Capítulo 3: Problemas

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   El lunes nos fuimos a primera hora dejando a Polo, Katherine y la pecosa en la casa de campo; se lo merecían.

   Grandote me comentó que unos cadetes había cometido un gran error en campo, no se muy bien que hicieron pero por eso tuvimos que contratar un abogado del cual lo único que sé de él es que pertenece a un bufete de abogado muy prestigioso.

   Así que esta tarde tendremos en mi despacho una junta, que lindo se siente decir eso.

   Como hoy no tenía ganas de manejar le cedí el puesto a Tommy y tuve que ir sentada en el asiento de atrás ya que en el de acompañante iba la abuela, no quería que vaya atrás incómoda.

—Hey Tom ¿sabes lo que paso con los cadetes?— Le preguntó, total la abuela sabía del negocio ya que cuando era joven ella era como yo, quizás por eso nos llevamos tan bien y teníamos una gran coneccion.

—La verdad ni idea qué sucedió recuerda que yo estuve junto a ti toda la semana organizando lo de la fiesta, pero en el momento en que quedamos solos me dijo que quería contarme algo importante, pero luego se nos olvido— me cuenta mientras entrábamos en una rotonda, estaba aburrida y la música se escuchaba muy bajo pero tanto Tommy como mi abuela iban hablando muy animadamente cuando de pronto todo se vuelve negro, no escuchaba nada.

   Hasta que escuchó la voz una señora joven y muy linda que me llamaba pero no con mi nombre, gritaba Amarintia, Amalinda, Amerlinda algo así y yo corría tras ella tratando de alcanzarla pero no podía, mis piernas no me lo permitían y cada vez que lograba acercarme un paso ella se alejaba 20.

— ¿Thomas, Abuela, Polo, chicas? ¿donde estan hay alguien?— no puede ser yo estaba dentro del auto como puedo estar ahora en el bosque, voy caminando a paso veloz hasta que encuentro el auto hecho trizas, mientras seguía escuchando que nombraban un nombre o un apodo no se pero sentía un gran nudo en la garganta quería llorar, no les podía pasar esto ellos lo son todo para mi, no podía aceptar lo que estaba viendo. Decidí seguir ahora la voz había cambiado era más burlesca.

—¿Quien es? ¿Qué quiere?— preguntó hablando a la nada porque ya no la veía ni la escuchaba, en eso siento como me toman de las piernas arrastrándome y por más que forcejeaba no podía escaparme pegaba patadas pero logra inmovilizarme, estaba nerviosa estaba ahogándome, no podía respirar sentía que me iba, que...

—Peyton que te sucede, soy Tommy— me tomó de los hombros y me zamarrea haciendo que reaccione y al abrir mis ojos y ver los suyos me prendo a él como garrapata y lo abrazo muy fuerte,feliz contenta de que todo había sido un maldito y horrible sueño.

   Puede ser que parezca una chica ruda y que todo el tiempo sea yo la más valiente pero en ese sueño me di cuenta que sin ellos no soy nada, que a pesar de ser alguien que no demuestra sus sentimientos necesito la presencia de otros.

—tuve un horrible sueño, no quiero hablar de ello, mejor vayamos adentro— y sin decir ni preguntar nada nos dirigimos hacia dentro mientras aun me tenia en brazos y yo apoyaba mi cabeza en su pecho.

★★★

   Ya eran las 5 de la tarde y el abogado aun no llegaba, si es así de irresponsable no me imagino como sera cuando trate nuestro caso, aunque supuestamente esta no es la primera vez que lo contratan, además ya era como de la familia, lo único que cuando llegue yo, ya no necesitaron de sus servicios hasta el día de hoy, me parece algo de mala persona que no lo hayan siquiera invitado a cenar durante este tiempo, ya que eran tan amigos.

   Pasó una hora y el señor no se dignaba a aparecer, cuando Cleotilde toco la puerta del despacho me imagine que detrás de ella se encontraría un hombre mayor con canas debido a la edad y una que otra arruga pero en cambio vi a un chico de unos 20 tantos castaño, de ojos celestes como el mar, vestido con un traje azul marino que hacia resaltar aun mas sus ojos y una barba muy prolija.

"La Hija de Lucifer"Where stories live. Discover now