Los seis caminaron por el bosque, Ron intentaba explicarle a Thalia quien era y que era íntima amiga suya. Harry y Ginny iban de la mano esquivando ramas de los árboles. Draco y Hermione, caminaban entre risas por el extenso bosque, que parecía no tener final.
- Quienes crees que son? - dijo Hermione intrigada.
- Una antigua tribu de mortifagos.... - le contestó rápidamente Draco.
- Y tú como lo sabes? - le preguntó Hermione.
El rubio se quedó en blanco.
- Eh.... supongo que lo se... - dijo Draco rascándose la nuca.
- Lo sabes y ya?! - dijo Hermione que notaba que el Slytherin ocultaba algo.
- A ver.... puede que.... yo.... sea... - Draco se cortó.
- Que tú seas? - dijo Hermione invitándole a seguir.
- Mor.... ti....fa....go....- dijo Draco cautelosamente.
Los ojos de Hermione se abrieron de par en par. Miró a Draco y se frenó. Pensaba que la castaña saldría corriendo o gritaría, pero parecía estar enfadada.
- Y no me lo has dicho... hasta ahora!? - dijo furiosa la castaña.
- Es que... - dijo Draco intentando defenderse.
- Por eso Guillert no podía tocarte.... y sabías que si nombrabas a tus padres no dirían nada.... - gritó Hermione.
Draco se mantuvo en silencio observando como los ojos color miel de Hermione le mataban con la furiosa mirada que le enviaba.
- Eres un....!
Hermione no pudo acabar, pues una roca que había cerca de ellos explotó. Ambos se acercaron a mirarla. La roca estaba hechando humo, casi tanto como Hermione por la furia, estaba partida en cuatro trozos iguales, parecían estar medidos. Los dos miraron a su alrededor, pero no había nadie.
Siguieron caminando en silencio, por si alguien les observaba, hasta que llegaron a una gran explanada de hierba. Caminaron por la explanada al descubierto hasta que notaron que no había nadie.
- Por qué no confíaste en mi y me lo dijiste!? - le gritó Hermione aún enfadada.
- Hermione, era peligroso que lo supieras....- se defendió el rubio.
- Y ahora que todo está lleno de mortifagos es el mejor momento!? - siguió gritando la castaña.
- Herm....
- Callate! - le interrumpió la gryffindor.
Al momento que Hermione soltó el grito, el rubio salió volando unos metros más atrás y cayó de espaldas contra el suelo. Hermione se asombró al verlo y corrió a ayudarle. Al ver que estaba bien, volvió a levantarse enfurecida.
- Eres despreciable! - le gritó la castaña.
Mientras se alejaba comenzó a escuchar gemidos de dolor y se giró hacia Draco. Una gota de sangre cayó de la mano del rubio. La gryffindor se acercó a ver y en la mano de este, estaba escrita la palabra "despreciable" en forma de herida.
Hermione se tapó la boca y miró al rubio.
- Hermione....?- dijo Draco asustado mirando a la castaña.
- He sido yo?! - se asustó la gryffindor intentando apartar la mirada de la herida que no dejaba de sangrar.
Las lagrimas corrían por sus mejillas.
- Lo siento....