¿Recuerdan a Lyric y a Melody? ¿Atrapados en su pecera?Bueno, uno de los peces murió. Estoy casi segura de que era Melody. Yo estaba triste. Lo sé, es raro sentir tristeza por una mascota a la cuál ni siquiera puedes acariciar, pero me encantaban los peces. Después mi mamá me compró otro pez. Debí llamarlo Disonancia pues pronto se comió a Lyric. Después de eso, ya no me gustaron tanto los peces. Yo estaba harta de la crueldad hacia los débiles. Mis perfectos pececitos estaban muertos, pero me enseñaron una lección duradera. Desde entonces, cada vez que quiero escribir una canción, me
digo, piensa fuera de la pecera. Es un recordatorio para impulsarme, para no quedarme atorada... para no ver el mundo exterior a través de una jaula de vidrio.
'Bottom of the Ocean' comenzó como una canción acerca de Lyric y Melody. Sin embargo, una vez que comencé a escribir, fue acerca de mucho más que mis tontos peces (sin ofender a los peces, RIP) Era sobre los sueños de cualquiera, los novios, un padre muerto, una relación abusiva. Es como decir que si hay alguien a quien has amado pero que, por alguna razón, ya no puedes amar más, tienes que tomar tus sentimientos, reunirlos y colocarlos en el fondo del océano. Esconderlos allí, con todo cuidado y respeto, en el único lugar donde nunca podrán ser encontrados. 'Bottom of the Ocean' es una canción de despedida, una canción de amor. Nunca pensarías que se refiere a unos peces. Bueno, excepto por la parte del 'océano'.
Mis amigas se convirtieron en mis enemigas, incluso mi mejor amiga. No tenía idea de por qué era yo a quien ellas odiaban, o
qué tenía que hacer para mejorar la situación. No cabía en ningún lugar. ¿A dónde iba todo? ¿Todo el respeto, toda la amistad todo el amor? Yo estaba indefensa, perdida, sólo como si flotara, y no parecía haber un final a la vista. De manera que hice aquello de lo que hablé en 'Bottom of the Ocean': coloqué todas las pérdidas, el dolor y el temor en un lugar donde nadie más pudiera encontrarlos de nuevo, en el fondo de mi océano personal. Y entonces recibí la llamada final respecto a Hannah Montana.
No quería sonar como Susanita la Optimista pero como ya se verá, cuando estás listo para avanzar o si haces las paces con el
dolor, encuentras un rayo de esperanza. El mío llegó en la forma de una llamada telefónica. Yo hablaba con Patrick, uno de mis amigos más antiguos, por mi teléfono celular. Él y yo apenas habíamos descubierto iTunes y él tocaba algunas melodías en su computadora para mí. De hecho, se trataba de 'I can't take it' de Tegan y Sara. Nunca lo olvidaré. Mi mamá estaba por allí en la cocina y respondió al teléfono de la casa cuando sonó. Gritó tan fuerte que pensé que alguien había muerto. Entonces, un instante después; comenzó a gritar '¡Lo lograste! ¡Lo obtuviste!' Lo que obtuve fue a Hannah. Obtener justo lo que deseas es un sentimiento extraño y fascinante. No sucede con mucha frecuencia; por tanto, cuando ocurre, tu cerebro empieza a decir: Whoa, esperen ¿de qué se trata todo esto? Resulta tentador fijarte en las desventajas o en la prisa con que debes realizarlo. Sin embargo, al ver que mi mamá saltaba feliz, sí, mi mamá saltaba, por fin tuve que aceptar que aquello era bueno. Le ordené a mi cerebro que se tranquilizara. ¡Era fabuloso! ¡Había obtenido un papel! ¡Un personaje que me encantaba! Podría cantar y actuar. Era demasiado perfecto. A medida que me daba cuenta de la realidad, también comencé a saltar y a gritar. El pobre Patrick quedó a la espera en el otro lado de la línea telefónica. Debe haber pensado que un tornado destruía nuestra casa. Toda la mañana, es decir, cuando mi mamá respondió la llamada telefónica y cuando gritó que había obtenido el papel, me pareció como si hubiera comprado un boleto de lotería y hubiera ganado, tan simple como eso. Pero ahora ustedes saben que fue más como una lotería en cámara lenta durante la cual se presentaron muchas oportunidades para el dolor, el sufrimiento y una visita demasiado larga al baño. Nunca olvidaré cómo se siente haber sido esa chica, ya saben a quién me refiero. A esa chica sin amigas que se sienta sola en la cafetería cada día y que resulta claro que sólo intenta sobrevivir pero a quien, sin embargo se dirigen a otros chicos con el fin de molestarla, y una parte de ti se siente mal por no hacer algo para impedirlo pero otra parte de ti siente un gran, gran alivio porque no eres tú el que está sentado allí. Ésa era yo, y era horrible. Obtener el papel lo cambió todo de manera súbita e irreversible. Yo avanzaba y dejaba atrás el pasado pero no me atreví a olvidar la lucha.
Existía una razón para ello. Yo traigo a esa chica conmigo y ella me recuerda que debo ser compasiva, que no debo guardar
rencores que debo estar presente para los demás cuando sepa que me necesitan.
A mi papá le gusta recordarme la ley del movimiento de Newton: que por cada acción existe una reacción de igual medida pero en sentido opuesto. Por todo lo que luché durante ese año, por todas las horas que estuve sola o resguardada en mi habitación mientras escribía canciones, había un equilibrio. Un equilibrio en mi vida, así como hay un equilibrio en el mundo. Por cada acción existe una reacción de igual medida pero en sentido opuesto. Nunca sabes cómo lucirá del otro lado pero con el tiempo lo verás, si mantienes los ojos abiertos.
En verdad creo en eso. Allí estaba: una sola llamada telefónica que era más que una recompensa por el infierno de sexto
grado. Los saltos. Los gritos. La locura. (Papá sólo dijo '¿Lo ves? Te lo dije. Ese papel era para ti') Yo había viajado a Los Ángeles para presentarme a las audiciones o para reunirme con los ejecutivos de Disney al menos cuatro veces. Había sido
muy bajita para el papel. Ellos querían a una chica más alta o a una chica de más edad; o a una chica con mejor voz para el
canto o con más facultades para la actuación; o alguien con todas las características anteriores. Se habían esforzado mucho
por encontrar a otra persona que no fuera yo para ese papel. Yo había trabajado y esperaba ser Hannah, y me había defendido de una manada de acosadoras adolescentes (bueno tres) todo ese horrendo sexto grado. Tenía once años de edad cuando hice la audición por primera vez. Ahora, después de un año, ya tenía doce años de edad. * aún no era muy grande pero.., Ahora por sorprendente que sea, increíble e imposible que pareciera, el papel era mío.
Este había sido mi sueño desde que tenía uso de memoria. Sin embargo, por extraño que parezca, ahora en verdad sucedía, mi emoción no era tan grande por lo que había logrado y por
el destino que me esperaba, si no por escapar. Yo no pensaba: '¡Genial!' ¡Obtuve un papel en un programa de Disney' ¡Por fin
me dieron un papel, ¡Voy a ser una gran estrella!'. Hannah Montana debió ser un proyecto que me atrajera muchísimo; no
obstante, sólo fue una excusa para escapar del que había sido el peor año de mi vida. Estaba decidida a salir de Nashville antes de comenzar la preparatoria. Entonces, cuando recibí la llamada, sentí como si Dios me salvara de una situación imposible. Mi primer pensamiento (después de los gritos y la locura desquiciada, desde luego) fue '¡Me largo de aquí!' ¿Pueden imaginar ser acosados por sus compañeros de clase, no tener una sola mejor amiga luego mudarse a Hollywood para hacer audiciones con multitudes de chicas ansiosas que quieren representar a su mejor amiga para un programa de televisión? La aspirante para Lilly con quien hice pruebas meses antes ¿la del cabello oscuro a quien me apresure a conocer después de
cambiarme la falda empapada de Doctor Pepper? Nunca volví a ver a esa Lilly. Mientras las nuevas Lillys potenciales hacían
sus pruebas, mi mamá hizo amistad con algunas de las personas del casting. Todos hablaban acerca de que mi papá era muy
atractivo. Mi mamá dijo en broma que debían llamarlo para que representara a mi papá en el programa. Y entonces (como lo
cuenta mi mamá), todo el mundo dijo: 'Espera, ¿en serio?' Mi mamá se sentó conmigo en la mesa de la cocina para hablar al
respecto. Me encantaba la idea de tener a mi papá cerca pero me preocupara que, si obtenía el papel, la gente pensara que lo habían elegido primero y que me habían contratado por él. A papá le preocupaba lo mismo. Decía: 'El papel fue hecho para ti, ¿Qué sucedería si arruino todo? Sin embargo, todos deseábamos de corazón encontrar una manera de que la familia permaneciera unida. Él siempre viajaba de ida y vuelta. Si el programa tenía éxito y decidían convertirlo en serie, entonces yo tendría que mudarme a Los Ángeles. ¿Tendríamos que cortar las raíces de toda la familia? ¿Cómo iba a funcionar todo? Fue entonces cuando Mamá dijo: Bueno ya hemos hablado mucho acerca de que Hannah Montana fue hecha para ti. ¿Qué tal si el papá de Hannah fue hecho para Billy Ray?Decidimos dejarlo en manos del destino.