Tormenta de ideas

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Ya no sé si pueda continuar

con esta gran falsedad.

De mendigar caricias

para sentir felicidad.


¿Le puedo llamar felicidad?

Si en cuanto la "cursileria" se acaba

la "felicidad" se le va detrás.

Si solo surgen conversaciones vacias.


Hasta me he sentido mejor

con la dulce y amarga

compañía de la soledad.

Planificando mi vida sin importar el que dirán.


Preocupada por mis metas

eso lo puedo asegurar

y por lo que sucede en mi Isla,

eso siempre me importará.


Mientras yo no paro de redactar,

mi verdadero príncipe azul dónde estará.

Por ahora, solo en sueño me regala felicidad,

brindandome su amor incondicional.


Por ahora yo sigo aquí con la necesidad

de volverlo a ver una vez más.

De perdeme en su mirada y suspirar.

Que su presencia me haga ruborizar.


Escuchar sus vivencias

eso no puede faltar.

Así sean tristezas, no importa,

yo sería feliz de lograr consolar.


Pero todo esto, solo lo puedo soñar

porque él es mi único sueño imposible de realizar.

Así que con verlo en sueño me tengo que conformar

y  las migajas de otro tengo que mendigar.

Bajo lluvia de pensamientos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora