-Bien querida, vamos entonces
Una vez con los cinturones puestos, el padre puso el coche en marcha.
La señora Park arrullaba a su pequeño bebé con cuidado y cariño mientras lo miraba con una sonrisa llena de ternura.
Su casa nueva no quedaba muy lejos de donde ellos vivían, así que no fue un viaje tedioso o algo por el estilo.
Obviamente el señor Park ayudó a su linda esposa para bajar del auto, pues la operación de su embarazo seguía siendo algo reciente.
-¿Lista?
La mujer asintió.
Abrieron la puerta lentamente y miraron el interior segundos después.
-¿Te gusta?
-Sí
Emocionados entraron a la casa, donde sentían un ambiente muy tranquilo.
Recorrieron el inmueble mirando cada detalle, quedaron encantados con todo.
-Arriba ya están listas las habitaciones, espero que te guste cómo arreglaron la del bebé
-Iré a verla
El hombre se quedó abajo para terminar de recibir a la mudanza.
La puerta color azul cielo y con el dibujo de un biberón delataron por completo la habitación.
Dentro había una cuna, una repiza con peluches pequeños, un tapete, un caballo de madera y una amplia ventana con cortinas blancas.
-Tu papá hizo un gran trabajo, ¿no lo crees?
El pequeñito hizo un poco de ruido.
-Ya lo creo, Jiminie
Besó su frente y lo recostó en su cunita.
-Mamá ayudará a la mudanza, no tardaré
El niño movía sus manitas y pies sin coordinación alguna mirando al techo.
La señora Park salió de ahí y fue a la planta baja para ayudar a su esposo.
Ninguno de los dos era de la clase de personas que podían percibir algo paranormal o decir qué tan pesado era el ambiente en un lugar, así que nunca se percataron de la singular oscuridad y pesadez que se sentía en la habitación de su hijo.
-¿Pero qué tenemos aquí...?
De la nada apareció un muchacho de piel pálida y cabello oscuro.
-Un mocoso llorón, ¿cierto?
Se acercó a la cuna para ver mejor al bebé.
Estando a un lado de la cuna, esperaba verlo llorar, pero no pasó.
-¿Que acaso no piensas llorar, mocoso?
Se asomó a donde reposaba Jimin.
En lugar de llorar, Jimin empezó a reír y sonreír estirando sus bracitos hacia el muchacho.
-Ah no, ni de puta broma voy a cargarte
El bebé insistió.
-Agh
Se quejó accediendo.
Levantó al pequeño niño con sus manos, este no dejaba de reír.
-Estás malditamente loco, ¿sabías?
No hubo una respuesta, sólo risa y más risa.
-Sólo quiero que sepas que no soy una niñera, ¿entendido, mocoso?
Lo apegó a su pecho y le daba suaves golpes en la espalda.
-Ni siquiera sé porqué accedí a cargarte
Caminaba en círculos hasta que Jimin se quedó dormido.
-¿Qué carajo contigo, niño?
Lo recostó de nuevo en la cuna.
-¿Jimin querido?
-Mierda, ya me voy
Desapareció entre las paredes.
-Oh, ya se durmió
Acarició una de las mejillas regordetas del pequeño.
-¿De qué tanto se reía?
Se cuestionó divertida.
Se quedó a cuidarlo un rato hasta que llegó la hora de alimentarlo.
De ahí lo durmió hasta caer la noche.
-Descansa Jiminie
Besó sus abultadas mejillas y salió de su habitación.
Alrededor de las dos de la mañana, el bebé empezó a llorar.
Sus padres estaban profundamente dormidos, tardarían en escuchar su llanto.
-Al final sí resultó ser un llorón
Se burló el chico yendo a la cuna.
-¿Ahora qué te pasa, pequeño monstruo?
El llanto de Jimin disminuyó un poco al ver ese pálido rostro.
-¿Tienes hambre o qué?
Le acercó un biberón que estaba cerca, pero lo rechazó llorando.
-¿Sueño?
Lo levantó con cuidado, pero un olor peculiar lo detuvo un momento.
-Demonios niño, ¿qué coño comiste?
El bebé no dejaba de llorar.
-Así que el pequeño llorón está sucio...
Buscó pañales y lo que fuera necesario para cambiarlo y eso hizo.
-Listo, ¿te sientes mejor?
El niño ahora reía pataleando.
-Ahora ponte a dormir
Lo apegó a su pecho para arrullarlo un rato.
Su madre despertó de golpe por el presentimiento muy fuerte de que alguien estaba con su hijo, casi como si pudiera sentir a ese extraño presente y al ver a su esposo junto a ella, se levantó de inmediato para ver que todo estuviera bien.
-¿Jiminie?
Lo encontró riendo y miraba hacia arriba extendiendo sus brazos.
-Oh pequeño
Lo cargó un rato.
-Descansa, pequeño maloliente
Acarició una de sus diminutas manos y una risa le respondió.
Un escalofrío recorrió a la señora Park y no evitó mirar a su espalda, pero no había nadie, o bueno, nadie que pudiera ver.
-¿Te gusta el peluche de allá, bebé?
Le preguntó a su hijo, pues al oírlo reír imaginó que un peluche de la repiza le había llamado la atención.
-Ten
Puso entre sus manos un muñeco de elefante color azul, que el pequeño apretaba como podía.
Media hora después, su angelito ya estaba descansando.
Yoongi lo estuvo cuidando toda la noche, aunque fuera "en contra de su voluntad"... Nadie lo obligaba, pero bueno, intentemos entenderlo.
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Are You Afraid Of Me?
FanfictionHay una casa que nadie habita en cierto vecindario aparentemente tranquilo. Esto se debe a que rumorean que ahí hay un espíritu oscuro, mas la familia Park hace caso omiso y compra aquella propiedad junto con su pequeño hijo, Jimin. Yoonmin bb's ❤️ ...