-¿Ayer te viste con Esteban? -pregunta Wendy al ver a Ángela entrar a la cafetería pero Ángela sólo le ignoró
Ya me tiene harta esta mujer, siempre metiéndose donde no le importa, como la odio!!! -pensó Ángela mientras se adentraba más a la cafetería
-Te estoy hablando Ángela -dijo Wendy molesta
-¿Que sucede? -preguntó Don Julián entrando a la cafetería
-Hola, buenos días señor -dijo Ángela amablemente
-Hola niña, ¿Como les ha ido por aquí? -pregunta mirando todo, especialmente a su hija la cual traía un escote muy grande y una falda muy pequeña
-Muy bien Papi, como siempre que me dejas a cargo, ya sabes que YO soy la mejor -dice sonriente
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-Te traje esto -dice Esteban entrando a la cafetería
-¿Eh? -pregunta Ángela pues no le había puesto atención
-Que te he traído esto de comer, ya es tarde y de seguro sólo desayunaste un yogurt -dice Esteban un poco molesto
-Oh, adivinaste! -dice Ángela nerviosa
-Te dije que comieras más -dice Esteban enojado
-Ah, eso no lo escuché ¿Cuando me lo dijiste? -dice bromeando
-No empieces Ángela -dice Esteban muy molesto
-No he tenido tiempo de comer, más tarde me lo como -dice tomando el plato con comida
-Comelo ahora -dice su jefe - Debes comer, ya me enteré de que ayer te desmayaste -dice poniendo una mueca
-Chismoso -dice Ángela mirando a Esteban - Además no me desmayé, sólo me caí por distraída -dice sonriendo
-Comelo, ahora -dijeron los dos (Esteban y Don Julián) al mismo tiempo
Ángela se sentó en una mesa y abrió el tipo caja, dentro había un poco de pollo, verduras y en otro pequeño plato había helado
Es tan lindo! Sin duda no puede ser mejor -pensó Ángela mirando a Esteban quién sonreía feliz
-¿Por que haces esto?, vas a hacer que llore -dice Ángela limpiando las lágrimas que comenzaban a salir de sus ojos pues hace tiempo no comía nada de esto sin que su tía o hermana la molestaran
-No llores princesa -dice Esteban abrazando a Ángela quien lloró aún más pues aunque quisiera no llorar era imposible ya que ha pasado muy malos momentos
El jefe de Ángela sólo les miraba desde lejos y sonreía al ver que Esteban hacia todo porque Ángela dejara de llorar pero no lo conseguía, por más que hiciera muecas, dijera chistes no podía hacer que Ángela dejara de llorar.
Se ven felices, sonríen, ambos se ven llenos de vida, se siente muy bien verles así y creer que aún existe el amor verdadero -pensó Don Julián
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