Flores.

10 0 0
                                    

En el patio tampoco me siento cómodo. Mucho ahí no puedo hacer. La última vez, papá me agarró del cuello y me arrastró hasta el fondo, ahí donde están las flores con las que él habla, esas que arranca, las deja al sol y después las enrolla en un papelito para fumarlas, y que huelen fuerte...más fuerte que el espiral.

Bueno. El otro día las rompí con la pelota, y no tuve mejor idea que arrancarlas de raíz y hacer como que nunca existieron. Sí. Acomodé la tierra y por ahí no pasó nada. 

Como nunca suele pasar nada en ésta familia.

Pero después pasó.  Me retó y me pegó tanto que pedí perdón más o menos cien veces. Entendí que esas plantas eran importantes, pero nunca pensé que para tanto como para dejarme la espalda así, toda lastimada. De todas formas, da igual. 

Un pedazo de nada como lo soy yo no se merece más que esto; aprender a las golpizas.

Pedazo de nada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora