Cuanto extrañaba el campo,
aunque siempre estuvo a mi lado,
lo tenía abandonado.
Hoy me estremezco
con frío navideño
y me acuesto con el canto del gallo.
En cada rincón escucho
el típico aguinaldo
acompañado con el contagioso mambo.
Con el cuatro, el güiro
el bajo y el saxofón alto,
no puedo evitar moverme de lado a lado.
Cómo no extrañar el campo
si nunca falta cariño
en mi pueblo mocano.
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Bajo lluvia de pensamientos
PuisiLa lluvia fue testigo de mi nacimiento. La lluvia refrescó mi cuerpo. La lluvia fue mi acompañante en largos senderos. La lluvia, en exceso, me causó miedo. Pero ahora, bajo la lluvia, redacto mis pensamientos y sentimientos. #218: realidad 20 de fe...