✒c a p í t u l o 2 0

201 38 1
                                    

  Aquella petición era una acción totalmente precipitada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

  Aquella petición era una acción totalmente precipitada.
Inmediatamente pensó en ella, la manera en que reaccionaría o cómo lo tomaría. No era algo de menor importancia, se trataba de que quizás era la primera y última vez que vería a su amado sensei después de sólo hablar mediante cartas durante tanto tiempo.

  Raphael no sabía qué hacer. No quería ser egoísta y negarle la oportunidad de ver al sensei, además de que era una importante petición de su padre.

  Pensó en varias situaciones: Setsuko podría sorprenderse de algo tan repentino y le creería al ver el semblante lleno de preocupación de Raphael.
También, podría negarse, engañándose de que lo que Raphael le dice es mentira. Es doloroso que te digan de la nada que alguien a quien quieres mucho puede llegar a abandonar este mundo.
O tal vez aceptaría dudosa creyendo en la realidad con sus propios ojos.

  Deseaba que fuera la tercera opción.

  Se echó a correr para poder salir de las alcantarillas.
Al levantar la tapa de esta, se aseguró que no hubiera moros en la costa y de un salto subió a las escaleras de incendio, llegando hasta las azoteas.

–Esto será por mi sensei y Setsuko –sus piernas se movieron lo más rápido que podían. Pensaba en cosas negativas respecto a su sensei y el miedo lo invadía.

  Imaginando cosas, llegó a donde Setsuko rápidamente bajando hasta la ventana de su departamento.

–Setsuko, ¿dónde estás? ¡Setsuko!

–¿Qué sucede? –escuchó su vocesita en la sala y se encaminó hasta ella.

–Debemos irnos.

–¿Qué? –levantó la vista de su libro a medio leer. La apariencia de Raphael hacía que se cuestionara varias cosas y más su tono de voz tembloroso.

–No hay tiempo de explicar –regresó a la habitación de la japonesa y volvió con su par de zapatos, poniéndoselos.

–Raphael, ¿qué pasa?

–¡No hay tiempo! ¡No quiero que lleguemos tarde! –ella se asustaba y más por la confusión y tensión que había en el aire.

  Raphael se agachó frente a ella, dándole la espalda, listo para cargarla y regresar a su hogar. Setsuko no lo dudó y subió a él, rodeando su cuello con ambos brazos aferrándose a la tortuga.

  El recorrido fue en silencio y además, Raphael no tendría mente para responder a sus preguntas.
Tal vez exageraba pero no quería lamentarse.

–¿Vamos a entrar ahí?

–Sí. No es una opción –sin humanos a la vista bajaron para entrar a las alcantarillas. Raphael no bajaba la velocidad a pesar de que le faltara el aire y sintiera que iba a desfallecer.

  Una vez estando en su hogar, Setsuko abrió los ojos con una sorpresa desbordante. ¿Es que estaba imaginando? Parecía algo surrealista pues era un lugar inusual, especial y el ambiente era muy agradable. Se sentía...diferente. Raphael caminó despacio, yendo al dojo y deslizando lentamente la puerta, encontrándose con sus tres hermanos confusos por la nueva compañía que venía con su hermano; en especial Miguel Ángel y Donatello. No hicieron preguntas, era mejor hacerlas más tarde.

Trust   ↝r.hamato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora