Gente cerrada de mente

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Al llegara a mi casa que era de cuatro pisos; a 15 minutos de la favelas y 40 minutos del Cristo  Redentor (si te vas en auto obviamente) mi familia se presento para que Zakumi se sintiera más en familia. Mi madre Carine de 48 años, una mujer delgada, alta y de piel morena, con unos lentes cuadrado y cabellera negra y larga. Tenia ojos verde intenso. Trabaja en una  floristería.
Mi hermano Maicon, es mi hermano mayor, es alto, delgado, ojos verdes y su cabello era café pero terminaba en un verde  mentolado. Él es mecánico. Y Branko que es el menor que como habrán leído anteriormente es alto y musculoso, es el de  en medio. Él quiere ser militar. Y luego vengo yo y me mi verdadero nombre es... — ¡Leonardo! Volviste mi niño — dijo mi madre amorosamente — hola mamá ¿que tal? — dije sonrojado, la abrase, Zakumi se me acerco —¿Leo...nardo? — pregunto este con una sonrisa burlona — ¡calla! — dije molesto.
Mi  padrastro, Fángner es militar, es un hombre moreno, de cabello corto negro y unas cuantas canas visibles, tenía un semblante serio y tenia un cuerpo lleno de  músculos. En la casa todos estábamos hablando cuando mi madre pregunto — y di nos ¿de donde vienes Zakumi? — Zakumi  se sonrojo al ver que era el centro de atención — bueno soy de Sur África, fue de chiripon que conocí a Fuleco en una guía de adaptación... — dijo sonriendo, mis hermanos se miraban con una cara de maldad que yo reconocí rápidamente — debiste haber visto a este Nardo  los primeros días cuando aprendía...— dijo Branko —parecia un menino que aprendía a caminar... — dijo Maicon, Zakumi se río pero al ver que no me hacia gracia se quedo callado — y ¿tu también  tuviste ese problema? Ya sabes, de pasar de botarga a un animal real ... — este quedo algo asustado — este... Bueno sinceramente soy uno de los muy pocos que paso por eso... — todos enmudecieron al oír  esto, estaban pálidos del terror — hablas de que... — y Zakumi no cerro el hocico — si soy un leopardo africano real que habla, camina en dos patas, lee, escribe y juega fútbol... — dijo orgulloso, mi madre parecía sorprendida — am... Bueno te felicito por estar orgulloso de ti — dijo mi madre saliendo de su trance... — bueno es hora de comer... — dijo mi madre levantándose de la sala y el resto los siguió, dejándonos solos — vaya, te aman... — dijo Zakumi asombrado — ¡ja! A Fángner no le agrado, cree que soy débil y un rebelde sin causa solo por ser futbolista y pintarme el pelo y solapar me la orejas — Zakumi me miro asombrado — ¿tienes la orejas solapadas? — lo mire y asentí extrañado — con esa pequeña aventura en África deberías saberlo... — al oír esto un sonrojo apareció en su cara — b-bueno es otra cosa tatu... — dijo apenado. Hubo un momento de silencio tan sordo que creí que quedaríamos así para siempre — algo que no me cabe todavía es que ¿porque llamas a tu padre por su nombre? — lo mire — ah... Él no es mi padre, es mi padrastro... Mi padre... — en mis ojo brotaron lágrimas que rodaron por mi rostro; era humillante que mi Leopardo me viese llorar.— falleció en un accidente de transito... — su mirada choco con la mía como dos rocas en el aire... 


El Amor En Sus Distintas Formas (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora