TEN

2.6K 197 14
                                    

—Y lo único que quedó fue una mancha muy sangrienta —dijo Max con una voz terrorífica

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Y lo único que quedó fue una mancha muy sangrienta —dijo Max con una voz terrorífica. Estábamos todos con pijamas y envueltos hasta la cabeza mientras contábamos historias de terror. 

Sin duda extrañaría estas cosas con mis niños.

Jason temblaba del miedo y no hacía falta comprobarlo cuando sentí su mano apretar la mía por debajo de las sábanas. Aunque él estaba aterrado, yo estaba normal. La historia era predecible.

—Que aburrido —se quejó Justin.

—Sí, eso no da miedo —siguió Axel.

—Fue la culpa del hombre, para qué entró a la casa en medio del bosque —dije haciendo una mueca con molestia.

—No, para nada, no dio nada de miedo—Jason fingió naturalidad—. Ahora sí, a dormir, chicos —ordenó. 

Todos suspiramos con aburrimiento. Me levanté de su cama y me dirigí a la mía al igual que todos. 

— ¡Y enciendan las luces! —gritó Jason. Marcus me miró como preguntándome si debía hacerle caso a Jason y me encogí de hombros.

—Pero dijiste a dormir —me burlé. Él me asesinó con la mirada.

—Sí, ya sé lo que dije.

De pronto, sonó algo romperse y Jason se levantó de un salto.

— ¿Qué fue eso? —gritó asustado. 

Miré a mis niños para encontrarme que uno de ellos tenía un lápiz en la mano, el lápiz roto. Me reí seguida de ellos sin poder evitarlo.

Sin duda estaba enamorada de un niño.

Jason los miró resignado. 

Nuestras risas cesaron.

—Jason, ¿crees que vamos a ganar? —preguntó Axel. Aunque preguntó en voz bajita, lo escucharon los demás y pronto lo siguieron haciendo más preguntas.

—Claro que vamos a ganar. Ustedes son estrellas de rock —dijo como un padre orgulloso.

—¿Pero ellos no lo son? —inquirió Axel confundido.

—Creo que eso nunca lo pensé —susurró pensativo—. Descansen. 

Los niños suspiraron y se taparon. No, no podía quedarme así, necesitábamos saber sus estrategias. Me destapé y me puse de pie rápidamente.

-No, levántense -ordené saliendo de la cama. Miré fijamente a Jason, intercambiamos miradas—. ¿Piensas lo mismo que yo? 

—Esto es una misión.

***

Luego de conseguir sombreros de planta (no pregunten cómo), estábamos tirados cerca a Camp Star. Mis brazos dolían por remar muy rápido.

—Rueden, rueden —ordenó Jason girando por la tierra. Lo miré como si estuviera enloquecido. Antes de que Kathie, una de mis niñas, lo siguiera, puse mi mano impidiendo que lo haga—. No, no rueden —se retractó.

—Shh, acérquense —susurré mientras me levantaba y caminaba lentamente.

Cuando dejé de hablar, todos siguieron mis indicaciones llegando así, sigilosamente al escenario de la competencia. 

Justin les pasó binoculares a todos los niños. Tess estaba en el escenario con el chico moreno que siempre veía, y también siempre olvidaba su nombre. 

Cuando parecía que estaba acabando, los chicos se fueron corriendo antes de ser vistos mientras yo me quedaba hasta el final, el cual fue una corta pelea entre Tess y el chico, ambos parecían querer adueñarse del escenario, ese era su punto débil.



A la mañana siguiente ya estábamos a primera hora contando todo en la cafetería, Kathie y Lulú alardeaban sobre lo gigante que era el escenario mientras Jason explicaba que las únicas estrellas eran Tess y el chico.

—Eso nos facilita más las cosas, ya tenemos la victoria —dijo emocionada Margaret, la amiga de Mitchie.

—No lo entiendo —susurró mi hermana.

—Ay, Tess y Luke son geniales pero tú y Shane son mejores sin duda —dijo Alice emocionada.

Dos cosas estaban en mi mente ahora mismo. 

1. El chico moreno con voz hermosa se llamaba Luke. 

2. No me agradaba la idea de que sea dueto.

—Pero Shane y yo no cantaremos juntos —aclaró Mitchie.

—Tú canción originalmente era un dueto —dijo Caitlyn, unas ganas de golpearla para que se calle me llenó del todo.

—Son nuestros mejores cantantes —señaló Barron.

No, amigo, ¿tú también?

—Y entre los dos hay una gran química —añadió Caitlyn.

—Es que ustedes trabajaron tanto —dijo mi hermana, suspiré aliviada.

—Para salvar el campamento —recordó Caitlyn—. Y si lo mejor es que hagan un dúo, tienen que hacerlo

Cierra la boca, estúpida.

Vi inmediatamente a mis chicos, estos lucían desconsolados y antes de que suelten en llanto o comiencen a quejarse sobre lo injusto que era, con un poco de coraje por el asunto, les pedí que vayamos afuera para hablarles.

Yo sólo quería que demuestren su talento al mundo, no por nada se habían esforzado.

Chasing PavementsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora