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Cuando los primeros rayos de luz incidieron sobre su pálido rostro el ángel abrió un poco los ojos encontrándose en la nueva cama que Ichiji le había conseguido para su casa.

-Ey, vampirito. Mueve ese trasero que tenemos que seguir.-bostezo cogiendo una manta para envolver su cuerpo desnudo, al igual que lo estaba el vampiro.

-Mmm… como tú hermana despierte y no te ves en tu cuarto… Se va a llevar una decepción. -Ichiji se incorporó dejando ver su pecho desnudo.- tú y tu manía de escaparte para satisfacer tu deseo sexual conmigo nena.

-No vi que anoche te quejaras.-vio como sonreía divertido a lo que ella sonrió igual mientras se vestía.

-Bueno, es la tercera vez yaz y solo acudes a mí, así que, eso es porque significa algo, ¿no crees? -Ichiji estaba de pie desnudo cogiendo la cintura de la chica besando su cuello.- ¿acaso ese corazón frío se ha descongelado?

-Ambos acordamos hace mucho que solo era sexo ichiji.-dijo el ángel.-Si quieres dejar esto solo dilo.-se terminó de arreglar.

Por muchos años que hubiesen pasado, ella no lograba superar la soledad en la que se había visto envuelta por tantos años y la violencia que recibía por sus alas.

-Tsk, jamás me cansaré de eso ya que… a pesar de estos años haciéndolo y ya no porque tuvieras ganas, sino porque salía natural… Me gustas Aoi… y cuando lo hago, no pienso solo en sexo, sexo y sexo, pienso en que hago el amor con la chica que me gusta. -admitió algo sonrojado.- pero entenderé que solo tú lo veas como un polvo para satisfacerte. -Ichiji se separó vistiéndose de nuevo.

-Lo siento, pero…-suspiró.-No estoy lista para vivir con otras personas. La vida me ha dado muchas lecciones y una que me se bien es que cuando soy feliz, la vida me lo arrebata.-lo miró.-Lo mejor será que dejemos esto entonces.

Ichiji, rabioso golpeó la pared una vez visto y con ojos cristalinos por cada palabra que ella decía y se puso las gafas para marcharse de allí a paso rápido.

-Ya nos veremos. -dijo borde y rabioso.

-Adiós…-dijo el ángel susurrando.

-Es que la vida me ha enseñado varias lecciones… -Ichiji imitó a Aoi pateando una piedra y se quemó el pie cuando le tocó la luz.- ¡Joder! -se convirtió en murciélago para estar en las sombras de los árboles.- y cuando estoy feliz me lo arrebata, esa… ángel no ha estado veces feliz haciéndolo, y no ha pasado nada… eran mentira todas esas putas veces que me decía un puto te quiero… -gruñía rabioso y se volvió a transformar en humano golpeando un tronco de un árbol.

Mientras en la casa Aoi se deslizó en la pared sollozando.

-Ojalá dentro de unos años me perdones…-lloraba.-Lo siento Ichiji…

-¡Mamamama! ¡Esa es mi nueva comandante! ¡Vamos! ¡Hoy necesito que cumplas un encargo!

-Si...por supuesto señora.

Nadie lo sabía, ni Koemi, ni Ichiji, pero al renunciar al trono y a todo lo que tuviera que ver con el reino ella se había entregado a Big Mom para que no fuera Koemi o cualquiera de sus posibles futuros sobrinos los que acabarán así. Renunció a todo por la felicidad de los demás.

-A eso estoy destinada…-susurro para sí misma.

-¿Aoi? -la voz de Koemi la sacó de sus pensamientos.- ahí estás, te he estado buscando durante la mañana. -Koemi corrió hacia ella con ropa que ella solía vestir, no elegante. - ¿dónde has estado en la noche? La cama estaba sin deshacer.

-Me he despedido de Ichiji, puede que no le vuelva a ver…-sonrió triste.-Era un buen chico, una lastima que nos hayamos conocido así…-suspiro.-Tengo mucho trabajo, si me disculpas.-besó su mejilla.

Contrato de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora