¿Traición? ¡Muerte a la joven princesa!

407 32 4
                                    


PDVD.

El sol del alba entro por las grandes ventanas en arco como el viento del otoño abrazaba mi piel. Me cubrí un poco más con las sabanas de seda, en mi estado de somnolencia no podía pensar en nada, en nada, excepto en ella.

En su piel almendrada y su cara angelical. Siempre llevaba un velo haciéndola lucir más virginal, más pura, cosa que había cambiado. Su piel era tan suave y su cabello eran tan largo y sedoso, y su cuerpo ¡Oh mi Dios!, su cuerpo era algo digno de apreciar, cada curva, cada centímetro de su piel era digna de acariciar. Sus dotes de mujer solo la hicieron lucir más bella de lo que me imagine que seria y su sonrisa, su sonrisa podría hacer que abdicara al trono solo para contemplarla hasta el final de mis días.

Por instinto estiré mi brazo esperando encontrar una hermosa princesa de curvas delicadas, pero valla fue mi asombro cuando encontré la cama vacía, de inmediato mis ojos se abrieron para ver su lado de la cama vacía y frió, sin embargo, sobre su almohada de plumas descansaba una roja y dulce manzana, sonreí, el día en que nos conocimos el final de nuestra cabalgata había sido en el huerto de manzanos donde ella fingió que las recogía para el rey. Al pensar en él mi semblante cambio y mi cuerpo se tensiono como imágenes de la espalda de mi bella Roza, aparecieron en mi mente.

Ese hombre era un pequeño bastardado, que si se le ocurría volverle a poner un dedo encima a mi mujer su cabeza sería un hermoso trofeo en mi casa de campo en Rusia. No tenía el derecho de tocarla, ¡por lo más sagrado! No tenía derecho de tocar a ninguna mujer, no por ser criados por bárbaros debíamos actuar como uno.

Me levante para comenzar un nuevo mi día, mi cuerpo se sentía vitalizado y lleno de energía. Me moría por ver a mi Roza y besarla; sabía que no era correcto y podía ser culpado de traición por robarle la mujer a otro, pero ¿qué elección tenía yo? Desde que la vi entrar con ese vestido oscuro y su cara angelical por las puertas del salón me había obsesionado con su belleza, había escuchado que era hermosa, pero nadie me había dicho hasta qué punto. Las puertas de madera de mi habitación sonaron, y enseguida una criada entro haciendo reverencia, la detalle un poco y pronto la reconocí, era la criada de Rose.

—Buenos días, mi señor — Ella hizo otra reverencia como su cabeza se mantuvo todo el tiempo agachada.

—Buenos días, Mia.

—Siento molestarlo mi señor, pero el rey me ha enviado a darles un mensaje, mi señor les informa que la boda queda cancelada hasta nuevo aviso — el asombro fue marcado en mi cara, pero era una máscara para que aquella criada se lo creyera, de igual manera mientras viviera esa boda jamás se iba realizar, sin embargo, la curiosidad me pico y me encontré preguntando:

—¿Qué ha pasado mi lady? ¿por qué vuestro rey ha pospuesto tan esperada boda?

—La reina a enfermado — ella dijo con melancolía en su voz, esta vez mi asombro fue real.

—¿Qué le ha pasado a la madre de vuestra princesa? — eso explica porque Rose, no se encontraba en la cama.

—Ha caído gravemente enferma, en la noche le ha subido una alta fiebre que aún no se la han podido bajar, su abuela es quien la ha mantenido estable.

—¿Y el rey ha cancelado sin ningún problema?

—No mi señor, él quería seguir con lo planeado diciendo que era una simple gripe que sus curanderos cuidarían, sin embargo, Rose y su padre se han opuesto, este último respaldando a su hija, nuestro rey no está feliz, pero ha aceptado. — por supuesto que el infeliz no estaba alegre, él quería cansarse con Rose, lo antes posible, así Turquía pasaría a su poder, solo si el pobre supiera.

1500 -Lealtad & Traición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora