• Seúl, south korea
• Jung Jae Hyun
Había estado más de media hora observando a través del cristal, su rostro era muy hermoso a comparación de la foto que casi había robado y es que si, prácticamente se consideraba un robo. En todos los días en los que habíamos estado conversando, él no había subido ni una sola foto de él, apenas y podía hacerme a una idea de las fotos de perfil que subía sobre lugares que había fotografiado seguramente en alguna salida típica, hasta que un día subió una a sus estados, una en donde estaba disfrutando de un desayuno en compañía de otro compañero, no tarde ni dos en segundos en tomarle una captura para que a los minutos él la borrara, entonces si podríamos considerar que lo había estado stalkeando todo este tiempo.
Mis pies se detuvieron apenas a unos pasos a la tienda donde me había dicho que trabajaba y por un momento creí que estaba mintiendo, pero no... ahí estaba él conversando con un chico más joven que él al parecer y minutos después colocándose en la entrada de la puerta para recibir clientes. Al entrar quise verlo directamente a los ojos, pero no pude, solo camine hasta algún estante hasta que escuche su voz.
Mis primeras acciones fue quitarme la gorra y el cubrebocas por instinto regresando a verle. Lo vi congelarse por un momento y lo primero que pensé fue en sonreír, haciendo que se perdiera aún más o eso fue lo que dijo mi vista.
Oh, yo lo siento -Volví a hacer una nueva venía mientras veía su desconcierto- Yo... yo. ¿Taeyong?
¿J-Jaehyun? -Abrió sus ojos aún más sorprendido y retrocedió un paso llevando una mano a su pecho- ¿Q-Qué haces aquí?
Pareciera que hice algo malo al venir -Aclare mi garganta mientras guardaba el cubrebocas en mi bolsillo. Honestamente no era la reacción que hubiera esperado, pero siempre me había parecido una persona interesante desde que encontré su número de teléfono en aquella naranja navegando por un rió- Solo vine... a conocerte
¿A mí? -Respiro de manera profunda, seguido de pequeñas respiraciones más rápidas-
¿Estas bien? -Pregunté acercándome a él, creí verlo tambalear así que le tomé del brazo para llevarlo a una silla y sentarlo ahí mismo- ¿Estás bien? ¿Quieres que te traiga un vaso de agua? ¿No quieres tomar un poco de aire fresco?
Y-Yo estoy bien...
Pasados unos largos minutos, le vi controlarse mientras que mi inquietud crecía a pasos enormes, pero me sentía aliviado de verle normal nuevamente, ciertamente me tranquilizaba un poco. Después de aquello pudimos conversar con normalidad y después de unas largas horas pude apreciar algo maravilloso para mis ojos, su tierna y hermosa sonrisa, la más preciosa que hubiera podido apreciar justo después de la de mi madre, porque sí... en mi vida nunca había considerado una sonrisa más hermosa que la mujer que me dio la vida.
Aproveche el momento oportuno para tomar una fotografía de Taeyong mientras estaba distraído atendiendo a una pareja de novios buscando tal vez un outfit juntos, mentiría también si solo había sido una, fueron tantas que podía jurar que podría hacer una carpeta de él, pero solo era una en la que podía apreciar su rostro seguido de esa cálida sonrisa, aunque esta era diferente a que me había regalado, esta solo parecía ser de cortesía, pero eso no le quitaba lo hermosa que seguía siendo.
ȯ 14 de febrero.
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Taeyong.
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Orange&white / Jaeyong
Short Story¿Puede un fruto cambiar el camino de tu vida? ¿Los cuentos realmente se hacen realidad? ¿Qué se siente qué te quiten lo que más te gusta? ¿Haces berrinche como un niño pequeño? ¿Puedes escapar de lo que marca el destino? ¿Cómo puedes detener las...