"Philia: un amor desinteresado entre amigos, basado en la cooperación, la solidaridad, y el respeto"
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"Lance jamás fue bueno con la tristeza, pero si conoce bastante bien el concepto de unas deliciosas galletitas"
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°El aula número 3 se sentía particular durante esa tarde de Marzo. No hacía demasiado frío o calor, y había un silencio abismal donde solía estar el ruido de una clase llena de niños.
Las señoras de la limpieza no llegaban hasta las 3, las clases habían terminado hace media hora, y todavía había alguien en la habitación.Ese alguien era Lance McLain: El chico que podría quedarse horas hablando de su familia, y que a los 8 años aprendió que el mundo daba asco. O en otras palabras, había reprobado por primera vez.
No quería ir a casa.
No quería las burlas de Veronica y Enrique, o más importante; la decepción de su madre.Eso era algo que simplemente no quería ver.
Sin decir más, prefería estar castigado un año antes que llegar a casa y que su mamá ponga esa cara de decepcionada que pone cuando hace algo excepcionalmente mal.
Por eso, Lance no se movía de su asiento. Acurrucado en una campera que era dos tallas más grande, inseguro y triste.
Se sentía muy hipócrita considerando que él mismo siempre animaba a sus compañeros cuando reprobaban, diciendo que solo eran notas.
Ciertamente no se sentían así.Su remera comenzaba a empaparse cuando un ruido se escuchó en la habitación. La puerta se abrió, y él chico solo se ocultó más en su capucha.
- ¿Estas bien?- dijo una voz tímida que se escuchaba algo tapada gracias a la capucha en su cabeza.
Lance no sabía quién era, y en ese momento no le importaba, pero era maleducado no responder, así que movió suavemente la cabeza afirmativamente.- No parece. ¿Seguro que estás bien?- ante esto, Lance volvió a mover la cabeza, ahora agresivamente. -No quiero presionarte, pero pareces triste.
Lance solo siguió callado.
- Mira, tengo unas riquísimas kukis que hizo mi Tina, las guardaba para más tarde, pero son tuyas si quieres.Solo entonces, unos ojos azules se asomaron, tentados por la propuesta
- ¿D-De verdad? - dijo haciendo su mejor impresión de alguien que no había estado llorando.
- Síp - respondió el chico que ahora que lance podía verlo, era más grande de lo que sonaba.Así, mientras Lance comía una galletita tras otra, soltando palabras hasta por los codos, el otro niño lo acompañaba tranquilamente. Fue cuestión de un rato para que las kukis se acabaran, y ellos hablaran animadamente.
Fue entonces que ya calmado, el muchacho grande vio la hora.- ¡Voy tarde! ¡Solo vine a buscar algo que me olvide! - dijo preocupadisimo
Lance infló los cachetes y tomó la cara del otro entre sus manos - ¡No importa porque yo tengo una bici rapidísima, y te voy a llevar en cosa de nada!
- ¿S-seguro? - preguntó - No me gusta ir rápido...
- ¡No te preocupes! ¡Es divertidísimo! Van a ser las aventuras de, eh... ¿Cómo te llamas?
- Hunk.
- ¡Bueno yo soy Lance! Y mi bici siempre está disponible para ti, ¿okey amigo?
- ¡Sí, vamos!Hunk llegó a casa a las 01:56, Lance a las 02:23, Y aunque llegó tarde y con una mala nota, también llegó con restos de kuki en la boca, un amigo que duraría para siempre, y una amplia sonrisa.
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Kukis = galletas
Tina= MadreN° Palabras: 525
Portada by: @galra_starlight (editando para @EdiVoltron)
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Omnia vincit Amor (Et nos cedamos Amori) #ConcursoEDC
Fanfiction×Ganador del segundo puesto del concurso "Corazones de chocolate", un concurso de san Valentín hosteado por @EdiVoltron× (Sí quieres leer y apoyar a los demás participantes, la lista de lectura esta en mi perfil ;D) Portada by: @galra_starlight (edi...