Estaba sentada en el asiento del copiloto mientras que Aaron manejaba hasta el restaurante Ernesti's. El restaurante de su familia. Apenas estaba atardeciendo y el cielo se veía de colores violetas y naranjas. Me vi por el retrovisor, el maquillaje todo escurrido y los ojos llorosos, parecía un monstruo. Agarre una bolsa plateada de la guantera donde ponía mi maquillaje de emergencia.
Saque una toalla húmeda y me limpie por debajo de los ojos. Me mire otra vez por el retrovisor y no vi ninguna rastro de mascara. Perfecto.
A los pocos minutos ya estaba maquillada, no me veía tan bien como la primera vez pero algo es algo. Mire por la ventana y vi las luces de la ciudad encenderse con colores neones, estábamos en la avenida principal, mucha gente caminaba por la banqueta, entraban a restaurantes o a tiendas de ropa. Una familia salió del restaurante de carne que estaba en la esquina, se veían tan felices, sin ninguna preocupación.
Levante mi cabeza para mirar los últimos segundos del día. 8...7...6...5...4...3...2...1... Hola obscuridad.
El carro dejo de moverse, ya habíamos llegado. Los seguros se abrieron y unos hombres vestidos de negro abrieron las puertas para que pudiéramos salir. El hombre era Giorgio, media dos metros de altura y 500 kilómetros de largo. Bueno, exagere.
-Señorita Miranda -dijo en forma de saludo con su voz grave
-Hola Giorgio- puso una mano enfrente de la mía para que pudiera bajar del carro, la tome y me apoye en ella-. Muy amable.
Me baje del Ferrari y Giorgio cerró la puerta con cuidado. Espere a que Aaron apareciera para entrar al restaurante. Mire a los lados y vi una enorme fila que daba hasta la esquina de la cuadra, lo único que los separaba era un grandulote y una cuerda roja. Mucha gente me veía con cara de envidia y enojo, en especial una gata que estaba parada a lado de su novio con los brazos cruzados sobre su pecho. El novio veía a su novia con cara de preocupación, Así debe de tener el humor.
-¿Por que esta zorra la tratan como a una celebridad? Ósea, llega en un carro cualquiera y la tratan como reina ¿No saben que mi papá trabaja en el gobierno?- habló la gata con su chillona voz.
-Señorita por favor guarde silencio o la tendré que enviar al final de la fila -habló uno de los grandulotes que cuidaban la entrada
-¡Por Dios! -en ese justo momento llego Aaron a mi lado, entrelazó mis dedos con los suyos y me guió hasta la entrada-. ¿Y la reservación? ¡Exijo ver al dueño! -la gata me gritó en el oído, haciendo que me abrazara del brazo de Aaron para no oírla mas.
-¡Giorgio! -llamó Aaron-. Saca a esta zorra de aquí... -Giorgio apareció enfrente de la gata y le mostró la salida de la fila.
-¿Quien te crees que eres? ¿No sabe el niño bonito quien es mi papá? ¿En donde esta el dueño?
-Señorita, por favor, tiene que irse... -la gente miraba a la escena que estaba armando la gata. Me escondí detrás de Aaron, había mucha gente.
-¿Pero quién te crees? -la gata no se quería mover de su lugar, su novio la tomaba del brazo y la trataba de jalar para irse del lugar pero la testadura no quería irse.
-Si no lo sabias... Soy el dueño del lugar... Literalmente.
La gata escupió hacia los pies de Aaron. Dejando ver una sonrisa de orgullo en su rostro. Aaron no le dio importancia y siguió hablando con la misma calma con la que estaba hablando al principio pero con una mirada muy amenasadora
-Y esta "zorra" es mi novia y si algún día te vuelves a cruzar en nuestro camino, tu papi no será capaz de protegerte.
Me sonroje. La gata se había quedado sin palabras. Su novio no tuvo mas remedio de agarrar la del brazo y jalar la fuera de la fila. Todo el mundo aplaudía, la mafia había ganado.
ESTÁS LEYENDO
Novia de la Mafia (REESCRIBIENDO)
General FictionLa vida de Miranda a sido una completa pesadilla. A vivido dos años apartada de su familia, sin saber nada de ellos, sin saber que les paso después de que los secuestraran, sin saber si aun siguen vivos. Ahora ella vive con su novio. Todas las chica...