Las Memorias Perdidas De Donald ✔✔Completo ✔✔

Parte 3 (1/3)

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"... Y es por eso que necesito tu ayuda con esto, Tío Rico".

El tío Rico McPato se recostó en su silla y se acarició la barbilla mientras procesaba la información que acababa de escuchar. Su pobre sobrino idiota no podía encontrar trabajo y su única opción era venir a trabajar para él, y además de eso, Donald estaba tratando de controlar su genio ... otra vez . Suponía que no aprendió del último incidente cuando destruyó ese local de pizza favorito de todos, y se pregunta por qué nadie quiere darle un trabajo.

"Está bien, muchachos. Los ayudaré a romper la racha de temperamemto de tu tío. ¿Pero cómo lo harán? Por lo que me dijeron, su tío parece bastante decidido a no perder la paciencia".

Los tres patos jóvenes se sonrieron mutuamente, con los ojos llenos de malicia. "No te preocupes por eso, Tío Rico Pensamos en maneras de hacer que el Tío Donald se quiebre".

Mientras tanto…

Donald Duck no pudo reprimir el frío escalofrío que recorrió en su columna por quinta vez desde que él y sus sobrinos llegaron a la mansión de su querido tío Rico. Supuso que debería estar agradecido de haber conseguido el trabajo tan fácilmente, pero nada era tan sencillo cuando trataba con su familiar más codicioso. Suspiró suavemente y decidió olvidarse de eso por ahora para centrarse en contar las ganancias de hoy de uno de los muchos negocios del viejo avaro.

"2,753, 2,754, 2,755…"

"hola querido sobrino".

"2,756, hola tío Rico, 2,757. Gracias de nuevo por darme este trabajo". El pato más joven le da a su tío una sonrisa agradecida antes de volver a su tarea. "2,758, 2,759".

"No hay problema, Donald. ¿Qué tipo de tío sería si no te ayudaría en momentos de necesidad? Solo recuerda que mañana tienes otro trabajo importante entregando una carta a la calle Merry Cane 1704".

"2,760, 2,761, uh seguro Tío Rico, lo haré temprano mañana por la mañana".

"Maravilloso, y recuerda que necesito 230 monedas pulidas esta noche".

Donald sintió que sus cejas se movían. "Uh 2,762 ... me ocuparé justo de eso después de que termine aquí".

Rico sonrió secretamente mientras observaba en silencio a su sobrino ceder cada vez más y más frustrado por los números aleatorios que se decían. 

"Bien, ahora, ¿puedes decirme cuanto es 3,593 más 849? Espera, no es necesario que me digas, es 4442".

"4,443, 4,444… waaaak!" Donald golpeó sus manos sobre el escritorio con exasperación. "¡Perdí la cuenta!"

'Victoria' , pensó el pato mayor. "Tsk-tsk Donald, deberías ser más listo al contar mi dinero. Sabes cómo reaccionaría si me quedara corto". Una pequeña pero aterradora sonrisa apareció en su rostro. "Tendría que arrancar cada pluma de tu cuerpo antes de dispararte en tú torpe cola. Así que no vuelva a suceder ¿oiste?".

Un destello de color rojo llenó la visión de Donald antes de que respirara hondo y lo dejara salir lentamente. No había necesidad de enojarse por un problema de conteo. "Entiendo, tío Rico, no volverá a pasar". Dicho esto, comenzó a contar una vez más. "1, 2, 3, 4 ..."

La sensación de shock se abrió camino en el cuerpo del escocés al ver tal control que no había visto en su sobrino semanas antes. Estaba sorprendentemente impresionado. "Bueno, te dejaré solo por ahora. Ven a buscarme cuando hayas terminado".

"Lo que digas, tío Rico,  terminaré lo más rápido que pueda".

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" Bueno, podría haber tardado más de lo necesario, pero finalmente conté las ganancias de hoy".

Pensó Donald mientras se dirigía a la oficina de su tío. "Por suerte para mí, no hay ningún recuento involucrado al pulir monedas".

Al llegar a la oficina, Donald llamó a la puerta y esperó a que lo llamaran. Una vez que recibió la autorización para entrar, entró y esperó a que le dieran las monedas que necesitaban limpieza.

"Me alegra ver que finalmente terminaste tu primera tarea, muchacho. Sin embargo, te demoraste lo suficiente", dice Rico.

El sombrero azul favorito que Donald siempre era torcido y anudado en sus manos emplumadas cuando su dueño lo usaba para descargar su frustración. "Me disculpo de nuevo por mi retraso, jefe".

"Debido a que te tomó mucho tiempo contar mi dinero, voy a tener que quitarte uno de tus descansos para recuperar el tiempo perdido".

La sensación de fuego intenso que no era diferente a la explosión de un sol ardiente surgió a través de cada fibra del ser de Donald antes de que dicho pato se excusara rápidamente de la habitación. Moviéndose rápidamente, Donald encontró un armario de escobas y se metió dentro de él. Con las manos aún temblando de ira, metió la mano en su bolsillo de la camisa, sacó un pequeño cuaderno negro y comenzó a anotar sus frustraciones habituales en él.

Querido Universo,

¡¿Encerio?! ¡Que me golpeen la cabeza con platos y que me lanzen a un un bote de basura no fue suficiente para ti. ¿Ahora tengo que sufrir en el trabajo también? ¿Qué hice en mi vida pasada que te hizo tener tanto desdén por mí? ¿Fui un asesino? ¿Era yo un dictador malvado? Si yo fuí alguno de esas cosas ... me disculpo profundamente.

Firma...

Donald F. Duck

Donald dejó escapar un profundo suspiro antes de abandonar la habitación con paz y calma restauradas. Al regresar rápidamente a la oficina de Rico, se disculpó con su tío por su repentina partida.

"Es ... no hay problema, sobrino", murmura el pato mayor, sorprendido una vez más por el control de su sobrino. 'Esto va a ser más difícil de lo que pensé'.

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