Capítulo 1.

171 1 0
                                    

Cumpleaños Feliz.

¿Quién podría imaginar que yo, Leyla Annette Fords acabaría así? Drogada, con alcohol hasta en lo profundo de mi sangre, sin tener un lugar donde dormir y a demás considerada puta para la mayoría de las chicas de mi preparatoria. Pero no, no es todo lo que hay en mi, en mi habitan más cosas, tan inimaginables que apuesto a que si se lo cuentan a algún compañero mío, no se lo creerá.

-----------------•

~Cumpleaños Número 17.

Mierda, estoy vieja.

*Estaba preparándome para ir a la escuela cuando escuché el timbre, bajé las escaleras al notar la insistencia de aquella persona, me preguntó por que mi madre no abre. Ah, ahora entiendo. La razón es que ella no está, no puedo creer que tan temprano se haya ido y sin siquiera haberse despedido de mi o al menos desearme un feliz día, ni por mi cumpleaños, en fin. Abro la puerta y veo a mis dos mejores amigas con dos bolsas, cada una sostiene una.

-Feliz Cumpleaños Ley- gritaron ambas en cuanto abrí

-Muchas gracias, está hermoso- les dijé mientras las abrazaba, me habían hecho un cartel con fotos de las tres juntas, las quería mucho a pesar de conocerlas hace poco, enserio se volvierón muy importantes para mi, eran como las hermanas que nunca tuvé y bueno, más que eso eran mis cumpleañeras de fiestas, casi todos los fines de semana saliamos a rumbear.

-¿Qué planes para hoy?- me dijó Abigail

-Pues no lo sé, ya saben, fiesta en mi casa no puedo por que mi madre no lo permitiría, pueden creer que ni me saludó por mi cumpleaños, debe estar super ocupadísima con su nuevo novio Cris que de seguro no se acordó que hoy su 'pequeña' cumplía 17

-Bueno, ya sabes lo que opinó al respecto y también sabes como es tu madre así que no te sientas mal- respondio Sandra 

-Y más bien, vamos al centro comercial ya que si la fiesta no está en casa, iremos a buscarla!! wouaaaaaaaah- empezó a decir a lo que yo reí, enserio está chica era mi gemela, siempre andabamos de fiesta en fiesta. A parte del hecho que en cada tono fumaba con ella y ligaba con varios tíos.

-De acuerdo pero ya que soy la cumpleañera ustedes comprarán mis cosas por que no tengo ni un puto dólar

-Está bien, ya sabiamos igual, si tú nunca tienes dinero querida- respondió burlona Abigail

-Ahora subo a cambiarme y nos vamos de SHOPPING !!!!!!!!!- dijé emocionada

               *****

Estábamos en el C.C cuando vi un vestido precioso que no pudé describir mi emoción en ese momento, ahora a tratar de convencer a mis amigas que me lo compren y a ver cuanto está el precio, tampoco quiero abusar.

.-Disculpe, ¿Cuánto el vestido dorado de las vitrinas?

-¿El de incrustaciones de perlas? $300- respondió la encargada

*Mierda, era mucho dinero, no creo que las chicas acepten.

-Y ¿qué onda Ley, encontraste algo que te guste?- preguntó Sandra

-Umm, sí, pero está $'300, es muy costoso y en serio no quiero abusar de ustedes-

-No te preocupes bebé, el dinero está para gastarlo, en especial si es tu cumpleaños y con eso te verás preciosa, vamos a comprarlo- dijo Abigail. Ella siempre tenía dinero, sus padres eran empresarios así que por el dinero no se preocupaba ya que le sobraba, Sandra y yo éramos más "clase media"

 -

Compramos el vestido, un par de zapatos y regresamos a nuestras respectivas casas cada una, habíamos quedado en ir a una fiesta más tarde ya que si la fiesta no sería en casa, iriamos tras ella. Por suerte, mi cumpleaños cayó Sábado así que no había problemas a cerca de la escuela y no es que me preocupará mucho ya que frecuentemente faltaba pero de todas formas.

******

Sábado en la noche: 9:00 pm- Luverne.

Eran ya las 9:00 y yo esperaba a las chicas que quedaron en pasar por mi, bueno en realidad Abigail pasaría primero por mi y luego por Sandra. Abigail era la única que tenía auto.

-Hola bebé, ¿ya estás lista? estoy a tres cuadras de tu casa- decía Abi por teléfono.

.-Si, ya estoy preparada, ven de una vez y deja de gastar saldo innecesario que me das cólera por que no todos tenemos padres millonarios que paguen nuestras cuentas teléfonicas.

-Ya gruñona, ábreme que ya llegué

Salí y en su boca se formó una 'o' al verme, supongo que me vería bien, por lo general siempre era así, no soy creída pero me considero bonita.

 En cuanto subí, ibamos con dirección a casa de Sandra, llegamos, toqué el timbre y cuando abrieron tremenda sorpresa me llevé, había demasiada gente y todos al unísono me dijeron ¡Feliz Cumpleaños Ley!

Lágrimas comenzaron a salir de mis ojos por que esto nunca me lo había hecho nadie, ni mi familia, nadie. Éstas chicas eran mis hermanas, lo sabía ahora, hace tan sólo año y medio las conocía y sentía que éramos amigas desde niñas.

Iba avanzando la fiesta, era más de medianoche y para eso yo ya estaba muy borracha y había fumado 3 bates de marihuana, en cuanto sentí mareos, no sabía que era, sólo me sentía muy mal y.. y... lo último que escuché fue resonar mi cabeza junto con el suelo.

---

¿Estás bien?- preguntó un chico que me parecía haber visto antes, no sabía quien era pero si lo había visto en fiestas anteriores, qué hacía conmigo y ¿por qué me preguntaba eso? ¿había motivos para no estarlo?

Oh sí, que estaba en un hospital con suero conectado a mi.

Juegos ProhibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora