⇝ El inicio ⇜

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Diez años, tan solo eso. Puede que para el resto sea toda una eternidad, pero para mí solo es el principio de mi castigo, por lo que tengo que pasar, por lo que soy en realidad. Una condena tan pesada como las cadenas, que sin darme cuenta comenzaron a rodearme el cuerpo, las piernas y las manos. Diez años han pasado ya.

Peter se marchó justo antes de que yo volviera.

Volver, que palabra más vacía, ya que puede que mi cuerpo este aquí, pero me sigo sintiendo tan hueca como cuando lo vi cruzar el portal, me pregunto si algún día lo volveré a ver, si algún día dejare de sentir este hueco en el pecho.

Todos me preguntan si puedo convertirme de nuevo en mi forma celestial, pero al final, dejo de oírles y me limito a caminar, solo quiero estar sola, solo así el vacío se hace menos evidente y hace menos daño.

Pero aunque no pueda, quizás, volver a esa forma, sigo sintiendo el peso de las alas, un peso que quebraría mis huesos de no ser porque no soy humana, como los demás.

Me miro las manos tan vacías como el pecho, todos los días me observo delante de un espejo, afirmando algo que odio, el hecho de no envejecer, de no poder seguir adelante, congelada en un pasado doloroso o un futuro desolador, aun no lo sé, pero es como si todo careciera de importancia ya.

Diez años... Diez años congelada... Condenada a vivir. 

MurallaWhere stories live. Discover now