Introducción

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Seventeen - Good to Me

La vida de Na JaeMin nunca había sido algo demasiado interesante; básicamente consistía en ir al internado en el que estudiaba para cursar su último año de secundaria, hacer su tarea, comer y dormir

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La vida de Na JaeMin nunca había sido algo demasiado interesante; básicamente consistía en ir al internado en el que estudiaba para cursar su último año de secundaria, hacer su tarea, comer y dormir. Sumado a tener que lidiar con los regaños que solía obtener por parte de los maestros gracias a su rebelde conducta y por ende, ya conocía todos los que podrían ponerle, que iban desde hacer ensayos de más de diez paginas hasta dar vueltas por toda la plaza de la escuela.

Pero ese día en particular, que pretendía ser otro de los miles de monotonos días, una sola acción desencadenó una serie de hechos que pusieron nuevas personas en su radar.

Pero lo que más le molestaba, era unica y especialmente una persona.

Y todo fue porque Na estaba demasiado entretenido jugando Clash of Clans atacando una aldea y robando su botin, que no notó que la maestra de algebra le estaba haciendo una pregunta, a pesar de estar al fondo de la clase.

—Señor JaeMin, ¿está usted prestando atención? —le llamó la profesora, haciendo que levantara la vista del teléfono sorprendido.

—Ah... si...

—Muy bien, si es así, dígame como se utiliza la formula del pizarrón para las ecuaciones de segundo grado.

—Ah... —se quedó unos segundos en blanco, con los ojos y la boca abiertos.

Todos en el salón estallaron a carcajadas.

—Suficiente, Na. Esta tarde después de clases le fijaré una cita con detención —sentenció, haciendo que el adolescente solo se hundiera en su pupitre—. Prosigamos, el método de factorización...

Al lado de el, RenJun, su mejor amigo, le tocó el hombro y rió un poco.

—Te dije que un día de estos ibas a correr la suerte de hacer enojar a la señorita Song, y el resultado no iba a ser nada agradable.

El menor bufó.

—No espero nada de esa señora. Estoy acostumbrado —dijo—. Detención no es tan mala, normalmente estoy solo así que cero molestias y hasta puedo escuchar música de vez en cuando. ¿No quieres acompañarme?

El otro chico rió mientras terminaba algunos apuntes.

—No gracias, creo que será para la proxima. Debo acompañar a mi hermana a ir de compras. ¡Yay! —exclamó sin ganas.

...

Quizá, esa mañana en particular JeNo debió haberse abstenido de jugar futbol fuera de su salon de clases, porque ahora se encontraba frente a una ventana rota y con una ceja sangrando, y todo gracias a que tenía un pie chueco.

I DON'T LIKE YOU ー NOMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora