Salidas - Capítulo 2.

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"Imaginen una habitación con solamente cuatro paredes. El lado izquierdo es oscuro, no se percibe con exactitud que hay en el, es pesado y triste. El lado derecho, por otra parte, está claro, con flores en jarras de vidrio, llenas de agua, agua que da vida y mantiene a las flores hermosas, y dandole un olor agradable a la habitación, un olor liviano que se expande hasta el lado oscuro de la habitación. Un olor que logra penetrar el tan pesado ambiente de aquél lado izquierdo, llevando alegria a toda esa parte oscura. Todos somos como ese lado izquierdo de la habitación, oscuros y pesados, y el lado derecho, es nuestro exterior, con las personas y cosas que nos hacen felices. Tú tienes el poder de decidir sobre como será el lado derecho de tu habitación, tú decides si estará lleno de flores con olores deliciosos, o si dejarás que sea igual que el lado izquierdo, donde todos originalmente nos encontramos."

Hoy me estoy preparando para encontrarme con Fabiola, planeamos ir al parque a caminar y hacer un poco de ejercicio, además de aprovechar y ponernos al día de la nueva música que ha llegado a los charts para quedarse.

A mí me encanta hablar con ella, tiene muchas ocurrencias y siempre transforma todo en un motivo para reírse.

"Dime que te pareció Chandelier, no sé tú, Lucas, pero esa canción me da ganas de irme a tomar unos cuantos tragos y volverme loca" -dijo mientras trotábamos por todo el parque.

"A ti todo te da ganas de ir un poco loca, no sólo Chandelier. Hasta cuando cantan el Feliz Cumpleaños en las fiestas te alborotas" -le respondí, mientras soltaba una carcajada de burla.

"Realmente vine a pasar un buen momento y haces que me sienta tan atacada" -replicó. "Drama queen mode on, comenzó la Fabi" -dije, dejándola con ganas de reírse.

Seguíamos trotando cuando se acercaba un chico lindo, Fabiola se alborotó y no supo disimular sus ganas de tirarsele encima al pobre muchacho. "No te lo creo, mira al bombón que viene trotando, quien fuera sudor" -dijo en voz alta.

"Fabiola, por favor, el chico se dará cuenta de lo necesitada que estás" -le dije. "Que se dé cuenta, llámame fea, pero llámame" -susurró Fabiola, mientras el chico le pasaba por un lado.

"No sé por qué tienes esperanzas de que te que haya visto, obviamente el me miró a mí, soy mejor y más bello que tú, lo siento" -dije en tono burlón.

Ya habíamos terminado y me fui a mi casa. Al llegar, le mandé un mensaje a Greta: "Deberíamos salir con Anabelle y Fabi, ¿activa?."

"Deja le escribo a la diva." -dijo Greta por mensaje, refiriéndose a Anabelle.

Al día siguiente, Greta me llamó, ella estaba con Anabelle en el centro comercial, querían ir al cine y me llamaron para invitarme, obviamente les dije que sí, amo el cine.

Así fue, llegué al Mall, y al llegar, vi que había otra chica, Anabelle me la presentó: "Lucas, ella es Marlene, es mi vecina" -dijo. "Mucho gusto, Lucas, qué guapo" -dijo Marlene. "No te creas, el muchacho juega para el otro equipo" -interrumpió Greta. "Sí, para el rosado" -dije yo, haciéndolas reir.

Compramos las entradas para una película de terror e hicimos la fila para comprar snacks. Al salir, decidimos caminar por todo el Mall. Al transcurrir el día, logré caerle muy bien a Marlene y viceversa.

Mientras caminábamos Greta se encontró con un amigo que había conocido por twitter, se llamaba Alejandro.

Yo no me quise presentar porque pues, la verdad es que no me la llevo muy bien con los chicos heteros, siempre hablando de vaginas y de como lograron tirarse a una chica, no lo entiendo. Pero eso sí, a Anabelle y Marlene les cayó muy en gracia el tal Alejandro, a mí me dio igual.

Luego de que Greta hablara con su amigo, nos dirigiamos a irnos a nuestras casas. Ya quería llegar, estaba ansioso por revisar mis mensajes para ver si tenía uno nuevo de Elton.

Oh, cierto. Había olvidado hablarles sobre Elton, es un amigo mío desde hace 2 años, pero que desde hace una semana, habíamos comenzado a hablar en un contexto no tan amistoso.

Entonces así fue, llegué a mi casa y revisé mi celular. Tenía un mensaje de Elton. Saben, yo no quería hacerme muchas ilusiones con él, pues, de seguro querría verme a diario y llamarme todas las noches, pero recuerden, debo cuidarme las espaldas de mis padres, no puedo dejar que sepan que hablo con algún chico.

"¿Dime desde cuando pasamos a ser algo más que amigos?" -leí en el chat con Elton. Se me salió una sonrisa pero rápidamente la borré, al recordar los otros intentos de "amor" fallidos.

"Eso deberías saberlo tú" -le contesté. "Desearía que me lo hicieras saber en persona" -respondió. "Sabes lo mucho que me cuesta poder salir de mi casa, mis papás parecen oler las mentiras" -le respondí,  agregando un emoji triste. "Ah... claro." -me puso, con ese terrible punto al final del mensaje, obviamente ya se había molestado, todo el mundo sabe que si pones un punto al final de la oración cuando hablas con alguien, estás realmente molesto.

Decidí no hacerle más cerebro a la conversación y me fui a dormir, no sin antes, tomar una almohada para abrazar e imaginar que dormía con él. Porque, aunque no quisiera, sí me gustaba, pero no se lo dejaría saber tan fácilmente.

Una historia de... ¿amor?.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora