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He Cheng se encontraba en su departamento, sentado cómodamente en su caro sofá mientras leía el periódico. Este día había despertado con un terrible dolor de cabeza por lo cual decidió tomarse el día libre.

Para su sorpresa nadie le había molestado con llamadas o mensajes, al fin podría descansar un poco de tanto trabajo.

Había tenido tanto trabajo que no podía pensar en otra cosa, ni siquiera en el pelirrojo. Ya ni siquiera recordaba por qué había sentido interés en el. Era mejor así, Cheng ya era viejo para que sus hormonas se alborotaran por alguien más.

Suspiró cansadamente mientras se acomodaba mejor en su sillón y bebía café, pero una llamada interrumpió su hermosa paz.

Era Qiu.

No pensaba contestarle, nunca lo hacía ya que siempre sus llamadas eran pasa invitarlo a un bar o contarle cualquier estupidez. Pero ahora se supone que Qiu debería estar trabajando, quizá algo había sucedido, así que tomó la llamada.

- ¿Que? -Dijo frío.

- Solo llamó para decirte que el nuevo trabajo del jefe va muy bien, ya tenemos un nuevo trabajador. -le contaba Qiu 'serio' pero realmente su voz intentaba ocultar diversión y burla.

Cheng frunció el ceño.

- Sabes que no me interesa el nuevo negocio de prostitución que abrió el jefe, ahora dime ¿Que quieres? -

Qiu al otro lado del teléfono solo chasqueó la lengua. He Cheng siempre era un frío amargado.

- Él pelirrojo pidió trabajar aquí. -soltó Qiu de pronto.

- ¿Que? -

He Cheng se mordió la lengua, lo que menos le gustaba mostrar era cuando se sorprendía y ahora sin querer acaba de hacerlo y con Qiu, quien seguramente le estaría jodiendo por esto por varios días.

- Así es, hoy llegó a la oficina con cara de pocos amigos y pidió 2,000 dólares, dijo que necesitaría más así que se ofreció como voluntario para trabajar aquí, como hace falta gente en el negocio no le negué nada. Mañana Big Madame le asignará el lugar que le corresponde. -

He Cheng estaba sin palabras. El pobre chico inepto no sabía en qué se había metido. Sería prostituido en ese lugar, usado, escupido, abusado y si tenía suerte al final no lo matarían.

- ¿Cheng? -la voz de Qiu lo sacó de sus pensamientos.

- Llámame cuando el chico llegue al bar. -dijo serio para después colgar.

Maldicion, no era su problema lo que pasara con ese pelirrojo, sabía que el chico no tenía idea del tipo de trabajo que era y sabiendo su actitud seguramente se pondría a pelear y negarse a las exigencias de los clientes, no duraría más de una noche.

¿Eso en que demonios le afectaba a él? He Cheng suspiró, no eran asuntos suyos, pero... si es que el chico no duraría más de una noche... entonces sería él la primera persona a quien 'atendiera'.

Quizá solo así podría sacárselo de la mente.

***

- Mamá me tengo que ir, mañana vuelvo a ver como sigues... -

Mo Guan Shan le depositó un beso en la frente a su inconsciente madre, acababa de salir de una cirugía y seguía sedada, pero Mo debía ir a su casa para bañarse y traer alguna cobija para dormir en el hospital.

Iba saliendo de la habitación y He Tian lo esperaba en el pasillo, se había puesto realmente insistente en querer acompañarlo.

- ¿Como está? -le preguntó He Tian una vez a su lado mientras le pasaba un brazo por los hombros.

- Dormida. -soltó Mo cortante, no quería hablar, no sobre su mamá porque seguramente se soltaría a llorar.

He Tian parece haber comprendido y no dijo nada más, solo siguieron caminando al apartamento de Mo.

Una vez que llegaron al departamento He Tian se sentó en el sofá mientras Mo fue a su cuarto a buscar ropa. El moreno encontró unos papeles del hospital en el sillón, así que los tomó y empezó a leer. Todo era sobre el costo de las cirugías y materiales que se ocuparían, más los costos de otras cosas del hospital. Era mucho dinero, mucho para Mo.

El pelirrojo salió de la habitación con la ropa y toalla en la mano para bañarse, pero vio a He Tian husmeando en sus papeles.

- Deja eso. -dijo Mo al momento de arrebatárselos.

Sabía que He Tian seguramente pensaría que era un pobre que no podría pagar la cirugía de su mamá, se sentía tan impotente que él moreno pensara que no podría conseguir el dinero para ello, sin saber que ya lo había conseguido, pero no le diría como o con quien.

- Sabes que si necesitas dinero yo... -

- ¡No necesito dinero! -

- Mo, no me importa si es para... -

- ¡Cállate! ¡No necesito el dinero ni tu lastima! -

He Tian se puso de pie frente a Mo. El pelirrojo lo miraba molesto con sus ojos llorosos de rabia. No quería ayuda, él podía hacer esto solo. He Tian le tomó el rostro con cuidado y se acercó a él.

- No pienses que yo siento lástima por ti. Yo te daría mi vida si la necesitaras... -

Mo abrió los ojos sorprendido. Las palabras de He Tian eran serias y sinceras.

Cerró sus ojos y agachó la mirada, se acercó más a He Tian y envolvió sus brazos alrededor del moreno, escondiendo su rostro en su pecho. He Tian le regreso el abrazo y le acariciaba la espalda.

Mo Guan Shan sabía que He Tian estaría ahí para el, que le ayudaría en todo lo que quisiera, que le daría el dinero que quisiera, pero, ¿a cambio de que? No lo sabía, y no pensaba que sería a cambio de una 'linda amistad', había algo más en esta relación que mantenía con He Tian, pero aún le daba miedo descubrir de que se trataba... era mejor dejar a He Tian y su generosidad de lado y si es que había algo más de amistad entre ellos que esta se desarrollara naturalmente con sentimientos y cosas cursis, no con deudas y beneficios entre ellos.

Soltó a He Tian y se fue a bañar.

Mientras se bañaba otra preocupación cursó por su mente. Mañana iría a ver su nuevo 'trabajo'... esperaba que no sea nada como limpiar las tripas de un muerto... pero su amigo trabajaba con ellos y no se miraba traumado o algo por el estilo, así que suponía que estaría bien.

O eso suponía.
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En el capítulo siguiente se encontrará Mo con Cheng nuevamente, ¿Que creen que pasará?

Habrá un poco de salseo, ¡pero no demasiado!

En deuda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora