Juegos Prohibidos

Capítulo 5

-¿Y le dijiste que si?- Abi y Sandra preguntaron al unísono.
-Si, ¿qué hay de malo?- cuestioné un poco nerviosa ya que cuando les conté a las chicas que Ángel me había invitado a salir formaron una "o" con sus bocas demasiado notorias.
-Pues no, no hay nada de malo pero ¿en calidad de qué quiere salir contigo?- está vez fue Sandra la que habló.
-Supongo que en la de amigos ¿no?- estaba ya algo ofuscada, todo el camino a casa de Abi me habían estado diciendo que él me veía con otros ojos ya que Sandra nos dijo que Ángel le habló a Rodrigo sobre mí, algo sobre que yo le gustaba. No lo sé. De todas formas yo sólo lo veo como un amigo.- No lo sé- dije al fin- No sé si él querrá algo más conmigo pero yo sinceramente lo veo como un conocido más y no le veo problema a salir con él. Y más bien tú ¿qué hay contigo y Rodrigo, eh? No quieras pasar desapercibida- bromeé.
-Por favor, ¿Rodrigo y yo? No hay nada entre nosotros dos, ustedes saben como soy, no me gustan los chicos muy lanzados.
-¡Ay Sandra! pero ellos son con los que más una se divierte- habló Abigail por primera vez participando en la conversación- a demás él es un chico lindo. ¿Por qué no lo intentas? Quizás él sea la relación seria que tanto buscas...
-¿Por qué tú no sigues tú propio consejo, eh?- refunfuñó Sandra- Ustedes dos siempre me dicen que lo intente con los chicos que se me acercan si tan siquiera conocerlo y cuando digo que no, se molestan conmigo. ¿Tú Abigail, no deberías dejar de jugar tanto con Oscar, eh?- señaló con el dedo a Abi ahogando un grito a mi parecer- y tú, Leyla ¿para qué crees que Ángel quiere salir contigo? Al chico le gustas y se nota en su mirada, crees que cualquier otro que solo quiera pasar el rato contigo hubiera permanecido toda la noche y madrugada contigo en el hospital?- me quedé callada, no sabía que responder y Abigail tampoco dijo nada.- ¿Saben qué? Cuando piensen bien todo me avisan, ¿está bien? Porque a mi no me gustan las personas que juegan con los sentimientos de los demás- y tras un sonoro puertaso, se fue.
-¿Crees que tenga razón?- le pregunté a Abigail que aún estaba pensativa.
-No lo sé, creo que por el calor del momento respondió de esa forma, ya se le pasará.
-Tienes razón, ya no debemos presionarla mucho con el tema de los chicos, ella ya verá cuando decide estar con alguien.
•••
Después de varios días aburridos de escuela, al fin era viernes. ¡Soy libre! O casi ya que a primera hora tenía química. Ayer recién Abigail, Sandra y yo nos amistamos. Abi y yo le pedimos disculpa por presionarla tanto y Sandra nos las pidió por hablarnos de la manera en que lo hizo.
~ALS FOREVER TOGETHER.~
(Era el nombre que decidimos ponerle a nuestra amistad)
Química estuvo muy aburrido, como de costumbre. ¿Para qué me va a servir en la vida "Determinar la densidad del gas metano (Chl) en (g/l) a 4,1 atm y 127•C? Es absurdo pero bueno, así es la escuela.
Al terminar la clase al fin llegaba Literatura, era la materia que me encantaba, claro que después de Arte. Escuchar sobre los grandes escritores, poetas y artistas de siglos pasados era muy interesante pero en esta clase no me concentraba, sentía que alguien atrás me observaba pero cuando volteé no reconocí a la persona que me plantaba su mirada y justo en esos momentos el maestro me llamo al frente para recitar el poema que como tarea nos pidió, felizmente le pedí como favor a Ángel que lo hiciera y él antes de entrar a clases me lo entregó... ¡Era tan dulce!
Al terminar de recitar el maestro siguió llamando a los otros estudiantes para que reciten su poema y al llegar ha Ángel Beas no hubo respuesta alguna. Eso significaría que Ángel faltó a la escuela ¿Se cancelará nuestra cita?
Me quedé con la duda todo el día hasta que al salir, en el estacionamiento lo vi.
Estaba apoyado en su auto con un ramo de flores y vestía muy bien. Con una chaqueta azul, pantalones negros y unas converse negras. Se veía guapo. Se acercó a mi, me dio un beso en la mejilla y me abrió la puerta de su auto.

-Así que ¿cómo estás, te sirvió la poesía que te di?- dijo poniendo en marcha el auto

-Si, muchas gracias. Con que te gustaba escribir, eh?

-No es algo que me fascina pero cuando tengo tiempo lo hago

-Pues yo creo que lo haces muy bien pero ¿qué es lo que más te fascina?

-Bueno, recuerdas qué me comentaste que a ti te apasionaba el arte y que esa era tú escape del mundo? Pues, eso es lo que pasa conmigo y escribir. No es que dedique totalmente mi tiempo a eso pero sirve para desahogarme ¿me entiendes?

-Si, lo entiendo perfectamente. Lo que no entiendo es la pasión que le pusiste a la poesía, ¿te gusta alguien?

-Por ahora no, aún estoy conociendo personas

-Uh, entiendo. Pues bien ¿a dónde vamos?- pregunte intentando cambiar el tema, no sé en qué pensaba cuando le dije si le gustaba alguien, ¿qué tal si Sandra y Abigail tenían razón? ¿qué tal si yo le gustaba? Aun que el me dijo que sólo estaba conociendo por ahora, pero a mi no me conoce mucho, en realidad. A mi recién me está conociendo. Muchas dudas pasaron por mi mente y cuando me di cuenta el coche ya había parado.

-¿Te gusta la vista Leyla?- ¿Qué si me gustaba? Este lugar era hermoso, era una cabaña rústica, atrás había un lago mágico. Este lugar servirá para relajarme totalmente del estrés de la semana pero...*Leyla, devuelta a la realidad*

-¿No íbamos al parque de juegos, Ángel?

-Pues sí, pero estuve pensándolo y ahí hay demasiada bulla, preferí venir a este lugar tranquilo y así tendremos más tiempo de conversar y conocernos mejor... ¿No te incomoda verdad?

-No, no hay problema. Este lugar está hermoso.