THREE

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En la mañana siguiente, Brown llamó a todos al comedor, él aún no había llegado, pero todos estábamos ahí preocupados.

—Ya no se preocupen, Brown tendrá todo controlado —trató de relajarnos Mitchie, aunque sabíamos que posiblemente no tenía solución.

—Agradezco el voto de confianza, Mitchie. Pero tengo noticias —comenzó a decir decaído —. La buena noticia es que casi no perdimos campistas anoche —algunos comenzaron a aplaudir, hasta que Brown alzó la mano para continuar—. Pero, perdimos a muchos del personal, lo que significa que (es increíble que deba decirlo), Camp Rock se cierra. Lo lamento, chicos, llamaré a sus padres apenas acabe esta junta, y creo que es ahora.

Cuándo terminó de hablar, se marchó y sentí unas ganas de llorar luego de tanto. Recién había comenzado, ¿y ya teníamos que irnos? Quería venganza. Camp Star no era nada bueno en el mundo. O quizás ese no era el problema, el problema era la necesidad y ambición de la gente que se fue. Quizás algunos les convenía porque tenían familia, quizás algunos lo habían hecho porque era algo más refinado, por así decirlo. No debería juzgarlos, pero me daba tanta rabia.

—Brown —dijo Shane detrás de él, junto a sus hermanos.

—No creo poder estar todo lo que queda del verano con mi mamá —lloriqueó Lola en mi brazo—. Estaré tan sola, siempre me deja por su trabajo.

Escuché a todos quejarse.

—No es su culpa, supongo que él ya no puede hacer nada más. —escuché que alguien dijo.

—Pero no significa que nosotros no podamos hacer nada —dijo Mitchie a todos, muy fuerte y claro. Debía suponerlo, mi hermana era muy obstinada.

— ¿De qué hablas? —cuestioné cruzándome de brazos. No quería que los ilusione a los demás por nada.

—Es nuestro verano, y no lo vamos a perder. No nos daremos por vencidos.

(no vi necesario poner la escena donde cantan y bailan bien irreal, ahre, pero igual se las dejo)

Luego de que Mitchie nos contara su idea, muchos nos ofrecimos a también estar como personal, sin paga. Realmente no nos importaba porque era por el campamento, y eso simplemente nos motivaba.

Estábamos reunidos en la oficina de Brown esperando a que llegara, y al hacerlo, nos quedó mirando espera explicación de porqué estábamos ahí vestidos como personal.

— ¿Qué están haciendo? —dijo poniendo sus brazos a la cadera.

—Pues, dijiste que necesitabas nuevos consejeros... —comencé con la voz más inocente posible.

—Y aquí nos tienes —continuó Mitchie por mí, al instante.

Un gran silencio se produjo en el lugar, mientras poníamos nuestras manos en la espalda, inquietos, hasta que Brown habló finalmente.

—Entonces creo que debemos convocar una junta, porque Camp Rock no se cierra.

Y por fin volví a suspirar con alivio.

Chasing PavementsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora