daba miradas que me incomodaban, pero lo hacía con todo el mundo así que me quede tranquila.

Esa misma señora me invito a almorzar pero no acepte;

1. Por cortesía

2. Por que mis padres me habían dicho que no fuera tan tarde a casa.

Apenas salí de la acogedora casa de mi amiga y comencé a caminar rumbo a mi departamento, sentí que el sol me quemaba todas mis células existentes.

Bueno tampoco para tanto.

Este empezó a calentar mi cara, luego mi cuello, luego mis brazos y ahí supe que me hiba a quemar y no quería eso.

Decidí seguir el camino pero por la sombra.

El viento comenzó a recorrer mi piel ya un poco transpirada y fui feliz durante unos segundos.

Como ya dije, fue solo por unos segundos porque como siempre decía mi abuelo;

"La felicidad dura poco".

A lo lejos vi una alfombra de flores amarillas. Viento + Flores = Polen en el Ambiente. Polen en el Ambiente + Yo = Alergia.

La palabra 'peligro' apareció en mi mente.

A unos metros venia una ola polen que de seguro me daría alergia y las consecuencias no hiban a ser muy buenas... Así que decidí correr hacia un árbol cercano que estaba para el otro lado, y que me cubría del viento con 'peligro' perfectamente.

A los segundos llegue ahí y me puse en cuclillas junto al árbol.

Por las dudas tape mi nariz y mi boca con el cuello del pullover que llevaba puesto.

Esperé unos minutos hasta que el viento paro y pude respirar puramente sin necesidad de preocuparme.

Alrededor de el árbol en el que estaba protegida se encontraban muchos más árboles.

No tenía nada que hacer por la tarde así que decidí caminar un rato bajo los altos pinos.

Caminaba y las hojas secas hiban crujiendo bajo mis zapatillas blancas.

En ese lugar la temperatura era perfecta, hacia un clima cálido y ventoso a la vez.

El sol se escondía entre las hojas de los árboles y muy raramente me llegaba. Era perfecto.

No sabía que hora era pero según mi reloj mental eran las dos de la tarde y tenia que volver, mi familia se preocuparía si no habían señales de mi existencia en muchas horas.

Tome la decisión de pegar la vuelta y volver pero cuando intente hacerlo, lo más inesperado que pudo haber aparecido en esa maldita plaza, se encontraba ante mis ojos.

En pocos segundos me quedé sin palabras.

Mi cuerpo quería moverse y salir corriendo, pero no podía; mis músculos no se movían. Solo se movían mis ojos, que hiban de arriba a abajo, observando al mismo chico de la fiesta.

Estaba dormido, sus cachetes estaban inflados y sonrojados, no supe si era por cansado o por bronceado.

Estaba abrazado a una patineta como un niño con un juguete nuevo. Fue lo más tierno que vi en mi vida.

Vestía una remera blanca que marcaba todo su cuerpo y unos pantalones sueltos.

Mire sus zapatillas; eran iguales a las mías. ¡Que loco!

Su pelo estaba transpirado y el también. Seguramente había estado andando en skate.

Ahí supe un dato sobre el: le gustaba la patineta.

Mientras que lo observaba, seguía ahí parada, dura y tensa sin ningún movimiento.

Que hacía? Salía corriendo? Pero lo despertaría... y si se despierta que haría?

Me quedé congelada sin ninguna idea ni movimiento alguno.

Mientras que pensaba, observaba como dormía. No podía quitarle la mirada de encima. Era inconsciente.

Pensé un poco mas y paso por mi mente en que tal vez ese chico estaba ebrio y no había vuelto a su casa desde la fiesta, y si alguien le hacía algo? No podía permitir eso. Pero como lo impediría? Igualmente no podía ser porque tenía distinta ropa...

Lo despertaba. Lo hiba a despertar a ver si estaba consciente. Pero y si sigue borracho y me hacía algo? No lo conocía lo suficiente... Mejor no.

Mejor salía corriendo lo más rápido posible.

Decidí irme pero sin correr porque sino lo despertaría. Asentí segura, y comencé a caminar en puntas de pie hacia el lado contrario.

De repente escuche las hojas crujiendo y no era yo... El chico se estaba despertando. Era mi fin.

Como ya se deben imaginar mi corazón hiba tan rápido que sentía que se me salía por la boca. Mis manos sudaban el doble que en las lecciones orales del colegio.

Cruce los dedos y me di vuelta para ver si estaba despierto.

Mierda. Tenia sus ojos abiertos y no sólo eso; el me estaba mirando.

Esa misma mirada que la de aquella noche, me dejo LOCA.

Ya había pasado la suficiente vergüenza y presión. Decidí seguir caminando como si eso no hubiese pasado.

Mis mejillas ardían como fuego, de seguro estaba rojísima. El mismo sentimiento de aquella noche estaba presente; su mirada.

Estaba segura de que sus tiernos ojos estaban posados en mi. A los pocos pasos escucho un...

-Hey...-

Mi corazón se paro y dude seguir viviendo.

💫💫💫

💫ʏᴏᴜʀ ᴏᴡɴ ɢᴀʟᴀxʏ || ᴄʜᴀɴᴄʜɪxʙᴀɴɢᴛᴀɴ💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora