Capitulo 1 y ultimo

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...Christian...

Ana, al verla tirada tras escuchar ese disparo, mi respiración dejo de funcionar y por un segundo creí que moriría, esa mujer era tan tonta, me duele pensar en Ana ocultándome una verdad que podría salvarle la vida, si algo le pasa... Yo no podría con ello.

Señor Grey- dijo la doctora, que atendía a Ana- necesito hablar con usted.

Mi corazón dejo de latir ¿no era esa la frase que usaban antes de contar una mala noticia?

La señora Grey- continuo tras aislaremos de la sala de espera completamente vacía- esta muy grave , le seré honesta, si no logramos regular sus signos vitales en breve, me temo que no habrá nada más que hacer.

¿Qué? - dije casi en un susurro- ¿¡cómo!? - eleve mi voz - el dinero que les pago no es suficiente? Mierda! Si no es suficiente díganlo, el dinero no es problema, sólo dame la cantidad que quieres y yo...

Señor- la doctora me observaba con lástima tocando lo hombro- no es cuestión de dinero, Christian, es cuestión de la vida.

No se en que momento mis lágrimas comenzaron a salir, simplemente , me senté en el piso recargado en la pared y con la cabeza entre mis manos.

Sálvela - susurre- ella es todo lo que me queda ahora, ¡sálvela! Por favor

Hundí mi cabeza aún más en mis manos, no quería verme débil, no podría, pero ... Si algo le pasa a Ana , a mi Anastasia, me muero.

Tras lo que pareció una eternidad, el papa de Ana, la rubia que era su amiga , mi padre y mi madre, estaban en la sala de espera tan mortificados como les era posible, ninguno como yo.

La doctora salió de alguna sala y simplemente se puso de frente a un módulo de información, sin decirnos nada, sin importarle si quiera.

Camine hasta ella y me coloque justo de tras.

Puedo verla- le susurre al oído-

ella pareció entender por que me guió aún cuarto blanco, donde en medio de esta había una camilla medio inclinada y de fondo musical, la máquina que marcaba los latidos de corazón de Ana,en esos momento, ese sonido era música para mis oídos, por que sabía que ella aún estaba aquí... Ella.
sobre la cama, descansaba una Ana pálida, débil e indefensa , si antes me parecía frágil, ahora realmente lo era, me partía el corazón verla así, por mi culpa. La doctora salió cerrando la puerta con un ligero movimiento dejándonos al fin solos.

Camine lentamente hasta la cama de Ana, me senté en la silla que estaba al pie de la misma, cuando vi su rostro oculto en esa máscara de oxígeno, no pude evitar sentirme mal, sentirme triste.
Me puse de pie de inmediato limpiándole las lágrimas y pasando mis manos por mi cabello, estoy tan molesto, si hubiera llegado 2 minutos antes, mierda, si ella me hubiera dicho lo que sucedía desde el principio, nada de esto estría pasando. Me odio.

Maldita sea Ana- dije volviendo a la silla arrastrandola justo a un lado de Ana, teniendo así acceso a sus manos- no quiero que lo que voy a decir suene como una despedida, por que , mierda, no lo es... - tome sus manos- hace algún tiempo, cuando entraste a mi oficina por primera vez, no tropezaste sólo irrumpiendo en la tranquilidad de aquel edificio, tropezaste irrumpiendo en la tranquilidad de mi infierno, aceptaste cada parte de mi, con defectos y virtudes, que claro, son más defectos que virtudes , Ana, me salvaste ... Me salvaste de seguir haciéndome daño haciéndoselo a los demás, encontraste en mi la felicidad que yo había tratando de ocultar, fuiste valiente en muchos aspectos, eras tu, siempre fuiste tu y quiero que sigas siendo tu, se que siempre te digo esto pero.... Esta vez es la más importante, no te vayas., no me dejes, yo no podría soportarlo , Te amo , soy un imbécil , y te amo, cometí muchos errores y me siento un imbécil hablándote sin que me respondas, sólo no te vayas.

No me di cuenta en que momento comencé a llorar, me recargue en el respaldo de la silla y la mire.. Era cómo observar el paisaje más hermoso , temía no escuchar su risa de nuevo, mi sonido favorito.

La doctora irrumpió en mis pensamientos.

Tiene que salir- dijo con todo preocupado-

¿Pasa algo?- me puse de pie de inmediato.

Nada- continuo - sobre paso el límite de tiempo, es lo que sucede.

Sin decir más, salí por la puerta atravesando el frío pasillo hasta llegar a la sala donde se encontraba ya Taylor.

Sin decir nada, me senté en un sillón, a observar simplemente a la nada y hacer lo que hasta ahora parecía la mejor opción... Esperar.

El reloj transcurría más lento de lo que usualmente marcaba las horas, las dudas y el miedo era el infierno mismo.

La doctora salió tras de ella dos enfermeras más, sonreí , eran buenas noticias, tenían que serlo.

La doctora solamente se puso frente a mi con la cabeza agachada.

Lo siento.

Fue lo único que le escuche decir, fue lo único que no quería oir

No- susurre - no es verdad, ¡dígame que no es cierto!

Salí corriendo hasta la habitación donde Ana yacía, no podía ser verdad no

No- dije quedándome frente a ella sin acercarme - ¿Ana? - pregunte con lágrimas en los ojos esperando respuesta, respuesta que jamás llego.

Ana- me arrodille a su lado- responde Ana, ¡Ana, te ordeno que te pongas de pie! ... Ana, vamos a casa, por favor Ana - me puse de pie y me senté en donde ella estaba acostada, en su cama, la abrace, su cuerpo estaba frío, más frío de lo que solía estar , voltee hasta la puerta y ahí estaba todos, llorando.

Vamos a casa- dije llorando besando su cabeza- te necesito en casa, te necesito conmigo.- ¡Ana, vuelve! ¡Ana! ¡Ana! , ¡no! Ana, no te vayas -

en ese momento me desmorone aferrandome ferozmente a su cuerpo, a su ser , no quería dejarla partir, mis lágrimas poco a poco se convirtieron en un río sin final

Me puse de pie y me acerque a la doctora tomándola por los hombros con fuerza- ¡TOME TODO MI ESTÚPIDO DINERO! ¡MI FORTUNA DS TODA, PERO SÁLVELA !

La doctora se limitó a mirarme

Hay ciertas cosas que todo el dinero del mundo no puede pagar, lo siento- dijo sacándose de mi agarre y marchándose

¡ANA! - volví a abrazarla pero esta vez sin sentarme - ¡NO TE VAYAS! ¡NO ME DEJES!

El tiempo paso, rápido, lento , ya no importaba, ya nada lo hacía en realidad, me quede inmóvil sentado en el silla observando el cuerpo de Ana, me costaba creer que ya jamás escucharía el sonido de su voz, de su risa, jamás vería de nuevo su mirada, me dolía saber que no fui capaz de hacer nada, teniéndolo todo, mierda, ahora ya no tengo nada, sin ella no tengo nada, Ana ya no estaba en mi vida. Estaba muerta.

Mini fanfic "50 sombras de Grey"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora