-¿Por que mataría a mi hermana pequeña? -Aoi dijo con una sonrisa divertida.
-¿¡E-Eh!? -Koemi gritó abriendo los ojos como platos.- ¿p-pero qué dices?
-por favor, ¿en serio crees que nuestra madre murió dándote a luz?-levantó una ceja.
-Vale, ya alucinas, me marcho. -Koemi estaba en shock y echó a correr trepando por los árboles y la ángel caído rodó los ojos echando el vuelo a por ella y Katakuri fue tras ellas.
Con gran velocidad Aoi se puso delante suyo.
-¿No me crees? ¿o aún piensas que te quiero matar?
Koemi se tropezó por la velocidad que llevaba cayendo al suelo, pero el lobo negro saltó agarrándola, haciendo que Koemi cayera encima de su lomo.
-¿N-Nanie? -Koemi se sorprendió.
-Hombre, el lobo más temido de todos, señorito Katakuri.
-¿Cómo sabes que soy yo? -gruñó provocando que Koemi se levantara rápidamente de él y cayera al suelo deslizándose hasta chocar contra un árbol con su espalda temorizada de tener en su cara a un demonio y a Katakuri, este último, tenía muchas historias, y ninguna de ellas muy bonitas.
-Nadie más tiene esos tatuajes. Pero bueno, quita anda. Koemi si quieres saber más cosas de nuestra madre o sobre tí te espero esta noche a las 21:00 en la cascada.-salió volando.
-¿E-Eh? -Aoi les dejó a solas y a Koemi en shock.- t-tú… -tembló de miedo al verle caminar en forma lobo con sus grandes dientes hacia ella.- n-no me hagas daño… d-d-dicen q-que quienes… l-l-lo ven… N-n-no regresan para c-contarlo… -Koemi tenía esta vez su daga en mano.
-Oye no te voy a hacer daño.-se transformó en su forma humana.-Te lo prometo.
Koemi se le quedó mirando y se sorprendió al ver a un hombre alto, fuerte y apuesto con una gran bufanda tapando su rostro y con una chaqueta de cuero, pantalones iguales con adornos de pinchos y unas botas de vaquero.
-¿P-P-Por qué? ¿L-le doy pena? -Koemi se levantó con ambas manos en su daga sin fiarse de aquellas palabras.- E-Elfos y-y lobos… s-son enemigos… -ella nunca solía tener miedo, pero estar delante del… Alfa de todos por así decirlo, daba cague.
-No claro que no, solo que no quiero que nada le pase a la futura reina y no quiero que nadie implique a mi reino, nada más. ¿Se encuentra bien?
-¿Implicar a su reino? -Koemi aceptó con algo de miedo la mano de aquel hombre y se sorprendió su firmeza y se levantó.- s-si… Estoy bien… en shock… la verdad, que venga un ángel caído que no conoces de nada y te diga que es tu hermana pues… no es normal y ya menos si te encuentras al lobo más temido del mundo. -rió con nervios.- ufff…
-perdona en serio pero cuando te vi caer pues no me quise quedar de brazos cruzados. No soy tan malo.
Koemi asintió y aún seguían dados de la mano, cosa que Koemi se sonrojó y apartó su mano.
-M-Muchas gracias… no debió de hacer aquello, pero… Gracias… si me disculpa me iré a casa… -Koemi se iba a ir pero la voz del Alfa la detuvo.
-¿Irás al lago a las 21:00? -dijo serio, como si no se fiara de aquella chica con alas.
-N-No lo sé…-Koemi murmuró girándose.- No lo sé. -dijo más claro y echó después a correr haciendo que Katakuri encogiera los hombros y se volviera lobo yendo a su hogar.
-Aquella pequeña criatura será tú futura mujer, toda una elfa, ¿como no conseguir más poder aliándose con nuestro enemigo?
Aquellas palabras resonaban en la cabeza del hombre lobo, todos esos años la había visto crecer, pero no sentía nada. Iba a ser un matrimonio horrible para ambos.
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Contrato de Sangre
Hayran KurguUna historia repleta de fantasía, de traiciones, alianzas obligadas, sangre, sexo, acción, muerte, bodas planeadas, misterios sin resolver y acontecimientos inesperados, dos hermanas separadas sin conocimiento de la existencia de la otra, a excepció...