El gran encuentro

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Al llegar hicimos el chequeo, salimos a la parte de afuera del aeropuerto:

Al llegar hicimos el chequeo, salimos a la parte de afuera del aeropuerto:

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Al estar a fuera, nos pusimos a buscar con la vista, a mí madre. Hasta que vi como un niño de 8 años, piel negra, ojos café; salió corriendo hacia mí, — ¿¡Morati?! — y el pequeño se abalanzó sobre mi —¡broer Zakumi!— abrace a mi hermano — ¡Moratti mis jou so baie! — Fuleco, miraba la escena con cariño — ¡eh! Waar is hierdie ma en die res?— el niño asintió energéticamente, y tomando me de la mano me guió entre la gente, hasta donde había una señora corpulenta, de piel negra, ojos verdes y cabello lleno de trensitas, largas hasta las caderas.— ¡mama Kili! — dije ansioso, la mujer de al menos 40 años, me abrazó alegre y con los ojos llorosos — mi niño, estás de vuelta; ya estás en casa... No sabes cuánto te extrañe... — nos separamos de el abrazo más prologando que había tenido en mi vida y la vi — ya estoy aquí mama, ya estoy aquí... — dije sonriente, mire a todos lados buscando a Sharia  — ¿dónde está Shiri? — pregunte — en casa esperándote, con Amasi y Bobotie... — se me hacía agua la boca —¿ y qué estamos esperando? ¡Ya tengo hambre! — dije ansioso — ah... Antes que algo más suceda él es Fuleco, mi... —ibaa decir "pareja" pero mi hermano dijo — ¡mejor amigo! — Fuleco y yo nos miramos algo sonrojados — si... Amigo... — dije apenado...

En el auto Fuleco me pregunto — ¿qué es Amasi? — lo mire — es... Leche Acida — dije algo ansioso pero Fuleco me hico una cara de asco — tranquilo sabe bien... — su rostro se relajó — y ¿Bobotie? — lo mire — eh... Bueno... Eso es más complicado... Es... Am... Es como un pastel de carne con uvas, pasas y cocinado con huevo por encima, y a menudo servido con arroz amarillo, sambals, coco, banana en rodajas y chatni. — dije sonriente — es mi favorito... — Fuleco se rió — que me de la receta, para hacértela siempre... — y me iba a besar pero mi hermanito que iba adelante nos miro raro, — ¿qué iban hacer? — pregunto en voz alta y mi madre nos miro — ¿qué pasa atrás? — dijo con voz ronca — ¡NADA! — dijimos Fuleco y yo al mismo tiempo — mmm... — siguió manejando — y ¿crees que conozca a baba Sir? — sentí que me cayó un balde con agua helada encima —s-si... — mis ojos se llenaron de lágrimas, mire hacia otro lado para que mi tatu no me mirase...

Llegamos a la casa y Shiri una muchacha alta (para solo tener 15 años) piel negra, ojos verdes y cabello rizado como pequeños resortes; estaba afuera esperándonos ansiosa, salió corriendo y me abrazo — Zakumi jy is 'n dwaas, hoe dink jy laat ons alleen?—  nos separamos y me dio un zape — y ¿tú debes ser Fuleco? — dijo ella ansiosa  — ah... Eh... Hola... Si soy yo... Je... — dijo nervioso y sonrojado —  es más adorable en persona... ¿Verdad que ronca de noche? — Fuleco se rió — si pero eso es mi culpa... Yo de un codazo accidental le desvíe el tabique... — los tres nos reímos — y ¿besa bien? — Fuleco me miró sonrojado — ¿c-como sabes eso? — ella sonrió — sigo a mi hermano en Instagram, Facebook y Twitter, tienen fotos besando se y se comentan cosas lindas... — Fuleco había quedado pálido del terror — tranquilos sus secretos están a salvo conmigo... — hubo un silencio incómodo,— y bueno ¿quién tiene hambre? — todos entramos a comer...
Mi casa, es bastante humilde, es de dos plantas; la cocina está unida con el comedor, a pesar de ser humilde es bastante ordenada.
Nos sentamos a comer como la familia que somos y la familia que seremos...
¿Y conoceré a baba Sir? Se formó un silencio sepulcral...

El Amor En Sus Distintas Formas (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora