A TRAVÉS DE TU MIRADA [L.S.]

Capítulo 5

Harry había hablado con Anne, le había dicho sobre sus sentimientos hacia Louis y aunque era difícil asimilar todo de una manera tan apresurada no le quedó de otra más que aceptar su decisión y apoyarlo.

Por ese lado no se preocupada, ahora sólo quedaba arreglar las cosas con Louis y lograr que todo fuera fácil para ambos.

[...]

Recordaba perfectamente cuando el rizado llegó a su vida; se sentía tan agradecido, tan
afortunado, tan bendecido con Dios por enviar un ángel a su vida. El hecho de recordar los
pocos momentos que habían compartido juntos hasta ahora le hacía sonreír como estúpido.

“Me llamo Harry, tienes unos lindos ojos”.

Juraba a todas las deidades celestiales que era el chico más feliz del universo. No creía que
ahora Harry le pertenecía de cierta manera, para cuidarle, mimarle, amarle y enamorarle
todos los días, así no le darían ganas de irse de su lado jamás.

“Louis Tomlinson… ¿Me harías el maravilloso honor de ser oficialmente mi novio?”

Esas palabras hacían eco en cabeza provocando que su pequeño y delicado cuerpo
temblara de emoción. Agradecía en su totalidad que Harry fuese quien se lo pidió y no él. No
hubiese sabido como hacerlo.
Sinceramente se sentía un poco intranquilo por la expresión que pondría Johanna al
enterarse, ese pensamiento no le abandonaba, sin embargo sonreía como si una media luna
hibiese sido tatuada bajo su nariz justo arriba de la barbilla, un tatuaje eterno que sólo Harry era capaz de dibujar en el rostro del castaño.

Se levantó de la cama con la mera intención de ver por su balcón y crear esa idea ilusa de
encontrar a su hermoso rizado de la misma manera. Bendita la hora en que sus madres
decidieron darles habitaciones que daban a la calle. La luz del cuarto de Harry seguía
encendida. Mientras observaba la luna una lágrima resbaló por su mejilla izquierda.

¿Qué tiene la noche que nos vuelve tan melancólicos?
Tal vez sea la oscuridad la que nos opaca el alma, tal vez la luna que ilumina el corazón, tal vez la sombra que contrasta el significado de las palabras,
tal vez la penumbra del silencio que pide a gritos un poco de compasión.

Odiaba el hecho de tener que cargar con sus problemas aún cuando estaba viviéndo la
sensación más linda de todas. Estaba más que decidido, esta misma noche le diría a su
madre que Harry y él eran novios; seguro se conseguía la golpiza que no obtuvo en días
pero no importaba si se trataba de su amado. Todo valía por él. Cerró la ventana, bajó las
cortinas y se fue a cenar.

✯✯✯

Yo le pedí que fuera mi novio- se llevó un puñado de palomitas a la boca -y él dijo que sí-
habló con la boca llena.

-Harry, no seas cerdo. Cierra la boca mientras comes- le aarojó un cojín riéndo.

-Lo siento, es que estoy muy feliz, Gemma.

Cada oscuro hueco había sido llenado con la esperanza de ser completado con la luz de
alguien más. Los dos necesitaban que alguien fuera capaz de encajar a la perfección con
las piezas faltantes del rompecabezas que armaban sin darse cuenta de lo mal unidos que estaba cada uno de ellos.

-También nosotras estamos feliz por ti, Harry- dijo la rubia en un abrazo que tumbó a su
hermano en el regazo de su madre.