IX

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Desde aquel día, algo había cambiado dentro de aquellos chicos, ambos llenos tanto de duda
como de ilusión.

En realidad, ninguno de los dos sabía cómo sentirse al respecto. JaeMin, por su parte, se sentía bastante feliz y tenía ganas de volver a probar los labios de JeNo. Mientras que el mayor, por su parte, aunque igualmente se sintiera complacido, sentía algo de miedo en su pecho por cómo reaccionarían sus padres. Sabía que probablemente no le dirían nada, pero quizá había una pequeña espina atrapada en su pecho aún.

JaeMin miró por unos segundos la pared de su habitación mientras pensaba en nada en particular. Abajo, sus dos padres se encontraban teniendo una reunión con el abogado que estaba tramitando su divorcio.

Quería pretender que no le importaba, aunque doliera en gran medida. Ni JiSook ni su hermana menor se encontraban ahí por distintas razones, así que se encontraba totalmente solo.

Desde el día del primer partido no había hablado con JeNo, que había sido unos días antes apenas, pero que se sentían como años.

Esperaba no haberlo arruinado todo.

Cuando bajó las escaleras con su equipaje, los vió ahí mirándose fríamente y recordó haberlos visto una vez abrazándose cariñosamente y dándose besos y caricias.

Se acercó a ellos y los abrazó por separado.

—Los quiero mucho a los dos, no lo olviden —dijo—. Espero que me acepten siempre tal y como soy.

Se despidió de ellos y salió de la casa.

...

Cuando por fin entró a su dormitorio en el internado, vio a su mejor amigo sentado en el suelo escondiendo su rostro entre sus rodillas.

—¿Junnie...? —habló quedamente, acercándose a el. Podía notar que sus rodillas temblaban sin parara—. ¿Estás bien?

—N-no...

—¿Que pasó? —se acercó a él y le dio el abrazo más reconfortante que pudo.

Se sentía, más que como si JaeMin estuviera dándole apoyo a RenJun, que ambos estaban apoyándose mutuamente y tratando de arreglar las piezas rotas del otro.

—H-hoy la vi... Estaba al lado de mi mamá como si nada hubiera pasado y mi madre le sonreía, como si no supiera todo el daño que me hizo... —explicó, sus ojos llenos de lagrimas a más no poder.

—Junnie... —lo abrazó aún más fuerte—. Te quiero mucho, ¿sabes? Ya no llores más por lo que pasó...

—Lo intento todo el tiempo, pero los recuerdos siguen y siguen llegando a mi mente...

Con esto dicho, se quedó unos segundos en silencio y después comenzó a temblar de forma brusca sin más cuenta. Entonces JaeMin se dio cuenta que RenJun de verdad estaba mal, no solo psicológicamente.

Lo levantó con algo de esfuerzo pero lográndolo por el tamaño del otro y trató de dirigirse a enfermería mientras el chico estaba a punto de tener convulsiones.

Entonces, cuando menos lo esperaba, vio que JeNo se dirigía hacia el y puso cara de espanto.

—¡¿Que pasó?!

—A-ayúdame a llevarlo a enfermería, por favor...

Lee no dijo nada, solo tomó al chico y entre ambos llegaron al primer piso, donde estaba la oficina de enfermería del edificio. En cuanto llegaron lo hicieron pasar pero los dejaron a ellos dos fuera, así que se sentaron hombro a hombro en los asientos de espera en un silencio sepulcral.

—Respecto a lo del otro día... —habló JeNo después de un rato en silencio—. ¿Estás... arrepentido?

Se quedó unos segundos mirando sus manos.

—No... en lo absoluto —contestó—. Me gustabas desde apenas hace un rato. Era algo que esperaba desde hacía ya un tiempo...

—¿D-de verdad? —se asombró el mayor—. Pensé que me odiabas.

—Al principio lo hacía, pero sabes, con el tiempo comencé a tolerarte y después comenzaste a gustarme. Más o menos cuando empezaste a salir con BoRa fue cuando me di cuenta de que me gustabas.

—Mmm, de lo que me perdí —murmuró por lo bajo, haciendo que el menor lo escuchara y riera—. No me daba cuenta... ¿Que pasó con Jun?

—RenJun tuvo una experiencia muy traumática en el pasado y hasta el día de hoy sigue teniendo secuelas de lo que pasó... Sin embargo, nunca le había pasado lo que le pasó hoy...

—Quizá hubo más razones y le causaron ese malestar —se quedó en silencio—. Espero que esté bien.

Entonces la enfermera se acercó y les dijo que Huang iba a estar en reposo toda la tarde y que no podían pasar a verlo por el momento.

—¿Nos retiramos, entonces? —le preguntó Lee a Na.

—Yo opino que si, sería lo más prudente.

Caminaron a la par mientras salían de la enfermería.

—¿A donde vamos? ¿Quieres ir a mi habitación?

—¿No tienes problema alguno? Por mi está perfecto.

Una vez estuvieron en el piso más alto, Na se acostó en su cama. Lee se quedó viendo al menor descansando un rato y después se sentó sobre la cama ajena.

—Puedes acostarte si quieres...

Emitió un sonido de afirmación y se acostó junto a él, colocando su cabeza en el brazo ajeno y pasando el suyo por el estómago de Na.

No supo cuándo tiempo estuvieron acostados ahí, pero después de un tiempo, JaeMin se volteó y dejó un beso en la frente de JeNo, que abrió sus ojos al instante y se puso a la altura del contrario.

Lo apresó entre sus brazos y se acercó de manera rápida a sus labios, capturándolo con la guardia baja. Esta vez, se produjo un incómodo chasquido al que no le prestaron demasiada atención, por estar más enfocados en todo el ambiente que se había formado entre ellos.

De un momento a otro, JaeMin ya se encontraba arriba de él besándolo mientras acariciaba sus afilados pómulos y los brazos contrarios lo acercaban aún más a el cuerpo de Lee. Sus lenguas chocaban de vez en cuando y el aire comenzaba a hacer falta, pero lograban mantenerse entre rápidos respiros.

Lee tomó el labio inferior ajeno y Lo mordisqueó entre sus dientes, causando que un leve quejido saliera de Na y un escalofrío recorriera todo su cuerpo.

Debían parar, pero no les importaba.

Las manos de JaeMin ya se encontraban dentro de la camiseta de JeNo y este tenía sus manos enredadas en el cabello del contrario.

Fue después de un tiempo, cuando ambos chicos con la cabellera alborotada y labios hinchados y rojos decidieron soltarse.

Ambos se encontraban totalmente faltos de aire y se miraban mutuamente con el mismo nivel de intensidad. Na se dejó caer de nuevo sobre la cama con la respiración agotada, sintiendo los brazos de Lee enrollarse alrededor de su torso.

—Me gustas, Na JaeMin —dijo, poniendo su cara en el hombro ajeno y respirando su suave olor a vainilla—. Y me gustaría que nos conociéramos más. ¿Quisieras ser mi cita en la boda de nuestros feos hermanos?

—Me encantaría serlo, Lee JeNo.

Se sonrieron por unos minutos sin decir una palabra, porque era suficiente para ellos.

...

capítulo cortito pq actualización lo más pronto posible de nuevo osiosi
—boo

I DON'T LIKE YOU ー NOMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora