Tooru adoraba la navidad. Hajime no.
Abrir regalos, celebrar mientras bebía y comía hasta que el cuerpo le aguantase era un paraíso que solo se repetía una vez cada año. Por tanto, Tooru aprovechaba al máximo esas festividades mientras Hajime siempre controlaba que no se pasara de la raya.
Solo quedaba una noche para terminar el año, y aunque esas festividades eran para pasarlas en familia, Tooru se excusó en exámenes y prometió a sus padres pasarse para celebrarlo pronto.
Aunque Hajime sabía que los exámenes tan solo era una excusa para Tooru, puesto que ya había armado una buena fiesta con uvas, champagne y guirnaldas por todo el apartamento que compartían, invitando a media universidad. Hajime se rio bastante cuando la mitad se negaron al ser fechas familiares.
—Obviamente, no todos son como tú —suspiró Hajime al verle tan deprimido—. Sugiero que volvamos a Miyagi, con nuestras familias.
—¡Vamos, Iwa-chan! ¡Podemos pasar un año sin nuestras familias y solo se te ocurre eso!
—La universidad se te ha subido a la cabeza, idiota. Deja de llamar y volvamos a casa.
Tooru suspiró y le tiró las llaves del coche.
—Siempre eres así —infló las mejillas, y Hajime rio.
—Solo pienso con la cabeza. Vamos.
Eran unas tres horas de viaje, así que para cuando llegaron a su ciudad natal, era ya la última hora del año. Se hizo ameno al ir viendo la decoración de las calles con luces navideñas y los fuegos artificiales.
Sin embargo, cuando llegaron a sus casas —vivían al lado—, la casa de Hajime estaba apagada mientras que la de Tooru bullía de actividad, y ambos podían imaginarse lo que sucedía.
No era ningún secreto que sus familias se llevaban bien, por algo eran amigos desde que tenían memoria.
Se miraron y sonrieron, tocando el timbre y poniéndose a ambos lados de la puerta para que no les pudiesen ver por la mirilla.
—¿Quién...?
—¡Sorpresa! —la madre de Tooru casi se caía hacia atrás del susto, pero luego sonrió y les abrazó.
—¡Pensaba que no ibais a venir!
—Ha habido un cambio de planes, mamá —dijo, y ella le besó toda la cara.
—Deberías venir más, ¡estás enorme! ¡Pasad, no os quedéis fuera!
Todos los recibieron con el mismo cariño, y les pusieron a escribir su tarjeta de los deseos para colgarlo en el árbol, como todos los años.
—Estoy mayorcito para esto... —gruñó Tooru, colgando su tarjeta.
—Deja de quejarte —Hajime le dio un codazo.
Tooru se lo devolvió y ambos empezaron una pequeña pelea de piques y codazos hasta que acabaron sentados en el sofá por orden de sus padres para ver las campanadas, a punto de empezar. Cogieron sus lacasitos y empezaron a comer al son.
Cuando el nuevo año se inauguró, se abrazaron entre sí deseándose un buen año.
Cuando a Tooru y Hajime les tocó abrazarse, sus padres les empujaron hasta que quedaron debajo de un muérdago, y rieron mientras cumplían la tradición.
Definitivamente, sería un año para recordar.
Hola! Como han dado los resultados del concurso de Año Nuevo de Fan-FictionEs aprovecho para publicarlo y decir que HE GANADO EL PRIMER PUESTO.
Estoy muy feliz :")
Eso es todo :3
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A million dreams
Fanfic[One-shoots collection] Pequeñas historias que escribo de manera independiente sobre el Iwaoi~