El Ying y el Yang [Yuri]

Capítulo 1.

Aquel año escolar en el Instituto de Inglés llegaba a su fin, y como era costumbre, el último dia se reunían todos los alumnos de todas las clases a cenar y compartir un rato juntos.
La directora y profesora del lugar, junto a una mujer, comenzaban a servir platos con varias comidas a lo largo de aquella mesa rodeada por chicos y chicas de todas las edades, dando inicio a la cena. Como era de esperarse, mucho tiempo no pasó hasta que estas también se sentaron para compartir con los quienes para ellas, formaban una gran familia.
Lo que cabe destacar de este instituto, que al ser su exigencia tan elevada y el hecho de deber cumplir varios requisitos para entrar, no tenía demasiados alumnos, sin embargo, los que tenia, eran excelentes personas.

Como en todo lugar, de un solo tema de conversación lograron salir subtemas, y con ellos se comenzaron a formar gran variedad de grupos en el lugar intercambiando opiniones de todo tipo, aunque no todos formaban parte de estos grupitos.
Rose se encontraba con su mirada centrada en su celular, concentrada leyendo una de sus historias favoritas en una app del movil, pues imaginaba y pensaba que nadie se acercaría a hablarle, aunque ella tampoco tenia el valor de hacerlo. Aunque, una alegre voz pinchó su burbuja
-¡Hola!- sonrió una joven de cabellos rojizos observandola, elevando sus pecosas mejillas como consecuencia de la curvatura de sus labios.
Al girar su mirada, y verla, no tardó en reconocerla. Aquella muchacha era de su mismo año, una joven que, juzgando a primeras, parecia ser bastante alegre y feliz. Esa era la primera vez que ambas hablaban, ya que como tenian distintos horarios, era dificil que tuvieran una clase juntas, pero cuando la tenian, jamas hablaban. Solo Rose se dedicaba a observarla, buscando una amiga en ella, buscando liberarse de la soledad causada por su timidez que la envolvia
-Rose ¿No?- preguntó sin borrar aquella sonrisa que tenía mientras la observaba con sus verdes ojos-
-S-Si, soy Rose- contestó siendo invadida por los nervios, reprochandose mentalmente por tartamudear mientras una pequeña sonrisa logró salir- Tú eres M-Melisa ¿Verdad?-
-Ese es mi nombre- ella asintió- Te ves agradable ¿Te gustaría ser mi amiga?-
-¡Claro!- aseguró la joven de inmediato por su desesperación por compañía, sonriendole de oreja a oreja-
Melisa le sonrió, sin embargo sus ojos se desviaron a su celular- Oh, usas wattpad ¿No? A mi también me gusta leer- ella rió y desbloqueando su celular, le mostró aquella misma aplicacion- ¿Que lees?-
En cuanto escuchó la pregunta, instantáneamente apagó su celular, esperando que alguna luz divina la iluminara para recordar historias que no tuvieran de título "y tú" o algo erótico- Eh...B-Bueno, ya sabes, f-fanfics e historias de romance, s-si-
La chica negó- ¿Que libro lees?- aclaró
-S-Solo era un libro de un amor prohibido, no r-recuerdo su t-título, es algo raro, creo que alemán, si, creo que si- respondió mientras sus mejillas se sonrojaban con cada pregunta hacía esa aplicación que mantenía sus más oscuros secretos
-Tranquila, no te pongas nerviosa- sonrió divertida, obviamente debia ser algo cómico escuchar a alguien hablar sobre un libro de dudosa procedencia que casi olía a mentira piadosa- hablame sobre ti
-¿Qué quieres saber?- preguntó desviando su mirada, pues aquel contacto visual solo la pondría más nerviosa. Y esa mirada color aceituna no ayudaba a tranquilizarla
-Hum... ¿Que edad tienes?- la chica le mostró una sonrisa con dientes
-15- habló ya tranquila sabiendo que nervios se habían esfumado-¿Tú?-
-Oh, eres menor a mi- rió- yo tengo 16 años ¿Cuando los cumpliste?
- El 1 de septiembre- mencionó mientras balanceaba sus pies sentada en su silla, pues estos colgaban por su baja estatura-
-Bueno, no estamos tan lejos. Por tu estatura supuse que eras menor- Algo normal, pues la castaña debia medir unos 10 centímetros menos que Melisa- ¿Nombre completo?- preguntó nuevamente
-Rose Evans Ainsworth- contestó dejando de ver sus pies colgar para observar a su nueva amiga-
-Que lindo nombre- mencionó sonriente haciendo contacto visual con la chica menor a ella, esta iba a hablar pero la voz de su profesora la interrumpió
- Melisa, tus padres te buscan, cariño-
-¿Ah? Si, voy, teacher- habló la chica recogiendo sus cosas- antes de que me vaya ¿Me agendas tu número?- la pelirroja tomó su celular, abrió la agenda y se lo extendió mientras comenzaba a recoger sus cosas. La castaña asintió y rápidamente anotó su número para que la pelirroja pudiese hablarle.
-Gracias- le sonrio para darle un beso en la mejilla como despedida- Adios, Rose, un gusto en hablar contigo- aquella joven de tez pálida se retiró por la puerta acompañada de la profesora para abrirle la reja.

La ojiazul había encontrado su esperanza, esa que hace tiempo desconocía realmente su significado. Esa noche, todo dio un giro, las lágrimas que solían caer por las mejillas de la menor se habían convertido en una sonrisa. Y todo por aquella nueva chica.