˚✧˳⁎˚✧ ↬ Taehyung empezó su segundo año universitario con el pie izquierdo; una infidelidad de parte del amor de su vida. En sus malos momentos, el hermano de su mejor amiga, comienza a interesarse en él y lo persigue para algo más que una amista...
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Los colores cálidos mezclados con el reflejo del lago más el verde los árboles lejanos, la vista era increíble y el ambiente tan perfecto para estar sólo con una manta y disfrutar del día, con una taza de té y olvidar todo a tu alrededor.
Taehyung disfrutaba del sol reflejado en el lago, a punto de esconderse y maravillado por el arrebol de las nubes. Sincerity is Scary sonaba desde su celular, con los apuntes en mano y marcando con amarillo fosforescente las palabras que debía recordar para los exámenes próximos. La voz de Matthew era tan relajante, ¿cómo alguien podía cargar con tal cosa increíble? Quería tener alguna clase de don o habilidad que sacar a relucir y poder provocar lo mismo que aquel cantante dejaba en él.
El sol cada vez se escondía más, quedando casi al final y dejando que unos pocos rayos iluminen, el cielo anaranjado con las nubes rosadas, el ambiente seguía siendo un poco cálido pero el frío empezaba a tomar acto de presencia, recordando que era otoño y pronto las hojas caerían y las nubes llorarían.
Dejó de lado su apunte, subió la música y tiró para atrás su espalda, llevando sus brazos a la nuca y acto siguiente, recostarse en el césped, mirando el cielo y de un instante a otro, cerrar los ojos y dejar que la canción cambie a Somebody Else. Pensaba que aquella canción era tan hermosa, provocaba miles de sentimientos en él, y cientos de escenarios románticos, esa era la canción para besar a una persona sujetarle de la cintura y dejarse maravillar por el acto precioso de unir los labios y dejar que bailen. Sonrió, era tan romántico que se empalagaba a él mismo.
Pasados unos minutos, no tantos para que la canción acabe, las ramas se empezaron a partir, alarmando un poco pero no lo suficiente para abrir los ojos. De un momento a otro, algo frío fue depositado en su frente, parecía una lata.
— Sabía que estarías aquí. — habló, era aquella voz tan grave que intentó evitar el último tiempo, pero de todos modos escuchaba. El frío en su frente desapareció, a la par que el sonido de una lata abriéndose sonó cercano a él.
Se levantó, sólo un poco, con los ojos abiertos y vio como Jungkook estaba sentado a unos pocos centímetros de él, ¿no más de veinte tal vez?, y veía los últimos momentos del sol. Una lata de gaseosa de naranja estaba apoyada en el césped, muy cerca de dónde antes estaba su cabeza. Se recompuso, y se sentó, estiró un poco su cuello y los huesos sonaron, su expresión de insatisfacción fue obvio, le daba mucha impresión. Frotó un poco sus ojos y miró al menor, parecía que recién salía de clases, y su ropa era tan distinta a lo normal. Varios minutos mirándole, como este tomaba su lata de gaseosa de limón y no apartaba la vista del sol.
Una camisa a cuadrillé rojos y azules desabotonada sobre una camiseta blanca, pantalones rasgados y Converse bordó, le parecía algo distinto del alma oscura que llevaba una chaqueta de cuero sintético, con sus Timberlands negras y pantalones rotos.
