Juegos Prohibidos

Capítulo 4

Al salir del instituto fui con Abigail a su casa y lo que sería mi hogar hasta un indeterminado tiempo. Si se preguntan por Sandra, pues tal parece que después de la conversación que tuve con Rodrigo el no perdió el tiempo y se ofreció en llevarla a su casa. Ella no estaba muy convencida pero Abi y yo le dijimos que teníamos un trabajo que hacer y saldríamos tarde, como ella no tiene auto a regañadientes aceptó.

Terminando de almorzar Abigail me dijo que saldría con Oscar, un chico que era su "amigo con beneficios" y sus padres no estaban así que me quedaría sola en casa por hoy. Se puso un poleron azul, pantalón pitillo negro y con sus infaltable DC negras.

-Bueno, adiós Ley. Ya sabes que si quieres algo no dudes en decirle a Chana que te atienda, ella ahora está en la piscina limpiándola pero no se hará molestia en atenderte- Asentí no muy convencida de ello, no era una inútil por lo cual si quería algo yo lo haría pero para dejarla tranquila le dije que está bien, si quisiera algo iría donde Roxana y se lo pediría, después de eso me planto un beso en la mejilla y se fue.

Estaba cansada por lo cual decidí ir a descansar un momento.

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Cuando estuve a punto de quedarme profundamente dormida escuche como mi celular empezaba a soñar, lo agarré de la mesa y al notar que era un número desconocido dudé en descolgar.

Cuatro veces seguía constantemente llamando, cansada del sonido del móvil decidí contestar.

-¿Aló? ¿Quién habla?- pregunte algo soñolienta

-¿Leyla? Soy tu padre...

Y al escuchar eso colgué la llamada ¿qué demonios quería?

Siguió insistiendo seis veces más hasta que la duda pudo más y atendí la llamada indeseable de mi papá.

-¿Qué diablos quieres, eh?- mascullé notoriamente molesta

-En primer lugar, soy tu padre y a mi me hablas bien. A demás llamaba para decirte que según lo que me dijo tu madre ya no estas viviendo con ella y eso lo entiendo pero se supone que vendrías conmigo. ¿A dónde te metiste?

-Bien, pues ahora escucha tú. En primer lugar ni te hablo bonito ni te considero mi padre para estar aguantándote y en segundo lugar estoy en un lugar el cuál a ti no te interesa así que hazme un favor y deja de llamar jodiendo- dicho esto di por finalizada la llamada y por si acaso volvía a llamar apague el celular y ahora si fui a dormir.

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Al levantarme me di cuenta que aún no regresaba Abigail y me moría de hambre así que fui a la cocina a prepararme un sándwich de jamón y queso con chocolate caliente, me senté y en la plasma de la sala de estar puse "Los simpsons". Media hora después llegó mi amiga y me empezó a contar sobre lo que había pasado con Oscar.

-¿Qué tal te fue?- pregunté

-Pues bien, supongo...- titubeó- es que...creo que Oscar, quiere algo más, ya sabes. Y yo no estoy preparada para tener una relación ya que habiamos quedado en sólo ser amigos con beneficios y como tú sabes yo nunca me enamoró.

-Pero ¿él no te gusta?- cuestioné sorprendida ya que ella siempre hablaba sobre él y decía que era buenísimo en la cama con ella, a demás del hecho de ser super simpático.

-En realidad si me gusta, digo...¿y a quién no? Sabes que es uno de los chicos más guapos de por aquí pero no creo que si intentamos algo estable funcione, no sé si me entiendes pero no lo veo como pareja, sólo como alguien con quien pasar el rato.

-Entonces dejaselo claro y relajate, no es tanto problema. A demás si no quieres nada con él para que darle más vueltas al asunto- puntué un tanto ofuscada por lo que Abi me decía ya que ella siempre se quejaba de querer algo serio con una persona y cuando sus pretendientes, por así decirlo le insinuan tener una relación de parejas o al menos que les de un chance de invitarlas a salir ella se niega y los deja botados.

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Luego de la charla que tuve con mi amiga fuimos a descansar ya que al día siguiente tenía ganas de ir a la escuela para poder ver a Ángel, no es que quiera algo con él pero era lindo saber que tenía un amigo (o al menos así lo consideré después de lo que hizo por mi en el hospital) para conversar y pasar el rato en la escuela, no como los demás chicos que me buscaban para tratar de conseguir algo conmigo o invitarme a salir. Era irritante, no obstante siempre les decía que estaba saliendo con alguien y me dejaban tranquila, así funcionaba hasta que "ese alguien se fue"...

Dios, ya pasaron 10 meses y no entiendo por qué aún no lo supero ni mucho menos por qué hizo eso, él dijo que me quería...
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Martes- 7:00 a.m

Diablos, que horrible es ir a la escuela. Felizmente este es mi último año y luego a dedicarme a lo que si me gusta, LA FOTOGRAFÍA.
Como era habitual me encaminé hacia el baño y luego de eso bajé a desayunar. Abigail estaba tomando un jugo de naranja por lo cual yo también me serví de la jarra.
Al terminar pasamos por Sandra y fuimos a la prisión, perdón... Escuela.

Al entrar por los pasillos, llego Rodrigo y se posicionó al lado de Sandra, extrañamente ella no le dijo nada y le sonría, en mi opinión... coqueteándole.
¿Qué habrá pasado ayer? La voz de mi conciencia fue interrumpida por la de él que se colocaba a mi costado.

-Hola Leyla, ¿cómo vas?- arrugó la nariz y me pareció demasiado tierno.

-Pues bien Ángel, ¿tú?- le dije de la forma más cordial, Rodrigo se había ido hace unos momentos con Sandra... RARO. Y Abigail se fue a aclarar las cosas con Oscar.

-Ummh, bien... Este, y-yo te quería preguntar- tartamudeaba nervioso y no sabia por qué, tomo una bocanada de aire y continuó- ¿Te gustaría ir al parque de juegos el viernes conmigo?- Ay no, creí que era diferente. ¿Ahora qué hago? Bueno, aun que después de todo es sólo una salida, no tendrá nada malo. No obstante, él no sería uno más de mi lista, quería que siguiera siendo mi amigo. Después de pensarlo bien acepté.- Si, creo que estaría bien- respondí un poco dudosa.

-Genial, entonces pasó por ti a las 8 en... Casa de ¿Abigail, verdad?

-Si, está bien. Bueno, me tengo que ir. Tengo clase de Álgebra y sabes que no ando bien en las materias así que si llego tarde será peor, nos vemos luego- me despedí de él con un dulce beso en la mejilla y caminé hacía el aula de Álgebra.

Creo que me arrepentiré de haber aceptado salir con Ángel.