[ flashback ]
POV. Gizéh
Día de rondas, es decir, día aburrido de evaluación de pacientes. Cogí la historia clínica del primero que visitaría y toqué la puerta antes de entrar dándole los buenos días al pobre hombre recostado sobre la incómoda cama de hospital. Todo transcurría como de costumbre, extremidades semi-atrofiadas, olor a menta y quejidos de dolor.
¿Qué es ese ruido? -me preguntó el hombre arrastrando sus palabras-, se escucharon gritos y ruidos sordos en el primer piso. Probablemente una de las ambulancias había traído a una pandilla de motociclistas envueltos en un accidente.
Mantengan la calma, por favor nadie baje -ordené a los curiosos que habían salido de sus habitaciones, una viejita acompañada de su suero estaba acercándose al elevador- señora, no puede hacer eso.
Sin embargo me atacó con las uñas. El perchero que sostenía su suero no dejó que se siguiera acercando a mí, pero seguía lanzando palabras brutalmente agresivas y crudas. El hombre a quien había entrado a ver vomitó en cuanto el ruido se calmó, no entendía por qué era la única enfermera en el piso, no podía mantener el control sobre nueve personas a la vez.
¡Cuidado! -un paramédico con cubrebocas me tiró al suelo antes de que una de las enfermeras de turno me aplastara con su peso, quien cayó con fuerza al suelo y golpeó su cabeza haciéndole sangrar y por ende quedarse estática en su lugar, probablemente muerta.
El chico me arrastró hasta una ambulancia en la que habían más y más hombres, no entendía qué pasaba y nadie respondía a mis gritos. Alguien me dijo que se trataba de la rabia o la creación de zombies en secreto por parte del estado, el fin del mundo también surgió como una opción en mi cabeza, además, todos llevaban un cubrebocas menos yo. Pronto llegamos a otro hospital.
Esperen, ¿de qué se trata todo esto?, tengo que hacer rondas. ¿Dónde están Mêili y Zohar?, ¿por qué no responden mis malditas preguntas? -levanté mi voz mientras salíamos de la ambulancia-.
POV. Erick
Es mucha responsabilidad hasta para mí, esto ya no es encargarme del hospital, es encargarme de todos los sobrevivientes. ¿Es eso lo que está pidiéndome?
Corté la llamada minutos después sintiendo mi sangre fluir con mayor rapidez, sin embargo me haría cargo y mantendría a mi cuidado a aquellos que pudieran escapar del centro de la ciudad antes de que todo colapsara. Tendría que poner un sistema de seguridad para estar seguro de que ningún hombre o mujer infectados entraran, llenar las despensas...
Llegaron las ambulancias y fui a atender personalmente todos los casos de personas encontradas vivas, Seúl era un panteón a medias.
-¿Cuáles son sus nombres?
-Nana, Sally, Leviatán y Anneliese, todos menores de 40 años, van en el segundo registro.
-Entendido- me desplacé a la ambulancia más cercana a la entrada principal y volví a preguntar sus nombres.
-Luken, Noelle, Alana, Soleil...- alargó el brazo y negando con la cabeza destapó la bolsa que contenía al cadáver de una joven- y Émile. Todos entre los veinte y los treinta. Primer registro.
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Abnegación trucada.
General FictionDonde Gizéh salva a la humanidad, pero no como ella esperaba.