Arthur Crockforth es un prestigioso científico que buscaba ver de nuevo a su hijo difunto, Arthur se pasaba las noches melancólico y triste recordando esa cruda tarde en la que le llegó una carta diciendo que su hijo había muerto en la huelga de la...
Ya habían pasado unos meses de la navidad, el joven cara roja se había quedado con los chicos y les había enseñado a cazar con herramientas de la naturaleza, y los chicos les estaban enseñando poco a poco el castellano oral, el pequeño Delapparentia de Abril estaba creciendo cada vez más, la temperatura estaba subiendo cada vez más, hacían 12°c a la tarde y casi 7°c a la madrugada, Chencho se había curado en su totalidad de la infección gracias a la sopa de la vitalidad de Abril, pero ya era hora de inventar un vehículo, los chicos no vieron ningún caballo para cabalgar ni nada de eso, así que tuvieron que seguir a pata.
Era un 23 de Abril, primavera y desde que los chicos estaban cómo hace 5 meses no había llovido, sólo nevaba y desde febrero no había precipitaciones, pero el día 23 ya había empezado nublado y caluroso, cómo es normal todos hacían sus tareas rutinarias, cazar, recolectar, y buscar recursos, a eso de las 14:00 hs empezó a llover, empezó como una llovizna pero rápidamente se convirtió en una gran tormenta cayeron casi 25 milímetros de agua en tan sólo 2 horas, los vientos superaron los 55 kilómetros por hora, las maderas estaban que se volaban y todos tuvieron que dejar sus cabañas y resguardarse en la Motorhome que funcionaba como cocina porque ya no tenía combustible, todo fue un caos, ya eran las 20:00 hs y la tormenta no paraba, se escuchaban estruendos de rayos y relámpagos por toda la zona, hasta el joven cara roja tenía temor, el Delapparentia temblaba del susto, pero a eso de las 12:30 de la mañana todo se calmó y dejó de llover, salieron afuera y se dieron cuenta que a las cabañas de madera no le habían pasado nada y todo estaba bien, sólo que la marea del lago había subido como 3 o 4 centímetros y se estaba desbordando, está era la primera tormenta primaveral y vino del sur, de la selva de Nigeria, había tomado mucha energía en el camino, era una tormenta tropical que nació en el lago Ecuatorial, la falla entre África y América, y se dispersó en las gélidas aguas del Océano Ártico, al amanecer cómo era normal todos volvieron a trabajar, el joven cara roja fue a cazar, y encontró un gigantesco rinoceronte sin cuerno herido, con un grito llamó a Manu que se encontraba extrayendo minerales en un yacimiento cercano, Manu pensó que será mejor ser buena persona y curarlo así que fue hasta el almacén y de un frasco agarró un poco de sopa de la vitalidad que hizo Abril y se la pasó por la nariz al gigantesco animal, no llevaba carne, era todo vegetal así que la podía comer, y el animal era herbívoro, así que la comió y acto seguido Manu y el joven lo pensaron y le desinfectaron las partes heridas, Manu habló con el joven para ver quien iba a quedarse en la noche, el joven le contestó que el lo iba a vigilar, entonces Manu agarró la carne que el joven cazó, La llevó al almacén y luego volvió a picar minerales.
Después de unos días a Manu se le ocurrió la idea de pescar, así que se juntaron en la fogata que ya era un centro de reunión y discutieron esto, todos estaban de acuerdo y decidieron hacer una balsa, así que sólo necesitaron madera y un par de cosas más y a los pocos días ya podían pescar, y salieron Manu y Chencho.
Chencho: Eh Manu
Manu: ¿Qué Chencho?
Chencho: Me gusta Abril,
Manu: ¿de en serio? Ja ja
Chencho: Si, hasta la besé y dormí con ella en Nochebuena
Manu: Qué bien, si yo vi como se preocupó y te cuido cuando estabas herido
Chencho: Si, me gusta mucho, además por ella dejé de cazar por pasión
Manu: ¡Que bien! Hacen linda pareja
Chencho: si ella, yo y su lagartija jajaja
Manu: jajaja esa lagartija Culiá siempre está en todo boludo (risas)
Chencho: Si jaja, ey es tiempo de sacar la caña creo que encontré algo
Manu: yo también (saca la caña)
Chencho: ¡Agg no es casi nada! Sólo un pescadito de casi 2 o 3 centímetros
Manu: ¡Que desgracia boludo! Venimos a pescar y sólo pescamos estos pececitos de mierda
Chencho: esperemos un poco más...
Y así pescaron y charlaron hasta el atardecer, sólo consiguieron pescar pequeños peces de unos 2 o 3 centímetros de largo
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Y se llaman Haikouichthys, proliferan en el lago porqué no tienen depredador y comen plancton
